La Justicia salteña dispuso la captura internacional de Daniel Palacios, el líder de una supuesta asociación ilícita que en Salta se dedicaba a la venta de fincas ajenas. A comienzos de este año, su esposa, Graciela Salazar, tras ser excluida del hogar por violencia familiar, había revelado que su marido, junto al contador Rogelio Guaymás, conformaban una red que falsificaba documentos de identidad, libros societarios y otros instrumentos públicos. El juez de Instrucción de Transición de 4ª Nominación, Federico Diez, ordenó la búsqueda en otros países del prófugo Palacios. Guaymás ya está detenido, mientras que el escribano Sergio Vélez, quien tiene la matrícula suspendida, también estaría vinculado en las operaciones de la banda.
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La Justicia salteña dispuso la captura internacional de Daniel Palacios, el líder de una supuesta asociación ilícita que en Salta se dedicaba a la venta de fincas ajenas. A comienzos de este año, su esposa, Graciela Salazar, tras ser excluida del hogar por violencia familiar, había revelado que su marido, junto al contador Rogelio Guaymás, conformaban una red que falsificaba documentos de identidad, libros societarios y otros instrumentos públicos. El juez de Instrucción de Transición de 4ª Nominación, Federico Diez, ordenó la búsqueda en otros países del prófugo Palacios. Guaymás ya está detenido, mientras que el escribano Sergio Vélez, quien tiene la matrícula suspendida, también estaría vinculado en las operaciones de la banda.
En la edición del 22 de mayo de El Tribuno se publicó que la esposa de Palacios había sacado de las sombras el “modus operandi” de su pareja con la participación de “prestanombres”, abogados y hasta empleados de la Dirección General de Inmuebles.
La investigación se inició tras la denuncia de la empresa Quebrachales, con asiento central en Buenos Aires. La firma acudió a la Justicia al enterarse que sus tres fincas en Anta, El Arenal, La China y Pozo de Guayacán, ubicadas a la vera de la ruta nacional 16, habían sido transferidas en forma fraudulenta. Hasta uno de los terrenos fue hipotecado en el banco HSBC por $1,2 millones. Se sospecha que participó un tasador infiel.
Tras el testimonio de Salazar, en abril pasado, la agente penal N§ 4, Liliana Jorge, promovió acción penal contra Palacios y Guaymás. Luego, el juez dispuso una serie de allanamientos en varios puntos de la capital salteña y en La Caldera. El operativo también abarcó esa localidad, ya que se apuntaba a Héctor Vilte, quien recurría a documentos de identidad truchos. En las maniobras que analiza la Justicia utilizaba las identidades falsas de Cristian Sánchez y Miguel Angel Díaz, pero con su misma fotografía, tamaño cuatro por cuatro. Estos elementos también se publicaron en este medio el 17 y el 30 de mayo de 2012. Era uno de los “soldados” de Palacios, describió Salazar, según consta en sus declaraciones.
La esposa del prófugo afirmó que su marido y Guaymás idearon la “misión”. “Ellos siempre buscan viejos asientos sin movimientos en Inmuebles. En caso de tratarse de sociedades, en el Registro Público de Comercio. Allí advierten que únicamente había un estatuto social de Quebrachales”. De esa forma, avanzaron en las transferencias. Salazar narró que Palacios y sus colaboradores escribieron los libros societarios truchos en una casa en Tres Cerritos.
La red no solo tejió sus artimañas en Anta. También hay “ventas” de terrenos en Rivadavia, San Martín y Cafayate, que datan desde 2007. La empresa Orcosu fue perjudicada en una maniobra en la que también participó Vilte, esta vez con el nombre ficticio de Miguel Angel Díaz. La firma santafesina tiene ocho mil hectáreas Rivadavia (matrícula 486).
En 2007, Carlos Páez adulteró documentos de la sociedad y actas de asamblea para transferir el terreno a Díaz. Esa operación se concretó ante el escribano Vélez. Mario Actis Marquet, apoderado legal de la compañía, dijo que se enteraron cuando quisieron pagar los impuestos en Rentas. La causa está en la Fiscalía Penal de Delitos Económicos N§ 2.
En el Juzgado de Instrucción Formal Sexta Nominación hay otro expediente en el que figura Miguel Angel Díaz junto a Rafael Sanabria como representantes de Vitivinícolas Calchaquí S.A. En Cayafate transfieren un inmueble a Víctor Ferreira, pero su verdadera identidad sería Eduardo Chocobar. Como escribano actuó Vélez.
Identidades falsas
Héctor Vilte quedó involucrado en las maniobras que llevó adelante la asociación ilícita que comandaban Daniel Palacios y el contador Rogelio Guaymás. Así lo demuestran documentos truchos con los que fue parte activa en la transferencias de fincas ajenas. En ventas truchas de Anta operó como Cristian Sánchez.
En Rivadavia utilizó el nombre falso de Miguel Díaz para traspasar a terceros ocho mil hectáreas que le pertenecen a la empresa Orcosu. Con esa identidad también figura en otra transferencia en Cafayate.