Por sobre todo sexy, pero fundamentalmente anaeróbico, acrobático y artístico, el pole dance o baile del caño va ganando, cada vez más, nuevos adeptos.
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Por sobre todo sexy, pero fundamentalmente anaeróbico, acrobático y artístico, el pole dance o baile del caño va ganando, cada vez más, nuevos adeptos.
Tanto que Salta le dio al país el campeón latinoamericano en esta disciplina: Claudio Leal, quien con 25 años y muchas horas de entrenamiento diario logró llevarse la copa que se disputó en Buenos Aires la semana pasada.
La competencia Amateur Pole Championship 2014 reunió a 69 atletas, hombres y mujeres de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Honduras y Paraguay. Entre las chicas una brasileña se llevó el premio mayor, y entre los chicos, el salteño presentó la mejor performance.
Para Claudio el esfuerzo le dio sus frutos: precursor en Salta, enseña pole dance (tiene 120 alumnos) y se dedicó a entrenar su coreografía durante cinco horas diarias más de un mes para competir.
Disciplina, pero con diversión
“Comencé con el pole dance hace cinco años, pero previamente me inicié en la danza. Para la competencia me preparé muchísimo, combinando el baile, la gimnasia y el caño. Es muy interesante esta disciplina que en realidad tienen sus inicios en las culturas orientales, junto al yoga o métodos similares de control del cuerpo y alma. En el siglo XX se fue aggiornando y quedó en los cabarets y ahora está volviendo a sus raíces”, explica Leal, conocedor y estudioso del tema.
Pone el acento en la notoria sensualidad, por lo que las mujeres son las principales seguidoras. “Los hombres lo están adoptando por el desarrollo y fortalecimiento particularmente de piernas, brazos y abdomen, al tiempo que otorga una flexibilidad general. Este último aspecto, sumado al erotismo, es lo que más atrapa a las chicas”, ratifica.
Animarse al caño
Mientras Claudio subraya que “a este premio, sinceramente, no lo esperaba”, recomienda animarse y probar, por los enormes beneficios que tiene. “Participé el año pasado y quedé en tercer lugar. Pensé que este año iba a estar entre tercero o cuarto por la calidad de participantes que hubo. Pero el resultado final me muestra que estoy en el buen camino. Y le digo a la gente que se anime a incursionar, porque es divertido, es deportivo, hay que mirarlo desde lo físico para lograr flexibilidad, tonicidad muscular y lograr que el vientre sea chato. No hay límites de edad, porque si bien actualmente tengo alumnos entre 15 y 45 años, pueden hacerlo mayores y menores a esa franja”, concluye.
Claudio Leal tiene una rigurosa preparación física. Lo explica aclarando que las pesas no están en su rutina sino que busca lograr potencia: “Combino mi esfuerzo trabajando entre pesos pesados y livianos, sumo horas de cinta y mucha bicicleta. Todo va acompañado por la atención kinesiológica, más aún teniendo en cuenta las lesiones. La actividad no es fácil cuando te inclinás a lo deportivo. Y si te preparás para competir, son muchas horas de dedicación”.
Pero no todo es físico, sino que la alimentación adecuada es una buena parte del éxito. “La dieta es estricta. Cero grasa, de ningún tipo. Nada. Se trata de consumir alimentos proteicos como cereales, frutas y verduras porque el cuerpo, con riesgo constante de lesiones, tiene que estar totalmente fortalecido”, dice.
Y aclara que no todo pasa por la fuerza de brazos y piernas, sino que exige trabajar el centro. Entonces, ¿panzones abstenerse?, es la pregunta obligada. “Para nada. Por el contrario, el trabajo en las clases pone especial énfasis en trabajar los abdominales para cobrar fuerza”.
Para concluir y abundar en detalles, Leal señala que el pole dance se conoce también como pole sport y pole fitness y tiene una pequeña diferencia con la gimnasia artística, ya que en lugar de trabajar la destreza en una barra horizontal se realiza sobre una vertical.