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Poroshenko asumió y dijo que impulsará la reunificación de Ucrania

Domingo, 08 de junio de 2014 01:52

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, llamó a los separatistas a dialogar y abandonar las armas, al tiempo que se manifestó a favor de la incorporación inmediata del país a la Unión Europea (UE), en el discurso pronunciado ayer al asumir su cargo. “No deseo la guerra, no deseo la venganza. Quiero la paz y lograré la unidad de Ucrania. Por eso comienzo mi gestión con una propuesta de paz”, proclamó.

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El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, llamó a los separatistas a dialogar y abandonar las armas, al tiempo que se manifestó a favor de la incorporación inmediata del país a la Unión Europea (UE), en el discurso pronunciado ayer al asumir su cargo. “No deseo la guerra, no deseo la venganza. Quiero la paz y lograré la unidad de Ucrania. Por eso comienzo mi gestión con una propuesta de paz”, proclamó.

Poroshenko, el empresario chocolatero y exministro de Economía y Comercio del derrocado presidente Viktor Yanukovich, juró ayer el cargo con su mano en la Constitución y en la Biblia durante una ceremonia celebrada en la Rada Suprema, el Parlamento local.

Aseguró que no va a dialogar con “bandidos”, en referencia a los dirigentes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, que proclamaron el 12 de mayo su independencia tras sendos referendos.

“Se trata de dialogar con ciudadanos pacíficos”, dijo Poroshenko y anunció una amnistía para los milicianos que no hayan cometido delitos de sangre contra el ejército y la población civil.

Además, llamó a “deponer las armas a todos aquellos que las hayan tomado ilegalmente” y propuso crear “un corredor para los mercenarios rusos que quieran regresar a casa”.

En el orden económico, anticipó un programa de inversiones y de creación de puestos de trabajo en el este de mayoría rusa, coordinado a medias con los europeos.

Sobre este punto, aseguró que Kiev debe firmar en breve el Acuerdo de Asociación con la UE, que presupone la creación de una zona de libre comercio y cuyo rechazo fue el detonante de las protestas que desembocaron en febrero en el derrocamiento de Yanukovich.

“Es el primer paso para el ingreso de pleno derecho de Ucrania en la UE. Nadie tiene derecho a vetar la elección”, dijo ante la presencia de Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo.

Quienes se oponen a dicho acuerdo sostienen que beneficiará a algunos países como Polonia y Alemania, pero la economía ucraniana se verá invadida de productos con los que no podrá competir.

Poroshenko adelantó que viajará en breve al este del país “con un proyecto de descentralización del poder, con la garantía del uso de la lengua rusa, con la firme intención de no dividir a los ucranianos en buenos y malos y con respeto a las particularidades de cada región”, aseguró citado por la agencia EFE.

No habrá estado federal

Sin embargo, insistió en que el único idioma estatal es el ucraniano y descartó la organización federal del país, como demandan los insurgentes y el Kremlin.

“Los sueños de una federación no tienen fundamento en Ucrania. Los consejos locales recibirán nuevas facultades, pero Ucrania fue y será un Estado unitario”, aseveró.

Pese al leve acercamiento que hubo ayer entre Poroshenko y Putin, que mantuvieron una breve reunión en Normandía, el presidente ucraniano no bajó la tensión con sus vecinos rusos.

“Rusia ocupó Crimea, que fue, es y será ucraniana”, afirmó Poroshenko en alusión a la anexión de la península por parte de Moscú luego de que los crimeos decidieran su independencia en un referendo celebrado en marzo.

La difícil tarea de volver a unir el país

FLAVIO PALACIOS, El Tribuno

Hasta hace poco más de seis meses era poco y nada lo que se sabía de Ucrania. De pronto, en noviembre comenzaron a llegar noticias sobre manifestaciones en Kiev, de gente que estaba a favor de que el país se asocie a la Unión Europea, en contra de lo que el Gobierno de entonces había decidido.
Ni bien cayó el gobierno prorruso, Crimea se declaró independiente y Rusia aprobó su anexión en menos de lo que canta un gallo. Putin puso así a salvo su flota del Mar Negro.

Pero otras regiones del este aprovecharon el río revuelto para dictar sus propios referendos separatistas y expresar sus deseos de ser también absorbidas por Rusia. Eso desató una guerra no declarada entre Kiev y Donetsk y Lugansk. Ambas se niegan a entregarse y la tarea de Poroshenko es volver a juntar las partes en el que el país está dividido.

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