Irineo Oño (41) es uno de los tantos productores afectados por los incendios esparcidos por todo el norte provincial.
Orán, Colonia Santa Rosa, Aguas Blancas, Embarcación, y tantas otras localidades se encuentran afectadas con grandes pérdidas económicas, productivas y ambientales por los trágicos incendios que no han podido ser sofocados, en parte por falta de elementos como los aviones hidrantes y otras superados por los vientos y las altí-simas temperaturas.
Bananales perdidos
Irineo Oño tiene una finca ubicada entre Orán y Peña Colorada, yendo hacia Aguas Blancas, pegado contra el cerro. “Son 30 hectáreas de bananeros... los perdí a todos, no nos quedó nada. No solo se quemaron las plantaciones sino un depósito y una pequeña casa que está en la finca.
La quemazón fue entre el sábado y el domingo. Hicimos lo que pu-dimos junto a los bomberos volun-tarios pero los vientos eran muy fuertes y el fuego nos pasó por en-cima, perdimos absolutamente todo”, dijo Oño.
“Hoy fui a hablar con el inten-dente de Orán, Marcelo Lara Gros, pero me dijeron que tengo que pedir audiencia para que me atienda. Fui al INTA y a una oficina de Medio Ambiente que hay en Orán pero nadie me da una respuesta. Desde el Estado nadie está capacitado para atender nuestros reclamos. Hemos quedado solos. Cuando fue el tema de la sequía tampoco recibí ayuda, después vino la helada y ahora esto”, dijo angustiado Irineo.
Pérdidas totales
“Aparte de las plantaciones de bananas se quemaron mil metros de manguera y caños de riego, más de mil cartones para embalar las frutas, diez mil plásticos para proteger las bananas de las heladas, además de herbicidas, camas, colchones... no quedó nada de nada”, relató vía comunicación telefónica a El Tribuno. El productor vive con su madre de 76 años y dos tíos de 72 y 73 años que son los dueños de la finca, y con su hija de 12.
“Ahora tengo que esperar dos años para poder renovar la plantación o esperar que se desarrollen los hijuelos, pero mientras tanto, ¿de qué vivimos estos dos años? se pregunta Irineo que el lunes estará en Salta para tratar de hablar con el ministro Julio César Loutaif.
“Yo no recibo asignación ni ayuda de ningún tipo, pero ahora necesito que me den una mano, lo que más me preocupa es mi hijita que es abanderada en el colegio, estudia idiomas y está participando en las olimpíadas de matemáticas. Si el Estado no nos da una mano en este terrible momento no voy a tener ni para hacer estudiar a mi hija”, dijo amargado Irineo Oño.
Prometen apurar el
helicóptero hidrante
En medio de críticas que arrecian desde diferentes localidades afectadas por incendios de bosques, pastizales y plantaciones, Aviación Civil prometió que el helicóptero hidrante de la Provincia estará nuevamente en
servicio en cinco días.
Así lo afirmó ayer el director general de ese organismo, Gabriel Muñoz, quién en declaraciones radiales admitió que la aeronave equipada para apagar incendios en áreas inaccesibles está inoperable desde el pasado
16 de mayo. Ese día, los técnicos que hacen su mantenimiento recomendaron una reparación en el motor. Los repuestos fueron adquiridos en Canadá con una demora de casi cuatro meses, que incluyó trabas en la Aduana.
Luego de que El Tribuno expusiera la situación en una nota que publicó ayer, Muñoz informó que las piezas importadas acababan de entrar a Salta y que los técnicos trabajarían “todo el feriado” para tener nuevamente
operable el helicóptero hidrante “en cinco días”. El apuro puesto de manifiesto contrastó con declaraciones previas de Muñoz y del subsecretario de Defensa Civil, Víctor Ola Castro, en el sentido de que el Bell 407 “no hizo
falta” en todo este tiempo y que “no habría podido usarse” ante los incendios forestales que en la última semana tuvieron a maltraer al norte y sur de Salta.
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Irineo Oño (41) es uno de los tantos productores afectados por los incendios esparcidos por todo el norte provincial.
Orán, Colonia Santa Rosa, Aguas Blancas, Embarcación, y tantas otras localidades se encuentran afectadas con grandes pérdidas económicas, productivas y ambientales por los trágicos incendios que no han podido ser sofocados, en parte por falta de elementos como los aviones hidrantes y otras superados por los vientos y las altí-simas temperaturas.
Bananales perdidos
Irineo Oño tiene una finca ubicada entre Orán y Peña Colorada, yendo hacia Aguas Blancas, pegado contra el cerro. “Son 30 hectáreas de bananeros... los perdí a todos, no nos quedó nada. No solo se quemaron las plantaciones sino un depósito y una pequeña casa que está en la finca.
La quemazón fue entre el sábado y el domingo. Hicimos lo que pu-dimos junto a los bomberos volun-tarios pero los vientos eran muy fuertes y el fuego nos pasó por en-cima, perdimos absolutamente todo”, dijo Oño.
“Hoy fui a hablar con el inten-dente de Orán, Marcelo Lara Gros, pero me dijeron que tengo que pedir audiencia para que me atienda. Fui al INTA y a una oficina de Medio Ambiente que hay en Orán pero nadie me da una respuesta. Desde el Estado nadie está capacitado para atender nuestros reclamos. Hemos quedado solos. Cuando fue el tema de la sequía tampoco recibí ayuda, después vino la helada y ahora esto”, dijo angustiado Irineo.
Pérdidas totales
“Aparte de las plantaciones de bananas se quemaron mil metros de manguera y caños de riego, más de mil cartones para embalar las frutas, diez mil plásticos para proteger las bananas de las heladas, además de herbicidas, camas, colchones... no quedó nada de nada”, relató vía comunicación telefónica a El Tribuno. El productor vive con su madre de 76 años y dos tíos de 72 y 73 años que son los dueños de la finca, y con su hija de 12.
“Ahora tengo que esperar dos años para poder renovar la plantación o esperar que se desarrollen los hijuelos, pero mientras tanto, ¿de qué vivimos estos dos años? se pregunta Irineo que el lunes estará en Salta para tratar de hablar con el ministro Julio César Loutaif.
“Yo no recibo asignación ni ayuda de ningún tipo, pero ahora necesito que me den una mano, lo que más me preocupa es mi hijita que es abanderada en el colegio, estudia idiomas y está participando en las olimpíadas de matemáticas. Si el Estado no nos da una mano en este terrible momento no voy a tener ni para hacer estudiar a mi hija”, dijo amargado Irineo Oño.
Prometen apurar el
helicóptero hidrante
En medio de críticas que arrecian desde diferentes localidades afectadas por incendios de bosques, pastizales y plantaciones, Aviación Civil prometió que el helicóptero hidrante de la Provincia estará nuevamente en
servicio en cinco días.
Así lo afirmó ayer el director general de ese organismo, Gabriel Muñoz, quién en declaraciones radiales admitió que la aeronave equipada para apagar incendios en áreas inaccesibles está inoperable desde el pasado
16 de mayo. Ese día, los técnicos que hacen su mantenimiento recomendaron una reparación en el motor. Los repuestos fueron adquiridos en Canadá con una demora de casi cuatro meses, que incluyó trabas en la Aduana.
Luego de que El Tribuno expusiera la situación en una nota que publicó ayer, Muñoz informó que las piezas importadas acababan de entrar a Salta y que los técnicos trabajarían “todo el feriado” para tener nuevamente
operable el helicóptero hidrante “en cinco días”. El apuro puesto de manifiesto contrastó con declaraciones previas de Muñoz y del subsecretario de Defensa Civil, Víctor Ola Castro, en el sentido de que el Bell 407 “no hizo
falta” en todo este tiempo y que “no habría podido usarse” ante los incendios forestales que en la última semana tuvieron a maltraer al norte y sur de Salta.