En Santa Fe, se vivieron horas tensas en la previa del partido entre Colón y Racing, más precisamente con Gabriel Hauche como protagonista principal ¿Qué sucedió? Resulta que ante la posibilidad de marcharse a River para este campeonato, debido a que había sido inscripto cablegráficamente en AFA hace algunos días, el delantero se negaba a firmar la planilla correspondiente.
Reglamentariamente, está estipulado que aquellos futbolistas que formen parte de una nómina de 18 jugadores que afrontan un partido, ya no podrán irse y vestir otra camiseta del país en la misma temporada. Entonces, el Demonio no quería saber nada con sentarse en el banco de los suplentes, sabiendo que estará bastante relegado en la consideración de Luis Zubeldía y su deseo era cambiar de aire para ganar minutos de acción en cancha.
Cuando parecía nacer una novela problemática, los dirigentes tomaron cartas en el asunto y convencieron al ex Argentinos Juniors para que se pusiera a disposición del cuerpo técnico para el match ante el sabalero. Finalmente, accedió, cumplió con las formalidades en los papeles y, al mismo tiempo, selló su continuidad en el club.
Gastón Cogorno y compañía pedían 2.500.000 dólares por el 90 por ciento de la ficha que todavía tienen en Avellaneda, pero desde Núñez habían sido algo lentos para negociar. Claro está, también había anotado a Facundo Castillón (jugó con Godoy Cruz), Leandro Leguizamón (hizo lo propio en Tigre), Silvio Romero (seguiría en Lanús) y Rodrigo Mora, quien a esta hora es el único que podría estar desembarcando en el equipo.
De esta manera, se sumó un nuevo inconveniente para Ramón Díaz, porque se acumulan los anhelos caídos para jerarquizar la faz ofensiva y respira Zubeldía, quien siempre solicitó la permanencia de Hauche para contar con más variantes, pese a no ser una fija dentro de los once iniciales.
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En Santa Fe, se vivieron horas tensas en la previa del partido entre Colón y Racing, más precisamente con Gabriel Hauche como protagonista principal ¿Qué sucedió? Resulta que ante la posibilidad de marcharse a River para este campeonato, debido a que había sido inscripto cablegráficamente en AFA hace algunos días, el delantero se negaba a firmar la planilla correspondiente.
Reglamentariamente, está estipulado que aquellos futbolistas que formen parte de una nómina de 18 jugadores que afrontan un partido, ya no podrán irse y vestir otra camiseta del país en la misma temporada. Entonces, el Demonio no quería saber nada con sentarse en el banco de los suplentes, sabiendo que estará bastante relegado en la consideración de Luis Zubeldía y su deseo era cambiar de aire para ganar minutos de acción en cancha.
Cuando parecía nacer una novela problemática, los dirigentes tomaron cartas en el asunto y convencieron al ex Argentinos Juniors para que se pusiera a disposición del cuerpo técnico para el match ante el sabalero. Finalmente, accedió, cumplió con las formalidades en los papeles y, al mismo tiempo, selló su continuidad en el club.
Gastón Cogorno y compañía pedían 2.500.000 dólares por el 90 por ciento de la ficha que todavía tienen en Avellaneda, pero desde Núñez habían sido algo lentos para negociar. Claro está, también había anotado a Facundo Castillón (jugó con Godoy Cruz), Leandro Leguizamón (hizo lo propio en Tigre), Silvio Romero (seguiría en Lanús) y Rodrigo Mora, quien a esta hora es el único que podría estar desembarcando en el equipo.
De esta manera, se sumó un nuevo inconveniente para Ramón Díaz, porque se acumulan los anhelos caídos para jerarquizar la faz ofensiva y respira Zubeldía, quien siempre solicitó la permanencia de Hauche para contar con más variantes, pese a no ser una fija dentro de los once iniciales.