El 1 de agosto de 2011, Daniel Vilte Laxi se fue de su casa pensando que acompañaba a la Policía a una declaración indagatoria. Regresó casi tres años después, con una historia adentro de la cárcel, una cicatriz en la cara y una sentencia que dice que no hay pruebas para determinar que sea responsable del crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni. En sus primeras horas de libertad, contó cómo fue su vida en la penitenciaría de Villa las Rosas y reafirmó su denuncia de que lo torturaron para que se declarara culpable, al igual que Santos Clemente Vera, el otro acusado que quedó absuelto.
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El 1 de agosto de 2011, Daniel Vilte Laxi se fue de su casa pensando que acompañaba a la Policía a una declaración indagatoria. Regresó casi tres años después, con una historia adentro de la cárcel, una cicatriz en la cara y una sentencia que dice que no hay pruebas para determinar que sea responsable del crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni. En sus primeras horas de libertad, contó cómo fue su vida en la penitenciaría de Villa las Rosas y reafirmó su denuncia de que lo torturaron para que se declarara culpable, al igual que Santos Clemente Vera, el otro acusado que quedó absuelto.
Cuando Vilte Laxi cayó preso por el doble homicidio, su mujer estaba embarazada de un niño que hoy camina, habla y comienza a acostumbrarse a vivir al lado de un padre que hasta ahora solo podía ver de vez en cuando.
“Nada me puede pagar no haber visto crecer a mis tres hijos todo este tiempo. Podían ir a visitarme, pero yo trataba de que no sea tan seguido porque adentro veían a gente que se cortaba o se prendía fuego”, le dijo Vilte Laxi a El Tribuno.
Ayer, el hombre volvió por primera vez después de la prisión a la casa de San Lorenzo de su abuela, la misma de donde se lo llevó la Policía en agosto de 2011 y donde pasó su infancia porque su mamá lo había abandonado.
“En la cárcel conocí gente buena y mala. Es extraño despertarse y no ver rejas ni candados que me impidan hacer lo que quiero”, aseguró. Vilte Laxi fue herido en el penal cuando ya había comenzado el juicio por el doble homicidio. Lo lastimó otro interno en la cara y en el tórax, en un hecho que nunca llegó a aclararse.
Daniel Vilte Laxi, Santos Clemente Vera y Gustavo Lasi son los tres imputados de la causa por la violación y la muerte de dos turistas francesas en julio de 2011. Lasi confesó haber abusado sexualmente de una de las víctimas, pero aseguró que no las mató e inculpó del doble homicidio a Vilte Laxi y a Vera.
El lunes, la Justicia condenó a Lasi a 30 años de prisión y absolvió a Vilte Laxi y a Vera, que se habían declarado inocentes desde la primera etapa de la investigación. Ambos quedaron libres horas después del fallo.
“Me llevaron para torturarme en la Brigada de Investigaciones desde las cuatro hasta las 12 de la noche. Me decían que me haga cargo para que no mataran a mi familia”, recordó Vilte Laxi del día en que lo detuvieron.
La misma versión dio ayer a El Tribuno Santos Clemente Vera. “Me pegaron cuando me llevaron, delante de mis sobrinos. Me siguieron pegando en el camino y en la Brigada de Investigaciones. Yo no denuncié nada por miedo a que le hicieran algo a mi familia. Me decían hacete cargo”, relató Vera.
En la casa de San Lorenzo donde vivió hasta antes de que lo detuvieran, Vera revivió ayer las imágenes del encierro. “Ver rejas y escuchar el ruido de los candados todos los días es muy fuerte... A la noche, cuando cortaban la luz, me ponía a rezar hasta quedarme dormido”, describió.
Vera declaró que estuvo en la vivienda donde trabajaba como jardinero la tarde del crimen. El fallo del Tribunal de Juicio de Salta consideró que no había pruebas definitivas para refutar su versión.
Vilte Laxi aseguró que permaneció con su hijo viendo televisión en su casa el 15 de julio de 2011, cuando se perpetró el doble homicidio. La Justicia determinó que no había cómo probar que hubiera estado en otro lugar.
Cassandre Bouvier y Houria Moumni aparecieron muertas y con signos de haber sido golpeadas y violadas el 29 de julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo. Dos de los jueces del Tribunal de Juicio de Salta dejaron libres a Vera y a Vilte Laxi por el beneficio de la duda. El tercero, les concedió la absolución “lisa y llana”.