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El legado olímpico de Tokio se impuso al desastre de Fukushima

Sabado, 07 de septiembre de 2013 19:43

Dentro de los pros y las contras de cada una de las tres ciudades candidatas para recibir los Juegos Olímpicos 2020, quizás uno de los principales problemas los tenía Tokio, para convencer a los miembros del COI de que el desastre nuclear de Fukushima en 2011, había quedado atrás.
Tokio, capital de Japón y que cuenta con 13,23 millones de habitantes, organizó los Juegos Olímpicos en 1964 y justamente esa fue su principal arma.
Porque el plano olímpico para 2020, incluye la división de la zona de competición en dos: una nueva frente al mar y otra bautizada como "Patrimonio", con la remodelación de sitios que  utilizaron en 1964, como el Estadio Olímpico Nacional, que albergará las disciplinas de atletismo, el debutante rugby seven y la final del fútbol masculino.
Esta situación responde totalmente a uno de los criterios más importantes del denominado "espíritu" olímpico, que aunque luego de cada Juego suele quedar a un lado, el COI pugna en todas sus sus declaraciones.
Tokio, que también había presentado candidatura para organizar los JJOO en 1960 y 2016, tiene un presupuesto estimado de 3.420 millones de dólares (2.600 millones de euros).
La factura estimada incluyendo la construcción de las infraestructuras es de 8.300 millones de dólares (6.300 millones de euros).
Dentro de los factores positivos, la delegación japonesa hizo mucho hincapié en el lema de "descubrir el mañana", con unos Juegos "muy compactos".
Tokio adaptó el proyecto que defendió en su postulación para 2016, con algunas mejoras, pero su ambición olímpica se beneficia actualmente, a diferencia de entonces, de un notable apoyo popular.
La capital japonesa tocó la fibra sensible al explicar sus razones por reanudar la carrera olímpica en 2011. Señaló que era una manera de devolver la esperanza a las personas después del terremoto y el tsunami que devastó el noroeste del país en mayo de ese año.
Finalmente la candidatura japonesa apeló en las últimas fechas a que los Juegos estarían "en buenas manos" con Tokio, presumiendo de tener 4.500 millones de dólares (3.400 millones de euros) en un fondo especial destinado a cubrir la cita olímpica.

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Dentro de los pros y las contras de cada una de las tres ciudades candidatas para recibir los Juegos Olímpicos 2020, quizás uno de los principales problemas los tenía Tokio, para convencer a los miembros del COI de que el desastre nuclear de Fukushima en 2011, había quedado atrás.
Tokio, capital de Japón y que cuenta con 13,23 millones de habitantes, organizó los Juegos Olímpicos en 1964 y justamente esa fue su principal arma.
Porque el plano olímpico para 2020, incluye la división de la zona de competición en dos: una nueva frente al mar y otra bautizada como "Patrimonio", con la remodelación de sitios que  utilizaron en 1964, como el Estadio Olímpico Nacional, que albergará las disciplinas de atletismo, el debutante rugby seven y la final del fútbol masculino.
Esta situación responde totalmente a uno de los criterios más importantes del denominado "espíritu" olímpico, que aunque luego de cada Juego suele quedar a un lado, el COI pugna en todas sus sus declaraciones.
Tokio, que también había presentado candidatura para organizar los JJOO en 1960 y 2016, tiene un presupuesto estimado de 3.420 millones de dólares (2.600 millones de euros).
La factura estimada incluyendo la construcción de las infraestructuras es de 8.300 millones de dólares (6.300 millones de euros).
Dentro de los factores positivos, la delegación japonesa hizo mucho hincapié en el lema de "descubrir el mañana", con unos Juegos "muy compactos".
Tokio adaptó el proyecto que defendió en su postulación para 2016, con algunas mejoras, pero su ambición olímpica se beneficia actualmente, a diferencia de entonces, de un notable apoyo popular.
La capital japonesa tocó la fibra sensible al explicar sus razones por reanudar la carrera olímpica en 2011. Señaló que era una manera de devolver la esperanza a las personas después del terremoto y el tsunami que devastó el noroeste del país en mayo de ese año.
Finalmente la candidatura japonesa apeló en las últimas fechas a que los Juegos estarían "en buenas manos" con Tokio, presumiendo de tener 4.500 millones de dólares (3.400 millones de euros) en un fondo especial destinado a cubrir la cita olímpica.

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