Ayer por la tarde la zona del hospital San Bernardo se quedó sin luz por al menos 2 horas. La situación se generó por la rotura de un cable subterráneo que dañó una terminal ubicado en Mariano Boedo. Este alimenta con energía eléctrica al hospital, los cerros 20 de Febrero y San Bernardo y a los vecinos que viven en la zona, quienes se quedaron sin suministro.
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Ayer por la tarde la zona del hospital San Bernardo se quedó sin luz por al menos 2 horas. La situación se generó por la rotura de un cable subterráneo que dañó una terminal ubicado en Mariano Boedo. Este alimenta con energía eléctrica al hospital, los cerros 20 de Febrero y San Bernardo y a los vecinos que viven en la zona, quienes se quedaron sin suministro.
El corte comenzó a las 16, luego del estruendoso ruido que hizo la terminal al dañarse, y regresó a las 18,30 cuando los operarios de Edesa terminaron de conectar el grupo electrógeno. Según Hugo González, gerente de Relaciones Institucionales de Edesa, “el terminal y el cable estarán arreglados en unas horas, mientras tanto, se conectó un grupo electrógeno para que los vecinos puedan tener luz”.
El hospital posee un grupo electrógeno propio por lo que, este inconveniente no afectó el funcionamiento del nosocomio y la atención de los pacientes de riesgo. Los que sí sufrieron la falta de luz fueron los medios de comunicación y las empresas cuyas antenas están ubicadas en el cerro 20 de Febrero, ya que a causa de esto se quedaron sin transmisión hasta que realizaron el cambio de la red de suministros.
Según informaron desde Edesa, nadie quedó varado en el teleférico, ya que es otra la red eléctrica la que alimenta al atractivo turístico. Sin embargo, se aclaró que el teleférico cuenta con un sistema de emergencia que permite bajar a las pasajeros en caso de cortes de luz u otros inconvenientes.
Así mismo, los semáforos de la avenida Bicentenario de la Batalla de Salta entre Caseros y Urquiza estuvieron apagados a causa de este inconveniente.
“No sabemos cuál fue la causa de la rotura del cable, ya que hace poco más de un mes habíamos realizado las tareas de mantenimiento que corresponden. Son problemas impredecibles que no podemos controlar”, dijo González.
Los obreros de Edesa trabajaron toda la tarde en el lugar, tanto en la conexión del grupo electrógeno, como en la reparación del transformador y el cable dañado.