¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Feliz cumpleaños, maestro de la vida

Miércoles, 16 de abril de 2014 01:50

No tenías nombre, solo eras Yerba. Te fuiste un 17 de octubre de casa, dejando una hoja en blanco, un rayón de lápiz, una mancha de tinta en nuestros corazones.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

No tenías nombre, solo eras Yerba. Te fuiste un 17 de octubre de casa, dejando una hoja en blanco, un rayón de lápiz, una mancha de tinta en nuestros corazones.

No querías comer, querías ganarle al tiempo y terminar tu construcción. Por fin bajaste diciendo que lo peor que podías hacerle a un albañil era perder el tiempo almorzando. Comiste rápido y te fuiste otra vez, tal vez presentías que no ibas a terminar. Tomaste un té, descansaste un rato y te fuiste a seguir trabajando con tus amados lápices y pinceles. Así eras, como tus manos: fuerte, manso, duro, sensible, cascarrabias, generoso, trabajador, callado, honesto, noble. ¿Dios elige a los mejores para estar a su lado?

 Aún no podemos entenderlo, pero pareciera que es así. 

Tu vida es nuestro ejemplo, tu amor y lealtad a nuestra madre, la pasión por tus hijos, la ternura hacia tus nietos, el ímpetu que le ponías a todo lo que hacías, son los valores que nos legaste y que vamos a seguir a fuego por el resto de nuestras vidas. Llevamos tu sangre y el orgullo de ser tus hijos. 

Te fuiste de este mundo el 4 de febrero, pero luchaste muchos días, peleaste por quedarte, por no dejarnos solos, tenías muchas cosas por hacer todavía: terminar tu obra, ver crecer a tus nietos, hacer otro libro, pintar más caballos, copiar en un mismo cuadernito la receta del hormigón y la de los merengues, plantar más árboles, cambiarle el cuello a alguna camisa, fabricar tus propios zapatos, enmarcar tus cuadros, encuadernar libros, esconderte entre la gente para robar su esencia y regalarla al mundo en tus dibujos, visitar a tu padre que aún vive y que te extraña y te pregunta.

 Ahora entiendo las palabras “nunca más” y duelen. Duele tu ausencia. Ya no hay a quien decirle papá, esposo, amigo, tío, padrino, primo, hijo, hermano. 

A las 4 y 35 se paró el reloj que está en el pasillo del hospital. Así quedamos con tu ausencia. No estás vos para que funcione

Agradecemos con infinito amor a quienes nos acompañaron: a nuestro hermano José Argañaraz, Ángela, a nuestros sobrinos: Brenda, Lourdes, Francisco y Luciana, a José Amadeo, Camelia y Helena, por ser tan pequeñitos y esperar pacientemente la ausencia de mis hermanas, a nuestros cuñados Paula y Michael, a nuestra hermana del corazón Jésica, a la gran y hermosa familia Albornoz, a Clara por la compañía, por no dejarnos caer, a la enorme familia Lucena de Tucumán y de Metán, en especial a Luis por su poema, familia Juárez, a sus hermanos y hermanos políticos, en especial a Graciela, Lucho, René, Rosa, Yoli, a sus ahijadas Ely y Silvia, a Berta Paz, al Samec por su eficiencia y rapidez, al equipo de enfermería, de limpieza y médicos del servicio de Unidad Coronaria Intensiva y Terapia Intermedia del Hospital San Bernardo, que hicieron su trabajo con verdadera vocación y amor, a Juan Carlos Mamaní que nos acompañó con sus oraciones, Aramayo y Sra., a sus amigos que cambiaron el cafecito por compañía en el hospital: Chochi Varela, Mario Peiró, “Puma” Ruiz, “Tucho” Figueroa o Marcelo Gauna, entre tantos amigos, en quienes encontramos la palabra justa, la contención, el abrazo y el cariño, a Ceballos, a Flores López que dijo “el lápiz quebrado en el aire se quedó sin dueño”, a Robles, Pérez, Serrudo, Flores, Minola, Guflo, Gorosito, al guardia Miranda, a tus compañeros de trabajo del diario El Tribuno, a nuestros vecinos y amigos personales.

Y sobre todo, del que le damos un espacio muy especial, a su adorado pueblo de El Galpón, a San Francisco Solano, a David, Julio Paz, a Luisa y Pedro Zampar, al intendente Héctor Romero, a Inés que le dijo por carta “te quiero sin conocerte”, a los que se paraban en el pasillo del hospital a sonreír con sus dibujos, a todos sus compañeros de cuarto que fueron muchos en casi 4 meses, a los que se recuperaron y a los que se murieron a su lado.

Te fuiste, pero te preocupaste por dejarnos en buenas manos y con gente sensible, para que sigamos este camino que es duro y triste sin vos. Decidiste morir en el hospital sin poder ver tu sol , pero con tus pobres, con los remendados, con los perros y gatos que son como dueños de casa, con los jubilados que no les alcanza el sueldo para estar gordos, con las amas de casa que estiran la plata para llegar a fin de mes, con el carrero que vende frutas con altoparlantes, con los chicos que van a la escuela con su tacita atada a la mochila para tomar la leche, con la gente que vive en sus ranchitos humildes con las chapas sostenidas con piedras y ladrillos, con los linyeras, los humildes y trabajadores como vos.

Te amamos. Feliz cumpleaños.

 Tu esposa Mirta e hijos Gabriela, Chiqui, Luis y María..

 

PUBLICIDAD