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Habló el ladrón “crucificado”: “Tengo miedo, porque no hay seguridad para mí, ni para mi familia”

Sabado, 24 de mayo de 2014 07:38

Un joven fue encontrado vendado como una momia, sujeto con cinta de embalaje a un trozo de madera a modo de crucifixión y con un cartel que decía “no robarás” pegado a su torso, en la localidad cordobesa de San Francisco. Se trata de Víctor Robledo (27), quien al ser rescatado por la Policía de Córdoba acusó del hecho a uniformados de Frontera, una localidad santafesina que linda con San Francisco, de la que la separa sólo una calle.

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Un joven fue encontrado vendado como una momia, sujeto con cinta de embalaje a un trozo de madera a modo de crucifixión y con un cartel que decía “no robarás” pegado a su torso, en la localidad cordobesa de San Francisco. Se trata de Víctor Robledo (27), quien al ser rescatado por la Policía de Córdoba acusó del hecho a uniformados de Frontera, una localidad santafesina que linda con San Francisco, de la que la separa sólo una calle.

En declaraciones formuladas a medios radiales, el propio Robledo dijo que, si bien no recuerda con detalles lo sucedido, había sido detenido por la policía de Frontera y, tras ser golpeado y perder el conocimiento, apareció atado a la cruz donde fue encontrado, ya en Córdoba.

“Me llevaron de mi casa a las 7 de la mañana, porque me dijeron que había forcejeado con uno de ellos y nada que ver, yo estaba durmiendo con mi familia. Me dejaron encerrado todo el día”, relató a Cadena 3. “Estuve desde las 7 hasta las 2 de la madrugada encerrado por nada y ellos mismos -los policías- me sacaron de la celda, me encintaron todo, me llevaron y me dejaron ahí”, agregó.

Robledo sólo declaró de manera informal ante la fiscal de San Francisco Leonor Faillá. “Tengo miedo de mi familia, que le pueda pasar algo el día de mañana. Nadie me da garantías de nada. Lo que hicieron no tiene moral. Quiere decir que un ser humano que trabaja no sirve de nada para la Justicia”, confesó. “Tengo miedo de hablar, porque no hay seguridad para mí”, insistió.

La fiscal no está convencida de esa versión, ya que los médicos que atendieron a Robledo constataron que no tenía lesiones. “Continuamos trabajando en los datos que aportó la víctima, pero también analizamos un ajuste de cuentas, una broma de mal gusto o una cuestión de polleras”, comentó la funcionaria.

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