Para Gimnasia fue como encontrar agua en el desierto

Decir que Gimnasia y Tiro jugó bien, que fue otro equipo, que mostró otra cara, que fue más sólido, es faltarle el respeto a la inteligencia del hincha, al igual que el entrenador Luis Rueda, ellos saben que el albo apenas "maquilló" su cara. Tampoco había que pedirle un cambio más radical a un técnico que apenas trabajó durante tres días con el plantel. Mucho no podía hacer, sólo levantarle el ánimo a un equipo que venía golpeado y perdiendo por nocaut cada una de sus peleas.

Gimnasia y Tiro volvió a jugar tan mal como lo hizo durante la última era de Salvador Ragusa. Fue un equipo largo, sin fútbol y con poca convicción a la hora de jugar y atacar. Y su talón de Aquiles continúa siendo el mediocampo. Salvo Daniel Ramasco que metió en todas partes, que corrió hasta para "atorar" al arquero de Mitre de Santiago del Estero a los 45' del segundo tiempo, el resto hizo agua por todas partes. Basualdo no defendió ni atacó. Vazzoler convirtió el penal y nada más. Mambrú Villarreal tuvo más sacrificio, aunque con la pelota en los pies volvió a equivocarse una y mil veces. Adelante, el trabajo de Bielkewicz fue flojísimo, mientras que Monje debió luchar casi siempre sólo, en desventaja. Atrás el Bocha Rodríguez volvió a cumplir al igual que el Colorado Vega. Muchas dudas de nuevo en Susso, y Aguirre sin el timing necesario, ya que volvió a jugar luego de una rueda completa. La diferencia sustancial estuvo en que esta vez Gimnasia y Tiro no perdió. Rescató un punto positivo que para el albo es como haber encontrado agua en el desierto, y esto le dará la tranquilidad necesaria al Cóndor Rueda para continuar con su trabajo.

Decir que Gimnasia y Tiro jugó bien, que fue otro equipo, que mostró otra cara, que fue más sólido, es faltarle el respeto a la inteligencia del hincha, al igual que el entrenador Luis Rueda, ellos saben que el albo apenas "maquilló" su cara. Tampoco había que pedirle un cambio más radical a un técnico que apenas trabajó durante tres días con el plantel. Mucho no podía hacer, sólo levantarle el ánimo a un equipo que venía golpeado y perdiendo por nocaut cada una de sus peleas.

Gimnasia y Tiro volvió a jugar tan mal como lo hizo durante la última era de Salvador Ragusa. Fue un equipo largo, sin fútbol y con poca convicción a la hora de jugar y atacar. Y su talón de Aquiles continúa siendo el mediocampo. Salvo Daniel Ramasco que metió en todas partes, que corrió hasta para "atorar" al arquero de Mitre de Santiago del Estero a los 45' del segundo tiempo, el resto hizo agua por todas partes. Basualdo no defendió ni atacó. Vazzoler convirtió el penal y nada más. Mambrú Villarreal tuvo más sacrificio, aunque con la pelota en los pies volvió a equivocarse una y mil veces. Adelante, el trabajo de Bielkewicz fue flojísimo, mientras que Monje debió luchar casi siempre sólo, en desventaja. Atrás el Bocha Rodríguez volvió a cumplir al igual que el Colorado Vega. Muchas dudas de nuevo en Susso, y Aguirre sin el timing necesario, ya que volvió a jugar luego de una rueda completa. La diferencia sustancial estuvo en que esta vez Gimnasia y Tiro no perdió. Rescató un punto positivo que para el albo es como haber encontrado agua en el desierto, y esto le dará la tranquilidad necesaria al Cóndor Rueda para continuar con su trabajo.