La exitosa y mundialmente conocida cantante pop confesó que no está negada a pasar por el altar con el padre de su hijo, pero tampoco tiene planes de boda para este año.
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La exitosa y mundialmente conocida cantante pop confesó que no está negada a pasar por el altar con el padre de su hijo, pero tampoco tiene planes de boda para este año.
Antes no quiso ser la señora de Antonito de la Rúa, con quien estuvo más de una década en pareja, y parece que tampoco quiere ser la señora de Piqué. La colombiana reconoció esta semana que, por ahora, no está en sus planes una boda con el jugador con quien formó una familia hace un año con la llegada de Milan, su primer hijo juntos.
Ella aseguró que no se siente presionada a casarse con el padre del niño. “Ya tenemos lo esencial”, explicó en una entrevista que le hizo la revista Glam Belleza Latina.
“Tenemos una unión, un amor recíproco y un bebé. Creo que esos aspectos de nuestra relación están establecidos y el matrimonio no va a cambiar nada de eso”, explicó la cantante de 37 años, quien hizo una aclaración: “Si alguna vez me caso, va a ser con él”, admitió en referencia a Piqué.
Probablemente lo que pasó antes con De la Rúa la acobardó de alguna manera. Aunque el culebrón judicial entre ambos parece que llega poco a poco a su fin, la cuestión fue muy desgastante para ella.
Entre otras pretensiones, De la Rúa reclamaba ante un juzgado de Nueva York que la cantante debería indemnizarlo con 100.000 millones de dólares, además de solicitarle una finca en Uruguay y un piso en la ciudad de los rascacielos. Finalmente, tras idas y vueltas en diferentes estrados, el empresario decidió no apelar la decisión del tribunal suizo, ya que el juez fundó su opinión en los contratos prenupciales que las partes firmaron manifestando su deseo de conservar por separado la totalidad de las ganancias presentes y futuras de cada uno de ellos, mientras que los contratos verbales no tienen validez.