Banfield ascendió anoche a la Primera División del fútbol argentino, tras empatar como local 1 a 1 con Douglas Haig de Pergamino, resultado que lo consagró cuando faltan cuatro fechas para concluir el Torneo de la Primera B Nacional.
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Banfield ascendió anoche a la Primera División del fútbol argentino, tras empatar como local 1 a 1 con Douglas Haig de Pergamino, resultado que lo consagró cuando faltan cuatro fechas para concluir el Torneo de la Primera B Nacional.
Los goles del partido los marcaron Esteban Orfano para Douglas y el paraguayo Santiago Salcedo para el taladro, que tuvo su noche de fiesta.
El primer ascendido a Primera había sido Defensa y Justicia.
De la mano de Matías Almeyda, la propuesta fue siempre la misma: jugar a la pelota. Tuvo momentos buenos y otros no tan buenos, pero la premisa que impulsó Almeyda se respetó a rajatabla.
Y por eso, el premio llegó mucho antes de lo que se imaginaba, a cuatro fechas del final. Salvo por algún traspié que sufrió en el arranque del campeonato, Banfield dominó la B Nacional a gusto y piaccere. Los 13 puntos que le sacó a Instituto, hoy ubicado en el tercer lugar de la tabla de posiciones, sirven para que entienda lo que hizo este equipo de Almeyda en la temporada.
El retorno de Erviti potenció el juego del resto de sus compañeros. El caso de Cazares probablemente haya sido el más notorio: desde que el ex San Lorenzo y Boca volvió a vestir la camiseta de Banfield el rendimiento del ecuatoriano aumentó inconmensurablemente.
También el de Nico Domingo, otro de los “made in Almeyda”, compañero de Walter en ese doble 5 que hizo estragos en la categoría. Y, consecuentemente, el de los delanteros, que gracias a la mejora de Juanito y a los pases profundos de Erviti únicamente tuvieron que preocuparse por meterla en el arco.