A medida que se acorta el tiempo para las PASO provinciales, los heridos en la batalla dentro del PJ van aumentando en número y en resentimiento.
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A medida que se acorta el tiempo para las PASO provinciales, los heridos en la batalla dentro del PJ van aumentando en número y en resentimiento.
Es factible considerar que el proceso de internas en los partidos -y sobre todo en el justicialismo- dejará este tipo de daños colaterales, pero es inocultable que en el PJ habrá mucha sangre derramada (y no precisamente la misma sangre) en el afán de ganar espacios para las elecciones generales de octubre y noviembre.
Las reglas de juego impuestas por el vértice del poder partidario en la provincia establecen claramente que el que sirva a los intereses políticos de Juan Manuel Urtubey y de su hermano Rodolfo tendrán chances de seguir en carrera. El resto es absolutamente descartable.
Es así que la derrota electoral del Partido Justicialista en Salta capital durante las últimas elecciones, ha trastocado esta interna en una frenética carrera por ver quién es el menos descartable y al parecer hay uno que va perdiendo oxígeno.
“Le soltaron la mano. Nadie lo atiende. No lo quieren. El Indio está como loco”. Todas las frases hacen referencia en los pasillos del PJ al presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy. Sus promotores son aquellos que se fueron transformando en enemigos políticos a lo largo de su presidencia en la cámara Baja.
Solapadamente el intendente Miguel Isa aparece con sus referentes y lo que antes era una elegante pirotecnia verbal entre ambos, hoy es una confrontación de “hacha y tiza”, aunque con estrategias muy diferentes.
El Indio propone una pelea a cara limpia, pero Miguel opera muy bien desde la periferia y no se embarra. Intuye -o sabe- que es el menos descartable y que eso es una enorme ventaja en esta carrera.
El ejemplo es práctico: Godoy quiso reavivar la dramática discusión de los impuestos municipales y sugirió que se podrían reducir en un 30%; un golpe a la mandíbula de Miguel Isa.
El jefe comunal capitalino no respondió. Tampoco hubo una respuesta oficial, pero sí una muestra de pura estrategia. Todos los consultados en el ámbito de la Municipalidad capitalina se manifestaron con una respuesta similar y pidieron reservas.
“Con 1.400 AP (agrupamiento político) y el manejo discrecional de 150 millones de pesos anuales en Diputados, es fácil pedir que se reduzca un 30% de los impuestos municipales. Pero eso es demagogia barata y charlatanería de alguien que no tiene argumentos y que está llegando al final de su ciclo”.
La frase es abrumadora y parece salida de un libreto; analizada y estructurada con un mensaje agresivo en el que Isa aparece al margen, pero que deja un eco de fondo en la estructura del PJ: Urtubey ya no necesita del Indio y el plan es desterrarlo. Voluntarios hay de sobra.