Al auditorio de la Casa de la Cultura asistieron unas 150 personas que escucharon atentamente la charla que ofreció el doctor Máximo Ravenna sobre alimentación saludable con el fin de tener un acercamiento a muchos de los que asisten al “Centro Salta Dr. Máximo Ravenna” que ya celebró su primer año de vida en la ciudad. En la presentación, Ravenna habló de su método que definió como “muy sencillo”, explicó que el problema del sobrepeso y la obesidad se aborda desde lo médico, lo nutricional, lo psicológico y con actividad física.
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Al auditorio de la Casa de la Cultura asistieron unas 150 personas que escucharon atentamente la charla que ofreció el doctor Máximo Ravenna sobre alimentación saludable con el fin de tener un acercamiento a muchos de los que asisten al “Centro Salta Dr. Máximo Ravenna” que ya celebró su primer año de vida en la ciudad. En la presentación, Ravenna habló de su método que definió como “muy sencillo”, explicó que el problema del sobrepeso y la obesidad se aborda desde lo médico, lo nutricional, lo psicológico y con actividad física.
En diálogo con aclaró el rol de las dietas, sobre las que resaltó la virtud de quitar el hambre pero que desde el enfoque que aplica y promueve su centro “el trabajo es tan fuerte e integral que nada tiene que ver con una dieta”. Resaltó que las que más se amoldan a este tipo de tratamientos integrales son las mujeres pero que los que aumentan los porcentajes, por el contrario, en la etapa del mantenimiento son los hombres.
Lugo de firmar un convenio de colaboración con la Municipalidad para el proyecto Municipios Saludables, Ravenna respondió preguntas del público, mayoritariamente femenino, expresó su deseo de escribir un libro sobre el mantenimiento y subrayó, como parte de sus objetivos y de su método que “hay que decirle a una persona que está muy gorda que puede volver a ser flaca, que se puede y que hay que pelear fuerte para ello”.
¿Siempre hay tanta convocatoria de público femenino en sus charlas?
Te diría que hoy hay más hombres que otras veces. Las charlas van dirigidas al público femenino porque la mujer es más propensa a realizar un tratamiento integral haciéndolo en grupo. El hombre es más resistente. El público habitual de un lugar donde se trata la obesidad es 80- 20 a favor de la mujer. Normalmente este tratamiento al no ser monótono, aburrido, al no plegarse a situaciones de queja, de drama, lo que a los hombres no les interesa, tiende a tener más hombres de lo habitual.
Pasa que el hombre apela más a la voluntad, al trabajo individual y también llega más tarde al tratamiento porque lo encara cuando le dicen que esta jorobado del hígado, de las articulaciones o del corazón.
Proporcionalmente a lo que pasa en las charlas, hay que decir que en la etapa de mantenimiento hay 35 y hasta 40 más de hombres. Es decir que cuando el hombre empieza, termina y continúa.
¿Qué tipo de mujer llega a su centro para iniciar el tratamiento?
Las que llegan hacer el tratamiento están entre los 40 y 50 años. Los hombres también son de esa edad. Llegan porque hay mucha gente que fue flaca y empieza a engordar; muchas mujeres le quedaron restos del embarazo; otras tuvieron chicos chiquitos entre los 30 y 40 y ahora tienen tiempo para tratarse y para volver a verse como mujer. En el caso del hombre, si se cuidaba de joven, pero abandonó el deporte, se metió a trabajar y está más tiempo asentado, recién entre los 40 y 45 años comienza de nuevo a dedicarse más a la vida sana
¿Cuáles son las claves de esta alimentación saludable?
Primero no hacer fundamentalismo con ninguna dieta porque el trabajo que se encara es tan fuerte e integral que nada tiene que ver con una dieta. La dieta tiene la gran virtud de sacar el hambre, de dejar a la gente tranquila, de bajar de peso de manera rápida, sustancial y concreta. El trabajo central en el que nos enfocamos es ayudar y acompañar a que la gente movilice tanto su cabeza como el cuerpo. Lo que se trabaja son pautas muy concretas de estimulación, motivación, energización porque la gente gorda o adicta tiene tendencia a pincharse, aburrirse, a ser discontinua, y uno tiene que insistir con esperanza, porque con confrontación es imposible hacerlo.
¿A qué se refiere con eso de que entre comida y comida, “la vida”?
El mundo empezó a ser más lógico y es muy lógico usar ciertas horas comunes para comer como en el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Después el hombre de hoy, muy voraz, empezó a meterle comida en el medio, entonces come más calorías entre comidas que en las comidas principales y se pierde la cuenta de lo que consume. Entre las comidas uno puede tomar un te, un café, pero no hay que pensar que me va a pasar algo porque no estoy comiendo a las dos horas porque es mentira. Cuanto más como, cada dos o tres horas, llego mas cebado y caliente a la próxima comida.
¿Cómo son las personas con sobrepeso y obesidad hoy?
Lo que se está viendo son gordos más gordos y eso es una tendencia general porque no se encontró una manera de parar esto en seco. El hecho de tener un entorno obeso, hace que la persona se deje estar y empieza a engordar más.
Ese aletargamiento parece contradictorio con el ritmo actual...
Si, pero si vos sos una persona que no tenés problemas de comida y estas muy presionada, muy autoexigida lo que te va a pasar no es empezar a comer sino te vas a estresar, vas a vivir más ansiosa, negativamente. Una persona muy presionada, que tiene tendencia a comer de más empieza a engordar, por eso hay que estar muy atentos.
¿Cómo influyen los estereotipos de belleza que se venden?
Yo veo en la tele chicas más pulposas haciéndose cargo de lo que tienen. El peor modelo es el de la exigencia y la mujer lo toma como “no me aguanto gorda y tengo que bajar” Eso ya no sirve como exigencia estética sino para evitar que se enferme o que llegue a tener una obesidad grado 1 o 2.