¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

25°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Los camellos dejaron sus huellas

Domingo, 05 de enero de 2014 19:54

Historias de Reyes Magos sobran, pero la que me contó Carolina Robles, compañera de trabajo, es muy tierna. Ella recuerda que como todo niño sus padres la incentivaba a juntar pasto y ponerle agua a los visitantes. Con sus hermanas compartían los preparativos con todo cariño y llegada la noche, como muchas noches de Reyes, se hacía presente la lluvia. Así fue que esa noche especial sus padres se quedaron haciendo el aguante a la llegada de los camellos, mientras ellos intentaban dormir.
Pero, pasada la media noche... cha chan chan... un ruido en la puerta los alertó. Dice Carito que sus padres les contaron, que despacito y sigilosamente se acercaron a la puerta y la abrieron lentamente con chirrido de película de misterio, o sea chirrrrrr, y de pronto... cha chan chan, en la puerta vieron al visitante..., un inmenso perro callejero mojado hasta el pensamiento. Allí salió la magia, los reyes dejaron entrar al can, que se dirigió derecho a olfatear lo que habían puesto los niños al pie del arbolito y en su recorrida había dejado las huellas de sus garras en el piso. Al otro día temprano fue el escándalo. Todos los niños de la cuadra reunidos en la casa de Carito. Y claro, la noticia era para primicia de Crónica: “Los Reyes Magos existen, los camellos dejaron sus huellas hasta cerquita de los zapatos”. ¿Churo no?

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Historias de Reyes Magos sobran, pero la que me contó Carolina Robles, compañera de trabajo, es muy tierna. Ella recuerda que como todo niño sus padres la incentivaba a juntar pasto y ponerle agua a los visitantes. Con sus hermanas compartían los preparativos con todo cariño y llegada la noche, como muchas noches de Reyes, se hacía presente la lluvia. Así fue que esa noche especial sus padres se quedaron haciendo el aguante a la llegada de los camellos, mientras ellos intentaban dormir.
Pero, pasada la media noche... cha chan chan... un ruido en la puerta los alertó. Dice Carito que sus padres les contaron, que despacito y sigilosamente se acercaron a la puerta y la abrieron lentamente con chirrido de película de misterio, o sea chirrrrrr, y de pronto... cha chan chan, en la puerta vieron al visitante..., un inmenso perro callejero mojado hasta el pensamiento. Allí salió la magia, los reyes dejaron entrar al can, que se dirigió derecho a olfatear lo que habían puesto los niños al pie del arbolito y en su recorrida había dejado las huellas de sus garras en el piso. Al otro día temprano fue el escándalo. Todos los niños de la cuadra reunidos en la casa de Carito. Y claro, la noticia era para primicia de Crónica: “Los Reyes Magos existen, los camellos dejaron sus huellas hasta cerquita de los zapatos”. ¿Churo no?

Gaby Estrada recuerda: “Las zapatillas tenían que estar limpitas, no vaya a ser cosa que el olor los despiste jejeje...”. María Fanny Lucena inicia con una carcajada su relato: “Me metía bajo la cama con mis hermanos para poder descubrirlos... pero nos quedábamos dormidos”.

Daniela Postigo lo deschava a sus Reyes: “Les ponía agua, pero también me hacían ponerle vinito jajajaja”.

Hugo Alberto Suárez: “El regalo era por lo general la indumentaria de tu equipo preferido, los sacachispas o la capa del zorro”.

El “Chochi” Varela dice lo suyo: “Cómo venían con sed.... había que ponerle algo pa’ que tomen... menos agua... alguito llámese Vermouth, vino Parrales o Tunquelén con soda y un baldecito de hielo.... y a dormir temprano o corría riesgo el regalo. ¡Qué linda ilusión! ¡Feliz día de Reyes!

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD