Los diputados del Frente Amplio Unen (FAU) no lograron ayer reunir el quórum necesario para debatir un proyecto de ley que se dispone a modificar el impuesto a las Ganancias, para desafectar del tributo a cientos de miles de asalariados.
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Los diputados del Frente Amplio Unen (FAU) no lograron ayer reunir el quórum necesario para debatir un proyecto de ley que se dispone a modificar el impuesto a las Ganancias, para desafectar del tributo a cientos de miles de asalariados.
Aún el capítulo parlamentario del tratamiento de Ganancias sigue abierto. La oposición logró reunir sólo a 96 diputados y se registró la ausencia de 161 legisladores (todo el bloque oficialista y sus principales aliados) por lo que la sesión especial fue declarada “fracasada”.
Los referentes del FAU habían solicitado una sesión especial para este miércoles a las 10,30, aún sabiendo que el kirchnerismo no prestaría su colaboración y que la oposición, aún con asistencia perfecta, no estaba en condiciones de reunir el quórum de 129 diputados.
Es así como el frente opositor no logró reunir a los 129 legisladores necesarios y el intento por elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias naufragó al menos hasta la próxima semana, cuando habrá un nuevo intento.
Los diputados de los bloques de la UCR, el Partido Socialista, el GEN y Libres del Sur, que conforman en FAU, traen entre manos un proyecto unificado que propone subir a 19.000 pesos el piso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. Los legisladores redactaron la propuesta sobre la base de un consenso alcanzado tras combinar unas 15 iniciativas que cada espacio había escrito sobre el tributo que afecta el salario de más de 1 millón de trabajadores en la Argentina.
Los propulsores
Entre los principales impulsores de la iniciativa se encuentran los legisladores Mario Negri, Ricardo Alfonsín, Miguel Bazze y Manuel Garrido, de la UCR; Margarita Stolbizer y Omar Duclós, del GEN; Victoria Donda, de Libres del Sur; y Virginia Linares, del Socialismo.
Si bien el intento de debate fracasó, los legisladores aclararon que presionarán todos los miércoles para que la Cámara baja discuta la iniciativa porque la inflación y la presión impositiva están degradando los salarios de miles de trabajadores.
Juntar voluntades
La oposición podría haber reunido al menos 123 legisladores si tenía asistencia perfecta. Sin embargo, solo juntó a 97 diputados de FAU, el Frente Renovador, Pro, el Frente de Izquierda, Unidad Popular y el peronismo federal.
Este número fue posible por la ausencia de varios opositores, como el líder del Frente Renovador y precandidato a presidente, Sergio Massa, y algunos de sus compañeros de bloque, como el sindicalista Alberto Roberti, el empresario Ignacio De Mendiguren y el exgobernador chubutense Mario Das Neves. Margarita Stolbizer (FAU) y Mirta Tundis (FR) llegaron tarde .
15 proyectos
“Sabíamos que no íbamos a llegar al quórum y venimos a presionar a la presidenta (Cristina Kirchner)”, admitió Elisa Carrió, una de las precandidatas presidenciales de FAU. Además, el jefe de los diputados radicales, Mario Negri, reconoció que la oposición ni siquiera había consensuado un texto único sobre Ganancias.
En efecto, la oposición pretendía tratar 15 proyectos para modificar la Ley del Impuesto a las Ganancias, presentados por distintos bloques. Algunos de ellos proponen elevar el mínimo no imponible para monotributistas.
Actualización automática
Dentro de las propuestas, Ganancias abarcaría también a personas en relación de dependencia y establecería una actualización automática en función de la variación de los salarios.
De esta amanera se observa que Ganancias es una preocupación parlamentaria.
En particular, la iniciativa del Frente Amplio Unen fija el mínimo no imponible en alrededor de los 20.000 pesos.
Otros proyectos proponen la exención del gravamen a jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios de cualquier especie, cuando tengan su origen en el trabajo personal.
No obstante, los opositores bajaron al recinto sin haber acordado cuáles proyectos aprobar en caso de sesionar.
De hecho, ni siquiera habían consensuado un texto que unifique las distintas propuestas.