Un grupo de arqueólogos encabezados por el miembro del Conicet, Alfredo Tomasini, retomó las tareas de investigación de la legendaria ciudad perdida de Esteco, ubicada en río Piedras, en el departamento de Metán.
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Un grupo de arqueólogos encabezados por el miembro del Conicet, Alfredo Tomasini, retomó las tareas de investigación de la legendaria ciudad perdida de Esteco, ubicada en río Piedras, en el departamento de Metán.
En agosto de 2011 el profesional junto a Damiana Curzio realizaron el sorprendente y anhelado hallazgo de un fuerte que se encuentra semienterrado en el centro de las ruinas.
A Tomasini y Curzio se sumó ahora la joven arqueóloga de La Plata, Ana Porterie.
?Estamos limpiando el sector en que creemos que se encuentra el fuerte. Queremos hacer un relevamiento topográfico para ubicar bien el lugar e iniciar las excavaciones?, dijo Tomasini a El Tribuno.
Recordó también que fue el hallazgo más importante que realizaron hasta el momento en trece años de investigación del sitio.
La denominada oficialmente Nuestra Señora de Talavera de Madrid había sido construida en 1609 y fue destruida por un terremoto ocurrido el 13 de septiembre de 1692, suceso que dio origen al culto del Señor y la Virgen del Milagro.
Ello constituye uno de los grandes misterios del pasado colonial salteño. La ciudad estaba compuesta por 49 manzanas y había sido fundada por el gobernador Alonso De Ribera.
Existe un plano que fue dibujado en 1611 en el que figura una plaza que ocupaba el centro geográfico de la ciudad. En 1670, cuando aumentaron en intensidad los ataques de los indios guerreros del Chaco, se construyó el fuerte de San Carlos en ese solar para que sirviera de refugio en caso de producirse un malón.
Tomasini dijo que resultaba fundamental investigar la estructura construida con piedras y argamasa para poder establecer, a partir de ese lugar, el emplazamiento de otros edificios, como la iglesia matriz, el cabildo, el hospital y las viviendas de los vecinos.
Los avances
Los investigadores pensaban que el fuerte de San Carlos estaba sepultado, pero en 2011, mientras recorrían las ruinas de la añosa urbe, descubrieron cuatro montículos que conformaban los ángulos de un cuadrado, unidos por bordos. Estos últimos son los restos de los muros.
?Nos guió el dedo de Dios. Fue algo increíble. Me paré arriba de una de las elevaciones circulares y advertí que tenía la forma de todos los fuertes de la frontera salteña, como el de Balbuena o el de San Fernando de Río del Valle?, dijo Tomasini.
El profesional señaló también que el fuerte de la ciudad perdida que está en Metán es el mejor conservado en el sudeste de Salta.
Es un cuadrado que tiene 70 metros de lado y los montículos o bastiones alcanzan los cuatro metros de alto. Sobre ellos se emplazaba artillería.
Los arqueólogos agradecieron la colaboración brindada por Miguel Albor, el propietario de la finca en la que se encuentran las ruinas.