25 kilómetros al oeste de San José de Metán, al pie del cerro El Crestón y rodeado de una belleza natural imponente, vive don José Pío Sarapura.
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25 kilómetros al oeste de San José de Metán, al pie del cerro El Crestón y rodeado de una belleza natural imponente, vive don José Pío Sarapura.
Es un gaucho desde sus raíces y conserva todas las costumbres campestres.
Tiene 81 años y desde hace 58 vive en su humilde casa que está en una pronunciada pendiente del cerro Nogal Solo.
“A estas tierras me las heredó mi padre”, dice orgulloso este jubilado que hoy se dedica a la cría de ganado al pie de El Crestón, un cerro de 3.269 msnm y es uno de los más emblemáticos de Salta.
A pesar de su edad, don Sarapura todavía monta a caballo y maneja el hacha para cortar leña como nadie. Nació en 1932 en Potrero Uriburu, en Rosario de Lerma. Es un personaje emblemático de Metán.
“Me junté dos veces pero no tuve hijos. Desde joven trabajé como peón rural, pero solo para mis amigos”, relata.
Don Sarapura vive solo desde hace muchos años en las serranías. Es muy amigable y hospitalario, especialmente con los lugareños y turistas, los hombres a caballo y los enduristas, muchos de los cuales llegan en sus motos hasta su casa, luego de cruzar ríos y cerros con muchas dificultades.
“He ido muchas veces a la cima de El Crestón con amigos y acompañando gente, pero ahora ya no voy”, cuenta este gaucho, que es además un personaje muy conocido en la ciudad de Metán, adonde llega a caballo una vez por mes para cobrar su jubilación y comprar alimentos.
Don Sarapura pertenece al fortín de gauchos San José de la ciudad de Metán, con el que desfila orgulloso en las distintas fiestas patronales y en fechas patrióticas.
Vivencias sobrenaturales
Una de las anécdotas más llamativas de don Sarapura es que dice haber visto en varias oportunidades luces extrañas entre los cerros que podrían haber sido ovnis.
También asegura, categórico, que es mentira la existencia del famoso ucumar. “Acá cazaron un mono y le sacaron el cuero. Parecía una criatura horrible, pero no era el ucumar. El ucumar no existe”, dijo.
Don Sarapura recordó también un accidente en el que tuvo que ser trasladado, hace algunos años, en el helicóptero de la Provincia para ser asistido por las serias lesiones que sufrió luego de haber caído de un barranco cerca de su casa, mientras recolectaba huevos.
Cabe recordar que en esas serranías hay venados, cóndores, pavas del monte y una gran variedad de especies de aves, animales salvajes, plantas y árboles.
Para este notable gaucho, la vida del campo es difícil. Sobre la realidad del país, señaló: “Hoy el país está más o menos, hace falta trabajo. Por ejemplo, yo apoyo la minería, siempre y cuando se haga con responsabilidad, sin dañar el medio ambiente”, aclaró.