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Está casado, tiene un hijo y se quiere ir a Marte para no volver

Sabado, 17 de mayo de 2014 09:20

Felipe Campos Otamendi es uno de los 700 preseleccionados que podrían llegar a ir a vivir a Marte en un viaje que sería solo de ida. El argentino, quien trabaja en el laboratorio de química del INCA en Mar del Plata, concursó entre miles de participantes para poder viajar al planeta rojo dentro de diez años.

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Felipe Campos Otamendi es uno de los 700 preseleccionados que podrían llegar a ir a vivir a Marte en un viaje que sería solo de ida. El argentino, quien trabaja en el laboratorio de química del INCA en Mar del Plata, concursó entre miles de participantes para poder viajar al planeta rojo dentro de diez años.

“El viaje es solo de ida”, aseguró en una entrevista que tiene un hijo y mujer, de los que podría llegar a separarse para siempre, ya que por más que se invente una tecnología para que pudiera volver de Marte, no podría hacerlo ya que su cuerpo nunca podría volver a adaptarse a la Tierra.

Los elegidos se disputarán su lugar a través de un reality show que se llevará a cabo en Holanda y en el que participarán, según explicó, 60 equipos. “Nos van a preparar para muchas cosas, pero la parte más importante es la psíquica. También la parte física, que es importante para hacer este viaje”, comentó. Y agregó: “De los cuatro que irán en un primer momento dos van a ser médicos. También irán un geólogo y biólogo y uno que sepa reparar toda la maquinaria que llevamos”.

Los 700 que fueron preseleccionados deberán dedicarse a entrenarse, que podrá ser seguido por los televidentes del reality show que, teóricamente, generará los ingresos necesarios para poder enviar a los elegidos.
Una vez en Marte, después de viajar durante nada menos que siete meses, armarán una colonia donde tendrán una huerta a través de la cual cultivarán sus propios alimentos. Por este motivo tendrán que hacerse vegetarianos.

Campos Otamendi explicó que la mayor parte del tiempo tendrán que estar encerrados en la colonia, pero podrán salir a “pasear” con el traje.
“Lo más difícil es separarme de la gente que amo, pero voy a hacer todo lo posible para hacerlo. Nos van a aislar durante tres meses en un principio y después se va a ir extendiendo el tiempo. Ahí puedo ponerme a prueba para ver si puedo resistir o no”, aseveró. Además, comentó que a su hijo podrá verlo solo a través de tecnología y, finalmente, como no podrá volver a la Tierra, dejará “libre” a su mujer.

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