Unas 150 familias recibieron módulos habitacionales en la localidad de La Candelaria, en un plan que busca erradicar definitivamente las viviendas rancho en el municipio.
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Unas 150 familias recibieron módulos habitacionales en la localidad de La Candelaria, en un plan que busca erradicar definitivamente las viviendas rancho en el municipio.
Las unidades fueron destinadas a familias de escasos recursos.
Cada módulo social está compuesto por una habitación de 5 por 4 metros, un baño, pisos de cerámica y la posibilidad de realizar ampliaciones según la necesidad del grupo familiar.
El techo de los módulos es de chapa y su estructura es antisísmica, realizados con tirantes y encadenados. Además, cada unidad habitacional se entregó totalmente pintada.
"No escatimamos en gastos. Los módulos sociales fueron construidos con materiales de primera y, por sobre todas las cosas, buscábamos que constituyeran un ambiente amplio y seguro", expresó el jefe comunal de La Candelaria, Julio Romano.
"Para mí era imposible acceder a esto sin contar con algún apoyo. Agradezco a las autoridades por darme esta oportunidad", dijo Horacio Gutiérrez (65), un vecino que vive en el paraje El Ceibal y beneficiado con un módulo habitacional.
Los costos
La construcción de cada módulo demandó una inversión de 25 mil pesos. El dinero fue aportado por el Fondo de la Soja. La comuna colaboró también con la mano de obra para la edificación de los módulos.
La iniciativa se realizó en el marco del Programa de Sustitución de Viviendas Rancho.
Cabe señalar que los módulos son mucho más amplios que los que fueron entregados en Rosario de la Frontera en julio pasado. En este sentido, las características de las unidades habitacionales son determinadas por cada comuna.
"Este programa de erradicación de ranchos es uno de los planes sociales y habitacionales más importantes que tenemos en la comuna", finalizó Romano.
Para evitar enfermedades
Se llevó adelante un plan que incluyó el reemplazo de 125 letrinas por baños convencionales en viviendas de la localidad.
Cada baño, de 1,50 x 2 metros, cuenta con inodoro, pileta, ducha y conexiones para la instalación de un bidet. Además, en sectores adyacentes se realizó la instalación de piletas para lavar ropa.
Con el objetivo de evitar la proliferación de enfermedades, la comuna invirtió $10.000 por baño. Los costos se abarataron porque fueron empleados áridos y los bloques de la zona.
Los trabajos fueron realizados por personal municipal y vecinos.