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Astrología Hermética, sus orígenes y cómo llega a nosotros esa sabiduría

Sabado, 13 de diciembre de 2014 00:16
Así como sabemos que desde siempre el hombre se preguntó de dónde venía y para qué estaba en este mundo, también sabemos que los primeros astrólogos de nuestra civilización aria datan de hace más de cinco mil años y su origen se ubica en Medio Oriente y partes de Asia Menor.
El movimiento Hermético de Filosofía, originalmente pagano, parece haberse originado en Medio Oriente, y reúne matices tanto helenísticos como caldeos y Fenicios, además de un indiscutible y antiguo origen egipcio.
Como toda doctrina Gnóstica, el candidato efectuaba su entrenamiento más en la sabiduría y el conocimiento que en la fe. La meta de la enseñanza era, por supuesto, una eventual comunión con la divinidad mediante el reconocimiento de su propia divinidad interna.
Esta idea de inmanencia se oponía notablemente al concepto del Dios trascendente del entonces naciente Cristianismo que luego se consolidó como religión oficial del Imperio Romano, a partir del Concilio de Nicea en el año 325 .
El legado de esta filosofía gnóstica llega a nosotros mediante el Corpus Hermeticum, una colección de manuscritos que agrupa los escritos filosóficos que sobrevivieron.
En un momento se los supuso remanentes de libros egipcios más antiguos que el mismo Pentateuco, aunque la fecha atribuida a éstos, actualmente, no es anterior al año 310 de nuestra era, al menos en la forma presente.
Sin embargo, estos escritos de increíble profundidad filosófica se encuentran plagados de adulteraciones e interpolaciones cristianas. Esto ya lo advierte Madame Blavatsky en su Doctrina Secreta, obra de cinco volúmenes de principios del siglo XX, opinión posteriormente confirmada por eruditos en el tema.
En adición a este Corpus Hermeticum, explica Robert Zoller, también sobrevivió un cúmulo de literatura de índole práctica, consistente en textos alquímicos, mágicos y astrológicos atribuidos a Hermes Trismegisto, apartados con renuencia por los académicos.
Vale la pena detenerse un momento en este personaje entre histórico y mitológico. Su nombre lo declara como un maestro. Trismegisto le atribuye ser el "tres veces grande", un ser que logró la maestría o autorrealización íntima de su ser, por tres veces.
Uno de los textos atribuidos a Hermes es el Liber Hermetis, el que se supone contiene las enseñanzas astrológicas del mítico sabio. Sin embargo, llega hasta nosotros como una traducción al Latín medieval del texto original.
¿Es éste mismo el texto que constituyó la fuente de todos los autores helenísticos, como Valens, Hefesto, Doroteo y el mismo Ptolomeo, quienes fueron reorganizadores del material, más que creadores? ¿Es éste el texto fuente tan buscado? Wilhelm Gundel, el editor de este texto en Latín con comentarios, opina que así es.
Sin embargo, reconocidos eruditos como David Pingree, el mismo editor del texto de Valens, sugiere que, inversamente y según su criterio, el mismo Liber Hermetis constituye una recopilación de textos helenísticos como los de Manilio, Valens, Doroteo, etc.
Además, en la actualidad se consigue otro texto hermético, bastante pequeño, en las librerías especializadas que también se atribuye a Hermes Trismegisto y que lleva la anónima firma de "Tres iniciados".
Ese texto actual es el Kybalión, un resumen de las siete leyes con las que se rige el universo todo. No es un texto de astrología sino de metafísica. Pero vale la pena leerlo con atención para abrir la mente y acceder a un nivel distinto de comprensión de las cosas que nos ocurren a diario.

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Así como sabemos que desde siempre el hombre se preguntó de dónde venía y para qué estaba en este mundo, también sabemos que los primeros astrólogos de nuestra civilización aria datan de hace más de cinco mil años y su origen se ubica en Medio Oriente y partes de Asia Menor.
El movimiento Hermético de Filosofía, originalmente pagano, parece haberse originado en Medio Oriente, y reúne matices tanto helenísticos como caldeos y Fenicios, además de un indiscutible y antiguo origen egipcio.
Como toda doctrina Gnóstica, el candidato efectuaba su entrenamiento más en la sabiduría y el conocimiento que en la fe. La meta de la enseñanza era, por supuesto, una eventual comunión con la divinidad mediante el reconocimiento de su propia divinidad interna.
Esta idea de inmanencia se oponía notablemente al concepto del Dios trascendente del entonces naciente Cristianismo que luego se consolidó como religión oficial del Imperio Romano, a partir del Concilio de Nicea en el año 325 .
El legado de esta filosofía gnóstica llega a nosotros mediante el Corpus Hermeticum, una colección de manuscritos que agrupa los escritos filosóficos que sobrevivieron.
En un momento se los supuso remanentes de libros egipcios más antiguos que el mismo Pentateuco, aunque la fecha atribuida a éstos, actualmente, no es anterior al año 310 de nuestra era, al menos en la forma presente.
Sin embargo, estos escritos de increíble profundidad filosófica se encuentran plagados de adulteraciones e interpolaciones cristianas. Esto ya lo advierte Madame Blavatsky en su Doctrina Secreta, obra de cinco volúmenes de principios del siglo XX, opinión posteriormente confirmada por eruditos en el tema.
En adición a este Corpus Hermeticum, explica Robert Zoller, también sobrevivió un cúmulo de literatura de índole práctica, consistente en textos alquímicos, mágicos y astrológicos atribuidos a Hermes Trismegisto, apartados con renuencia por los académicos.
Vale la pena detenerse un momento en este personaje entre histórico y mitológico. Su nombre lo declara como un maestro. Trismegisto le atribuye ser el "tres veces grande", un ser que logró la maestría o autorrealización íntima de su ser, por tres veces.
Uno de los textos atribuidos a Hermes es el Liber Hermetis, el que se supone contiene las enseñanzas astrológicas del mítico sabio. Sin embargo, llega hasta nosotros como una traducción al Latín medieval del texto original.
¿Es éste mismo el texto que constituyó la fuente de todos los autores helenísticos, como Valens, Hefesto, Doroteo y el mismo Ptolomeo, quienes fueron reorganizadores del material, más que creadores? ¿Es éste el texto fuente tan buscado? Wilhelm Gundel, el editor de este texto en Latín con comentarios, opina que así es.
Sin embargo, reconocidos eruditos como David Pingree, el mismo editor del texto de Valens, sugiere que, inversamente y según su criterio, el mismo Liber Hermetis constituye una recopilación de textos helenísticos como los de Manilio, Valens, Doroteo, etc.
Además, en la actualidad se consigue otro texto hermético, bastante pequeño, en las librerías especializadas que también se atribuye a Hermes Trismegisto y que lleva la anónima firma de "Tres iniciados".
Ese texto actual es el Kybalión, un resumen de las siete leyes con las que se rige el universo todo. No es un texto de astrología sino de metafísica. Pero vale la pena leerlo con atención para abrir la mente y acceder a un nivel distinto de comprensión de las cosas que nos ocurren a diario.

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