Matías, el yerno del portero del edificio de Rosario donde se produjo la explosión, aseguró que “por la caja de gas que está en la entrada empezó a salir gas como si fuera un chorro”.
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Matías, el yerno del portero del edificio de Rosario donde se produjo la explosión, aseguró que “por la caja de gas que está en la entrada empezó a salir gas como si fuera un chorro”.
“Mi suegro bajó por la escalera y en el palier había como un chorro de gas”, dijo el muchacho. Desde la casa de su suegro, quien no sufrió heridas, señaló que de acuerdo al testimonio del portero en la parte de “afuera” del edificio “vio a un empleado del gas que estaba llamando a Litoral Gas para que corte todo, porque había una pérdida de gas importantísima”.
La declaración de Matías coincide con lo que dijeron vecinos del edificio, quienes declararon que 40 minutos antes de la explosión se había dado aviso a las autoridades sobre el escape de gas.
Lo contrario informó la empresa distribuidora Litoral Gas. El gerente de Relaciones Institucionales, José María González, negó haber recibido denuncias sobre una fuga del fluido.
“Fue como si hubiera explotado un coche bomba”
“El panorama es dantesco. Fue como si hubiera explotado un coche bomba”, dijo un testigo de la explosión del edificio de calle Salta al 2100 en Rosario de Santa Fe. Más elocuente, imposible.
Llamaradas de varios metros de alto, gente en shock, gritando y desesperada porque estaba atrapada en los pisos superiores. Corridas, vecinos y transeúntes heridos, escombros y vidrios dispersos en cinco cuadras a la redonda, sirenas de bomberos y policías que arriban al lugar. Una vecina dijo que las imágenes le recordaban escenas de Beirut, la capital libanesa, cuando la guerra se ensañó con sus ciudadanos y edificios.
“Hay personas heridas y atrapadas en el lugar de la explosión, pero también hay numerosos heridos entre los transeúntes que se desplazaban por la calle. Además, hay escombros y numerosos restos de vidrios en varias cuadras alrededor”, relató minutos después de llegar a la calle Salta al 2100, un vocero del Servicio de Emergencias Sanitarias de Rosario.
Las escenas dramáticas y de destrucción impactaron a funcionarios y rescatistas. No era para menos: los bomberos, policías y voluntarios removieron escombros durante varias horas, mientras escuchaban gritos de personas que estaban atrapadas.
“Nunca imaginé que me iba a tocar ver algo así, lo que se ve aquí no tiene explicación”, dijo el ministro de Seguridad de Santa Fe, Miguel Angel Capiello, luego de recorrer el lugar.