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Cómo sobreviven los bomberos voluntarios

Domingo, 29 de septiembre de 2013 02:49

 “Todo es posible”, bajo esta premisa se fundaron los Bomberos Voluntarios de la Argentina a fines del 1800.

Día tras día ellos siguen demostrando que es así, que se puede. Pese a la falta de fondos, a la poca disponibilidad de tiempo, a la falta de elementos, al olvido oficial a su trabajo. En silencio, a paso firme y con energía los Bomberos Voluntarios trabajan todo el año: apagan incendios, asisten accidentes de tránsito y colaboran con la atención a los damnificados por inundaciones. Y esto por decir algo.

Juan Walter Chávez, comandante de los Bomberos Voluntarios Martín Miguel de Güemes de Capital, recibió a El Tribuno y aseguró que “el gobierno de la provincia ha invertido en Bomberos Voluntarios para equiparlos. Sin embargo hay una falla: invirtieron solo en el interior. A Tartagal le dieron dos autobombas, Güemes tiene dos y en poco tiempo le llega una tercera. Cafayate tiene también dos autobombas, Rosario de la Frontera tiene tres.
Mientras en Salta capital donde tenemos la mayor cantidad de población no tiene nada”.

Bomberos Voluntarios Martín Miguel de Güemes fue fundado en 1979 y desde entonces ha crecido gracias del aporte de la comunidad. “Nunca durante todos estos años hemos recibido alguna donación del gobierno. Jamas nos dijeron ‘acá tienen una autobomba por el trabajo que hacen’”, contó Chávez.

En lo que respecta a fondos para la construcción y mejora del destacamento ubicado en Alberdi casi esquina Corrientes, Chávez destacó que le entregaron una primera etapa de fondos para la construcción de una cocina, baños y dormitorios para los voluntarios. Sin embargo la segunda etapa no se concretó. “Se realizó un reclamo al gobierno provincial y comenzaron a mandar el dinero en cuentagotas”, explicó.

Pero bueno no todas son malas, gracias a la gestión de los comandantes de los destacamentos de voluntarios, ahora los bomberos cuentan con un seguro de vida y obra social que los está brindando el Estado provincial.
Pese a estar estipulado dentro de la Ley 7.037, que tiene una vigencia de 15 años, nunca se plasmó en los hechos. “La ley no obliga la Estado, expresa un deseo, no hay una obligación. Por eso exigimos que al menos
este punto de seguridad para nuestros compañeros se haga realidad. En otras provincias las cosas no son así”, contó el comandante. 

Codo con codo

Bomberos Voluntarios trabaja en forma conjunta con los Bomberos de la Policía de la Provincia. 
Bomberos de la Policía de la Provincia cuenta con 15 efectivos por turno y una autobomba en el destacamento del centro de la Ciudad. Estos efectivos atienden los llamados de urgencia de la zona centro y norte de Salta. Para las urgencias de la zona sur se cuenta con una camioneta que tiene una capacidad de 1.500 litros y una autobomba fuera de servicio. Por tal motivo, cuando se presenta un siniestro en la zona sur de la Capital quienes asisten son los Bomberos Voluntarios de la calle Alberdi.

En el caso de que la urgencia se presenté en la ahora poblada zona norte, los Bomberos de la Policía reciben el apoyo de la Brigada Solidaria de la calle 12 de octubre. “Tenemos las mismas salidas que los bomberos de la Policía. La Brigada Solidaria es un grupo de reciente formación y cuenta solo con una autobomba para uso rural”, destacó Chávez. Los bomberos Martín Miguel de Güemes tienen una guardia permanente de 6 efectivos por turno.

Todos ellos trabajan y deben acomodar sus tiempos para poder cumplir con su compromiso con la sociedad.
Antonio Gerónimo, comisario perito de los Bomberos de la Policía de la Provincia aseguró que trabajan en  conjunta con los Voluntarios, la Brigada forestal de Defensa Civil y la Municipalidad.

Números ajustados

“El apoyo moral a mí no me sirve. A mí me sirve el apoyo económico. Hace una semana, en una salida de
dañaron dos cubiertas de una autobomba. El arreglo de cada una tiene un costo de $4.500”, contó Chávez.

Los fondos del destacamento Martín Miguel de Güemes provienen de las rifas, de los servicios privados a
eventos y de un fondo anual de 200 mil pesos que envía la Nación. Desde la provincia no reciben subsidios permanentes. En 2010 recibieron un aporte único de 7 mil pesos, en 2011 les entragos 50 mil pesos en
cinco cuotas de 5 mil para terminar la construcción del cuartel.Y en 2013 lograron un aporte de 12 mil pesos
por 10 meses para la continuidad de las obras. Desde la Municipalidad colaboran con combustible, y próximamente por decreto recibirán 5 mil pesos mensuales y en forma perramente. Parte de estos fondos es para costear el mantenimiento de las unidades y la compra del equipamiento estructural (trajes especiales).

Un ejemplo de en qué se va el dinero es el precio que tiene el equipo de protección de un bombero: $7.000.

Aprovisionamiento de agua

 “En algunas áreas de la Ciudad hay bombas pero por la falta de presión no alcanza para sofocar un incendio.
Desde Aguas del Norte aclararon que no se puede mejorar este servicio porque se afectaría el suministro de
agua en las viviendas”, relató Gerónimo de Bomberos de la Policía.

Por otro lado, ahora Aguas del Norte aplica un programa de camiones cisterna para recargar las autobombas en forma inmediata durante un incendio. Tanto Gerónimo como Chávez destacaron los buenos resultados. de este sistema. Contra el fuego y enfrentando al peligro, pese a la falta de recursos, en silencio, sin promulgar lo mucho que hacen todos los días, los Bomberos asisten a la ciudadanía salteña. Tal vez llegó el momento de mirar sus pasos silenciosos y dar una mano.

Una creación
de inmigrantes


Durante el gobierno del general Ju-lio Argentino Roca (1880-1886) se produjo en Argentina lo que posteriormente se conoció como “aluvión inmigratorio”. Italianos, holandeses, alemanes y españoles se embarcaron para
América sin saber con precisión adónde iban ni como eran estas lejanas regiones.

Una gran mayoría de estos inmigrantes decidió quedarse en la provincia de Buenos Aires. En 1884, en un populoso barrio de la Capital Federal, nació la primera Sociedad de Bomberos Voluntarios del país, bajo el lema “querer es poder”.

Las construcciones eran, en aquellos tiempos, casi todas de madera y zinc, y por eso ofrecían un continuo y serio peligro para la población. Se necesitaba una entidad que asumiese su defensa. Así un grupo de ciudadanos fundó “Sociedad Pompieri Voluntari Della Boca”. Estos primeros hombres, que se organizaron y dedicaron una parte de su tiempo al cuidado de la ciudadanía fueron Lázaro Baglietto, Tomás Liberti, Luis Polinelli entre otros.

Carlos Ferlise,presidente de la Federación de Bomberos de la República Argentina

“Es un buen negocio para el
Gobierno apoyar a los bomberos”

Juntan peso por peso, ya sea a través donaciones, bingos, loterías y algún aporte del Estado. Así sobreviven los
bomberos voluntarios de la Argentina. Sin embargo no dejan de luchar. En muchas ocasiones deben hacerle
frente al fuego con los pocos elementos que logran comprar, sufren los desperfectos en sus unidades que pagan como pueden y además en algunas provincias todavía no tienen una cobertura médica a la medida de sus
tareas.

“Es que se trata de ser solidario y buscar lo mejor para la comunidad”, así lo describe el presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios de la República Argentina.

En diálogo con El Tribuno, Carlos Ferlise recuerda “querer es poder” y con esa frase con la que fueron fundados en La Boca sigue su lucha -no solo contra el fuego- en pos de un mejor trabajo de los bomberos.

“Hay provincias que colaboran con sus bomberos, otras no tanto” reconoce con tristeza Ferlise. Eso no lo desanima. Apuesta al diálogo y apela a los hombres de la política para poder mejorar el servicio que hoy -sin paga- brindan a la comunidad.

¿Cuál es la situación de los bombe-ros voluntarios?

A nivel nacional la situación es muy dispar. Pese a que nuestro país es un país federal, hay provincias que aportan mucho a sus bomberos voluntarios y otras no tanto. A nivel nacional hay un aporte importante que sale del 3,2 por mil de un seguro. Es una ley que ya tiene 10 años y de alguna manera reciben algo así como unos
200 mil pesos al mes por cada cuartel de bomberos. En realidad esto no es suficiente pero bueno no está mal.
Algunas provincias han entendido y apoyan con sus fondos, con lo cual se hace una ecuación perfecta, donde además se suman algunos intendentes que cooperan con su cuartel de bomberos. La ayuda de los tres estados en algunas provincias está funcionando muy bien. No es la información que tenemos de Salta, si bien algún aporte de vez en cuando, lo que se da es insuficiente. Habría que ver la forma de dialogar con el Poder Ejecutivo o con la Legislatura para ver de que manera se puede aportar o ayudar más a los bomberos salteños.

Se podría decir que el personal y el material con el que trabajan es insuficiente para el crecimiento que tuvo
Salta...

Eso es un tema. Nosotros siempre estamos para apoyar, para cooperar. Permanentemente viajamos a las provincias para hablar con los legisladores. Hace unas semanas estuvimos con el gobernador del Chaco.
Chaco tenía olvidados a sus bomberos y bueno ahora Jorge Capitanich quiere darle impulso, sancionar leyes. Y bueno este es un tema que se debe trabajar en equipo. Hablar con los hombres de la política, que deberían apoyar más a los bomberos voluntarios. Supongase que los quisiera estatizar tendrían que triplicar sus gastos, para algunas provincias eso sería una locura. Siempre, entre comillas, es buen negocio para los gobiernos apoyar a los bomberos voluntarios porque se ahorran muchísimo dinero con nuestros servicios. Es un servicio esencial, profesional que toda la comunidad sabe que se requiere como se requiere la policía, como se requiere la asistencia médica.  Creo que son tres patas importantes que hacen a la seguridad de cada comunidad.

¿No sería mejor estatizar el servicio?

Hay varios factores que lo hacen difícil.Tendrían que modificar el presupuesto, porque hay que multiplicar las horas, el equipamiento, es muchísimo dinero. Hay que buscar el nicho económico para incentivar esta tarea.
Esto es más bien una función social y con la estatización lo que se logra es cancelar el compromiso social. Se cortan las inquietudes de cualquier ciudadano argentino que tenga ganas de ser solidario y ser bombero voluntario.  Sería una pena, porque los bomberos voluntarios nacen de su propia comunidad. Nadie los manda a cumplir esa tarea.  Son vecinos que se juntan y logran las asociaciones, con un apoyo del gobierno se podría tener un mejor equipamiento, no todo es dinero.

En el caso de Salta, la legislación actual habla de que los bomberos voluntarios, no reciben ningún aporte

Tener la posibilidad de un salario caído es interesante, pero lo que pasa es que hay que buscar consenso entre los autoridades. No necesariamente hay que crear un impuesto. Hay que conversar para buscar dinero para equipar mejor a los bomberos.

¿Cuál es la atención médica que re-ciben los bomberos voluntarios?

A nivel nacional hay seguros de vida y por incapacidad, y además reciben atención médica de los servicios públicos.

En otros países existe el servicio de agua a través de conexiones en la calle destinada para el uso exclusivo de los bomberos...¿En un sueño pensar que eso pase en Argentina?

Todos los países del primer mundo tienen ese sistema, la Ciudad de Buenos Aires lo tienen y algunas ciudades del conurbano también lo tienen. No, no es sueño. Lo que pasa es que es muy costoso para un estado municipal o provincial.  Esas son redes de incendio que en cualquier país del mundo la tiene por legislación. Pero bueno tienen otra realidad económica.

Se podría analizar la posibilidad de dar el primer paso e ir implementándolo...

Si se quiere empezar por Salta, lo que deben hacer el municipio y la provincia es hacer una licitación, y hay miles de empresas que con seguridad se presentarán. Pero todo pasa por el dinero. Se puede hacer y es una decisión de los hombres de la política. “Querer es poder”, así se dijo en 1884 cuando nos fundaron en La Boca. Y de eso ya hace 130 años y eso sigue vigente.

¿Cuál es el ideal de la cantidad de bomberos por población?

La relación sería un bombero cada 100 habitantes. Sería lo correcto.

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 “Todo es posible”, bajo esta premisa se fundaron los Bomberos Voluntarios de la Argentina a fines del 1800.

Día tras día ellos siguen demostrando que es así, que se puede. Pese a la falta de fondos, a la poca disponibilidad de tiempo, a la falta de elementos, al olvido oficial a su trabajo. En silencio, a paso firme y con energía los Bomberos Voluntarios trabajan todo el año: apagan incendios, asisten accidentes de tránsito y colaboran con la atención a los damnificados por inundaciones. Y esto por decir algo.

Juan Walter Chávez, comandante de los Bomberos Voluntarios Martín Miguel de Güemes de Capital, recibió a El Tribuno y aseguró que “el gobierno de la provincia ha invertido en Bomberos Voluntarios para equiparlos. Sin embargo hay una falla: invirtieron solo en el interior. A Tartagal le dieron dos autobombas, Güemes tiene dos y en poco tiempo le llega una tercera. Cafayate tiene también dos autobombas, Rosario de la Frontera tiene tres.
Mientras en Salta capital donde tenemos la mayor cantidad de población no tiene nada”.

Bomberos Voluntarios Martín Miguel de Güemes fue fundado en 1979 y desde entonces ha crecido gracias del aporte de la comunidad. “Nunca durante todos estos años hemos recibido alguna donación del gobierno. Jamas nos dijeron ‘acá tienen una autobomba por el trabajo que hacen’”, contó Chávez.

En lo que respecta a fondos para la construcción y mejora del destacamento ubicado en Alberdi casi esquina Corrientes, Chávez destacó que le entregaron una primera etapa de fondos para la construcción de una cocina, baños y dormitorios para los voluntarios. Sin embargo la segunda etapa no se concretó. “Se realizó un reclamo al gobierno provincial y comenzaron a mandar el dinero en cuentagotas”, explicó.

Pero bueno no todas son malas, gracias a la gestión de los comandantes de los destacamentos de voluntarios, ahora los bomberos cuentan con un seguro de vida y obra social que los está brindando el Estado provincial.
Pese a estar estipulado dentro de la Ley 7.037, que tiene una vigencia de 15 años, nunca se plasmó en los hechos. “La ley no obliga la Estado, expresa un deseo, no hay una obligación. Por eso exigimos que al menos
este punto de seguridad para nuestros compañeros se haga realidad. En otras provincias las cosas no son así”, contó el comandante. 

Codo con codo

Bomberos Voluntarios trabaja en forma conjunta con los Bomberos de la Policía de la Provincia. 
Bomberos de la Policía de la Provincia cuenta con 15 efectivos por turno y una autobomba en el destacamento del centro de la Ciudad. Estos efectivos atienden los llamados de urgencia de la zona centro y norte de Salta. Para las urgencias de la zona sur se cuenta con una camioneta que tiene una capacidad de 1.500 litros y una autobomba fuera de servicio. Por tal motivo, cuando se presenta un siniestro en la zona sur de la Capital quienes asisten son los Bomberos Voluntarios de la calle Alberdi.

En el caso de que la urgencia se presenté en la ahora poblada zona norte, los Bomberos de la Policía reciben el apoyo de la Brigada Solidaria de la calle 12 de octubre. “Tenemos las mismas salidas que los bomberos de la Policía. La Brigada Solidaria es un grupo de reciente formación y cuenta solo con una autobomba para uso rural”, destacó Chávez. Los bomberos Martín Miguel de Güemes tienen una guardia permanente de 6 efectivos por turno.

Todos ellos trabajan y deben acomodar sus tiempos para poder cumplir con su compromiso con la sociedad.
Antonio Gerónimo, comisario perito de los Bomberos de la Policía de la Provincia aseguró que trabajan en  conjunta con los Voluntarios, la Brigada forestal de Defensa Civil y la Municipalidad.

Números ajustados

“El apoyo moral a mí no me sirve. A mí me sirve el apoyo económico. Hace una semana, en una salida de
dañaron dos cubiertas de una autobomba. El arreglo de cada una tiene un costo de $4.500”, contó Chávez.

Los fondos del destacamento Martín Miguel de Güemes provienen de las rifas, de los servicios privados a
eventos y de un fondo anual de 200 mil pesos que envía la Nación. Desde la provincia no reciben subsidios permanentes. En 2010 recibieron un aporte único de 7 mil pesos, en 2011 les entragos 50 mil pesos en
cinco cuotas de 5 mil para terminar la construcción del cuartel.Y en 2013 lograron un aporte de 12 mil pesos
por 10 meses para la continuidad de las obras. Desde la Municipalidad colaboran con combustible, y próximamente por decreto recibirán 5 mil pesos mensuales y en forma perramente. Parte de estos fondos es para costear el mantenimiento de las unidades y la compra del equipamiento estructural (trajes especiales).

Un ejemplo de en qué se va el dinero es el precio que tiene el equipo de protección de un bombero: $7.000.

Aprovisionamiento de agua

 “En algunas áreas de la Ciudad hay bombas pero por la falta de presión no alcanza para sofocar un incendio.
Desde Aguas del Norte aclararon que no se puede mejorar este servicio porque se afectaría el suministro de
agua en las viviendas”, relató Gerónimo de Bomberos de la Policía.

Por otro lado, ahora Aguas del Norte aplica un programa de camiones cisterna para recargar las autobombas en forma inmediata durante un incendio. Tanto Gerónimo como Chávez destacaron los buenos resultados. de este sistema. Contra el fuego y enfrentando al peligro, pese a la falta de recursos, en silencio, sin promulgar lo mucho que hacen todos los días, los Bomberos asisten a la ciudadanía salteña. Tal vez llegó el momento de mirar sus pasos silenciosos y dar una mano.

Una creación
de inmigrantes


Durante el gobierno del general Ju-lio Argentino Roca (1880-1886) se produjo en Argentina lo que posteriormente se conoció como “aluvión inmigratorio”. Italianos, holandeses, alemanes y españoles se embarcaron para
América sin saber con precisión adónde iban ni como eran estas lejanas regiones.

Una gran mayoría de estos inmigrantes decidió quedarse en la provincia de Buenos Aires. En 1884, en un populoso barrio de la Capital Federal, nació la primera Sociedad de Bomberos Voluntarios del país, bajo el lema “querer es poder”.

Las construcciones eran, en aquellos tiempos, casi todas de madera y zinc, y por eso ofrecían un continuo y serio peligro para la población. Se necesitaba una entidad que asumiese su defensa. Así un grupo de ciudadanos fundó “Sociedad Pompieri Voluntari Della Boca”. Estos primeros hombres, que se organizaron y dedicaron una parte de su tiempo al cuidado de la ciudadanía fueron Lázaro Baglietto, Tomás Liberti, Luis Polinelli entre otros.

Carlos Ferlise,presidente de la Federación de Bomberos de la República Argentina

“Es un buen negocio para el
Gobierno apoyar a los bomberos”

Juntan peso por peso, ya sea a través donaciones, bingos, loterías y algún aporte del Estado. Así sobreviven los
bomberos voluntarios de la Argentina. Sin embargo no dejan de luchar. En muchas ocasiones deben hacerle
frente al fuego con los pocos elementos que logran comprar, sufren los desperfectos en sus unidades que pagan como pueden y además en algunas provincias todavía no tienen una cobertura médica a la medida de sus
tareas.

“Es que se trata de ser solidario y buscar lo mejor para la comunidad”, así lo describe el presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios de la República Argentina.

En diálogo con El Tribuno, Carlos Ferlise recuerda “querer es poder” y con esa frase con la que fueron fundados en La Boca sigue su lucha -no solo contra el fuego- en pos de un mejor trabajo de los bomberos.

“Hay provincias que colaboran con sus bomberos, otras no tanto” reconoce con tristeza Ferlise. Eso no lo desanima. Apuesta al diálogo y apela a los hombres de la política para poder mejorar el servicio que hoy -sin paga- brindan a la comunidad.

¿Cuál es la situación de los bombe-ros voluntarios?

A nivel nacional la situación es muy dispar. Pese a que nuestro país es un país federal, hay provincias que aportan mucho a sus bomberos voluntarios y otras no tanto. A nivel nacional hay un aporte importante que sale del 3,2 por mil de un seguro. Es una ley que ya tiene 10 años y de alguna manera reciben algo así como unos
200 mil pesos al mes por cada cuartel de bomberos. En realidad esto no es suficiente pero bueno no está mal.
Algunas provincias han entendido y apoyan con sus fondos, con lo cual se hace una ecuación perfecta, donde además se suman algunos intendentes que cooperan con su cuartel de bomberos. La ayuda de los tres estados en algunas provincias está funcionando muy bien. No es la información que tenemos de Salta, si bien algún aporte de vez en cuando, lo que se da es insuficiente. Habría que ver la forma de dialogar con el Poder Ejecutivo o con la Legislatura para ver de que manera se puede aportar o ayudar más a los bomberos salteños.

Se podría decir que el personal y el material con el que trabajan es insuficiente para el crecimiento que tuvo
Salta...

Eso es un tema. Nosotros siempre estamos para apoyar, para cooperar. Permanentemente viajamos a las provincias para hablar con los legisladores. Hace unas semanas estuvimos con el gobernador del Chaco.
Chaco tenía olvidados a sus bomberos y bueno ahora Jorge Capitanich quiere darle impulso, sancionar leyes. Y bueno este es un tema que se debe trabajar en equipo. Hablar con los hombres de la política, que deberían apoyar más a los bomberos voluntarios. Supongase que los quisiera estatizar tendrían que triplicar sus gastos, para algunas provincias eso sería una locura. Siempre, entre comillas, es buen negocio para los gobiernos apoyar a los bomberos voluntarios porque se ahorran muchísimo dinero con nuestros servicios. Es un servicio esencial, profesional que toda la comunidad sabe que se requiere como se requiere la policía, como se requiere la asistencia médica.  Creo que son tres patas importantes que hacen a la seguridad de cada comunidad.

¿No sería mejor estatizar el servicio?

Hay varios factores que lo hacen difícil.Tendrían que modificar el presupuesto, porque hay que multiplicar las horas, el equipamiento, es muchísimo dinero. Hay que buscar el nicho económico para incentivar esta tarea.
Esto es más bien una función social y con la estatización lo que se logra es cancelar el compromiso social. Se cortan las inquietudes de cualquier ciudadano argentino que tenga ganas de ser solidario y ser bombero voluntario.  Sería una pena, porque los bomberos voluntarios nacen de su propia comunidad. Nadie los manda a cumplir esa tarea.  Son vecinos que se juntan y logran las asociaciones, con un apoyo del gobierno se podría tener un mejor equipamiento, no todo es dinero.

En el caso de Salta, la legislación actual habla de que los bomberos voluntarios, no reciben ningún aporte

Tener la posibilidad de un salario caído es interesante, pero lo que pasa es que hay que buscar consenso entre los autoridades. No necesariamente hay que crear un impuesto. Hay que conversar para buscar dinero para equipar mejor a los bomberos.

¿Cuál es la atención médica que re-ciben los bomberos voluntarios?

A nivel nacional hay seguros de vida y por incapacidad, y además reciben atención médica de los servicios públicos.

En otros países existe el servicio de agua a través de conexiones en la calle destinada para el uso exclusivo de los bomberos...¿En un sueño pensar que eso pase en Argentina?

Todos los países del primer mundo tienen ese sistema, la Ciudad de Buenos Aires lo tienen y algunas ciudades del conurbano también lo tienen. No, no es sueño. Lo que pasa es que es muy costoso para un estado municipal o provincial.  Esas son redes de incendio que en cualquier país del mundo la tiene por legislación. Pero bueno tienen otra realidad económica.

Se podría analizar la posibilidad de dar el primer paso e ir implementándolo...

Si se quiere empezar por Salta, lo que deben hacer el municipio y la provincia es hacer una licitación, y hay miles de empresas que con seguridad se presentarán. Pero todo pasa por el dinero. Se puede hacer y es una decisión de los hombres de la política. “Querer es poder”, así se dijo en 1884 cuando nos fundaron en La Boca. Y de eso ya hace 130 años y eso sigue vigente.

¿Cuál es el ideal de la cantidad de bomberos por población?

La relación sería un bombero cada 100 habitantes. Sería lo correcto.

 

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