La historia de este encuentro surgió hace tres años cuando la abogada Liz Palavecino se enteró de que un grupo de internas de la Unidad 4 del penal de Villa Las Rosas jugaba al vóley y propuso la idea de que se enfrentaran contra su equipo de Villa Primavera C.
El encuentro amistoso no tardó en llegar y entre otras tantas veces que disputaron partidos por la inclusión, el viernes pasado se llevó a cabo un nuevo cruce denominado Redes de Libertad en el microestadio Delmi.
"Hace mucho tiempo venimos jugando juntas. Es más, en este tiempo fuimos a jugar al penal en varias oportunidades", comentó la abogada y gran responsable de esta movida a El Tribuno.
"Tenemos un buen contacto con ellas, pero solo vamos a jugar. No sabemos el prontuario de cada una porque no hablamos de esas cosas", aclaró.
"Sus situaciones son cosas que no nos molesta ni nos impide hacer estos encuentros. Siempre vamos tranquilas, aunque sabemos que el Servicio Penitenciario toma los recaudos pertinentes", dijo.
Palavecino aseguró que las internas no saben su profesión porque dentro de la cancha eso no importa.
"Ellas saben que cuando cumplan sus condenas están invitadas a jugar en nuestro club", cerró con otro gesto de inclusión.
"Ellas están dispuestas a cambiar sus vidas"
Con 25 años, Gustavo Herrera es docente de gastronomía especialista en cocina y panadería en la Unidad 4 de Villa Las Rosas. Además, es el entrenador de vóley de Las Cuervitas, como las internas se autodenominan.
El joven entrenador se encuentra trabajando en el núcleo 7.042 Rosa Virginia Pelletier. Este es su segundo año como responsable del equipo y no dudó en contar su experiencia a este matutino.
"Es un buen grupo de jugadoras aunque el equipo constantemente sufre modificaciones por la libertad de algunas internas".
Herrera comentó que el entrenamiento se realiza dos veces por semana y que la condición de las internas nunca le generó un problema. "Desde el primer día me trataron muy bien. Son chicas que decididamente están dispuestas a cambiar sus vidas y tienen una muy buena voluntad", dijo.
"A veces alguna se bajonea por el tiempo de encierro, pero con el vóley intentamos que tengan sus cabezas puestas en otra cosa. Por ejemplo, todo este último tiempo se prepararon para el partido con Villa Primavera y les hizo muy bien".
Resultados anecdóticos
El partido denominado Redes de Libertad se jugó entre las 10 y las 12 en el microestadio Delmi a puertas cerradas "para resguardar la integridad física", dijeron las autoridades y ninguna de las internas tuvo permiso de expresarse, porque no contaban con la autorización del juez.
Fueron tres sets los disputados entre Primavera C y Las Cuervitas.
El primero fue a favor de las internas con un resultado de 25 a 22, mientras que los otros dos se los llevó el equipo de la villa.
El segundo set terminó 25 a 21 y el último 15 a 7. Al final hubo aplausos y despedidas.
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La historia de este encuentro surgió hace tres años cuando la abogada Liz Palavecino se enteró de que un grupo de internas de la Unidad 4 del penal de Villa Las Rosas jugaba al vóley y propuso la idea de que se enfrentaran contra su equipo de Villa Primavera C.
El encuentro amistoso no tardó en llegar y entre otras tantas veces que disputaron partidos por la inclusión, el viernes pasado se llevó a cabo un nuevo cruce denominado Redes de Libertad en el microestadio Delmi.
"Hace mucho tiempo venimos jugando juntas. Es más, en este tiempo fuimos a jugar al penal en varias oportunidades", comentó la abogada y gran responsable de esta movida a El Tribuno.
"Tenemos un buen contacto con ellas, pero solo vamos a jugar. No sabemos el prontuario de cada una porque no hablamos de esas cosas", aclaró.
"Sus situaciones son cosas que no nos molesta ni nos impide hacer estos encuentros. Siempre vamos tranquilas, aunque sabemos que el Servicio Penitenciario toma los recaudos pertinentes", dijo.
Palavecino aseguró que las internas no saben su profesión porque dentro de la cancha eso no importa.
"Ellas saben que cuando cumplan sus condenas están invitadas a jugar en nuestro club", cerró con otro gesto de inclusión.
"Ellas están dispuestas a cambiar sus vidas"
Con 25 años, Gustavo Herrera es docente de gastronomía especialista en cocina y panadería en la Unidad 4 de Villa Las Rosas. Además, es el entrenador de vóley de Las Cuervitas, como las internas se autodenominan.
El joven entrenador se encuentra trabajando en el núcleo 7.042 Rosa Virginia Pelletier. Este es su segundo año como responsable del equipo y no dudó en contar su experiencia a este matutino.
"Es un buen grupo de jugadoras aunque el equipo constantemente sufre modificaciones por la libertad de algunas internas".
Herrera comentó que el entrenamiento se realiza dos veces por semana y que la condición de las internas nunca le generó un problema. "Desde el primer día me trataron muy bien. Son chicas que decididamente están dispuestas a cambiar sus vidas y tienen una muy buena voluntad", dijo.
"A veces alguna se bajonea por el tiempo de encierro, pero con el vóley intentamos que tengan sus cabezas puestas en otra cosa. Por ejemplo, todo este último tiempo se prepararon para el partido con Villa Primavera y les hizo muy bien".
Resultados anecdóticos
El partido denominado Redes de Libertad se jugó entre las 10 y las 12 en el microestadio Delmi a puertas cerradas "para resguardar la integridad física", dijeron las autoridades y ninguna de las internas tuvo permiso de expresarse, porque no contaban con la autorización del juez.
Fueron tres sets los disputados entre Primavera C y Las Cuervitas.
El primero fue a favor de las internas con un resultado de 25 a 22, mientras que los otros dos se los llevó el equipo de la villa.
El segundo set terminó 25 a 21 y el último 15 a 7. Al final hubo aplausos y despedidas.