La muerte de Ezequiel Cardozo (9), aplastado por una pared vieja en el Hogar Escuela, hace casi dos meses, fue la tragedia que enlutó al sector educativo salteño, y el lamentable incidente hizo necesario volver la mirada hacia la prevención.
Desde entonces cayó el cielorraso de un aula del colegio Juan Carlos Dávalos, en Villa Primavera; una escuela de Campo Quijano sigue con las tejas rotas por la caída de granizo; en la Fray Luis Beltrán (Artigas al 100) los chicos beben agua turbia; la Mariano Cabezón tiene paredes percudidas y resquebrajadas... Incluso hubo suspensión de clases en la Normal por falta de baños y en la Clara Linares se cerraron aulas por peligro de derrumbe. Los pedidos de reparación y mantenimiento no siempre encuentran disposición anticipada para evitar riesgos y los plazos de ejecución se vuelven interminables ante las urgencias.
Sin embargo, desde la Subsecretaría de Obras de Arquitectura de la Municipalidad y el Ministerio de Educación de la Provincia, informaron que están trabajando permanentemente en la mejora de las estructuras de las instituciones educativas. Por ahora se están beneficiando el Instituto Superior del Profesorado de Salta; la escuela Juana Azurduy de Padilla, con la reparación de cubiertas, cielo raso, recambio de chapas, poda y extracción de árboles; la Mariano Boedo y la Delfín Leguizamón.
En tanto que en la escuela Urquiza, desde principios de año se está trabajando en la pintura de las paredes, la reparación de techos y estructura de escaleras. Esta semana será el turno del Colegio Aráoz, donde se arreglará un tinglado de gran tamaño.
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La muerte de Ezequiel Cardozo (9), aplastado por una pared vieja en el Hogar Escuela, hace casi dos meses, fue la tragedia que enlutó al sector educativo salteño, y el lamentable incidente hizo necesario volver la mirada hacia la prevención.
Desde entonces cayó el cielorraso de un aula del colegio Juan Carlos Dávalos, en Villa Primavera; una escuela de Campo Quijano sigue con las tejas rotas por la caída de granizo; en la Fray Luis Beltrán (Artigas al 100) los chicos beben agua turbia; la Mariano Cabezón tiene paredes percudidas y resquebrajadas... Incluso hubo suspensión de clases en la Normal por falta de baños y en la Clara Linares se cerraron aulas por peligro de derrumbe. Los pedidos de reparación y mantenimiento no siempre encuentran disposición anticipada para evitar riesgos y los plazos de ejecución se vuelven interminables ante las urgencias.
Sin embargo, desde la Subsecretaría de Obras de Arquitectura de la Municipalidad y el Ministerio de Educación de la Provincia, informaron que están trabajando permanentemente en la mejora de las estructuras de las instituciones educativas. Por ahora se están beneficiando el Instituto Superior del Profesorado de Salta; la escuela Juana Azurduy de Padilla, con la reparación de cubiertas, cielo raso, recambio de chapas, poda y extracción de árboles; la Mariano Boedo y la Delfín Leguizamón.
En tanto que en la escuela Urquiza, desde principios de año se está trabajando en la pintura de las paredes, la reparación de techos y estructura de escaleras. Esta semana será el turno del Colegio Aráoz, donde se arreglará un tinglado de gran tamaño.