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Golpiza a chico discapacitado

Sabado, 03 de agosto de 2013 22:03

Cuando Alejandra Heredia vio la espalda llagada de su hijo discapacitado de 20 años no lo podía creer. Martín Sebastián Báez, quien tiene un retraso mental moderado, había sido golpeado a latigazos. Su nena de cinco años le sopló al oído: “A Martín lo lastimó la Policía”.

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Cuando Alejandra Heredia vio la espalda llagada de su hijo discapacitado de 20 años no lo podía creer. Martín Sebastián Báez, quien tiene un retraso mental moderado, había sido golpeado a latigazos. Su nena de cinco años le sopló al oído: “A Martín lo lastimó la Policía”.

El chico había concurrido el domingo 28 de julio pasado, a las 17 aproximadamente, al partido de fútbol entre Central Norte y Juventud Antoniana que se jugó en el estadio Martearena, donde al parecer fue agredido por los policías.

La mamá del joven ya radicó la denuncia ante la Defensoría del Pueblo, el Inadi y la Secretaría de Seguridad de la Provincia.

Quiere saber quiénes son los responsables de semejante atrocidad y, por supuesto, que estos sean sancionados.

“Tenía dos marcas lineales transversales en la espalda, una en el cuello y la otra en la zona anterior del brazo. Dice que él le decía: "no me peguen soy enfermito', pero después que les mostró su carné de discapacidad le dijeron "vaya nomás' y cuando se dio vuelta unos policías lo golpearon por la espalda”, relató la mujer.

El hecho ocurrió afuera del estadio, donde Martín se quedó escuchando el partido. Es que a pesar de que exhibió su constancia en la boletería no lo dejaron entrar.

Tras la agresión, una mujer, que cuidaba bicicletas, lo ayudó. Enfrentó a los uniformados y calmó al chico que su puso muy nervioso.

Un gesto por parte de los clubes

En compensación al maltrato vivido por Martín, los clubes deportivos de Salta Central Norte, Juventud Antoniana y Gimnasia y Tiro lo invitaron el viernes último por la noche a la cancha.
Fue un momento grato que disfrutó el joven, quien ama el fútbol. Sin embargo, el temor a los “encargados del orden” no se le va.

Con la inocencia de un niño dijo a El Tribuno: “No sé por qué me pegaron si yo no estaba haciendo nada”.
Miguel Ríos, presidente de la Asociación de Protección al Discapacitado (A.Pro.Di.) manifestó enérgicamente su repudio y puso a disposición de la familia Báez un abogado. “¿Les pregunto son policías o mercenarios? Golpean a mujeres, abuelos, chicos y ahora a discapacitados”, dijo Ríos.

Alejandra Heredia también se quejó por la mala atención que recibió en el Hospital San Bernardo cuando fue a solicitar un certificado de los hematomas. “Me mandaron por consultorio externo”, dijo.

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