El fragor de la campaña está a pleno, aunque parezca que fue ayer la sorprendente elección de 2013, en la que el Partido Justicialista tuvo la peor performance en décadas en toda la provincia. El cuarto puesto en Salta capital se hace en las desventuras del oficialismo en el Concejo.
Los funcionarios comprometidos en la campaña, actúan como si no hubiera pasado nada. Ayer resultó sorprendente que el secretario de Planificación de Salta, Guillermo López Mirau (h), saliera a ratificar la dificultad técnica para que se unifiquen las elecciones nacionales y provinciales en Salta. Sorprendió porque, si bien hay un proyecto unificador cajoneado desde febrero, ninguno de sus autores lo reactivó en estos días. López Mirau insiste en que el voto electrónico es incompatible con el de papel y que los salteños, nuevamente, votarán cuatro veces en el año.
La división electoral respondió a los deseos presidenciales del gobernador Juan Manuel Urtubey. Si es reelecto gobernador, tratará de pelear por acelerar lo que considera su ascenso político: un espacio en la CABA. En su círculo íntimo pesan tres opiniones: funcionarios como Carlos Parodi y Pablo Kosiner ponen más entusiasmo en la candidatura a gobernador, porque la ven más accesible. Temen, también, que estirar el mandato por cuatro años más podría significar la muerte política del jefe. Los asesores que lo acompañaron desde 2006 no dudan en la conveniencia de la proyección nacional. Saben que Urtubey no quiere otro mandato; además, creen que, si se cae Daniel Scioli, cualquiera puede ganar las Paso del Frente para la Victoria y, entre esos cualquiera, cuentan a Juan Manuel Urtubey. En tanto, Miguel Isa no escatima elogios para el Juan Manuel presidenciable. Ayer le atribuyó una “profunda reforma política de descentralización” y dijo que “en la Federación Argentina de Municipios, esto es lo que admiran de este gobernador y piden de vaya al conurbano bonaerense y a las provincias”. Claro, Isa sueña con ser gobernador, a despecho de cualquier adversidad.
Pero el núcleo con poder de decisión alrededor del gobernador tiene otra mirada: el desdoblamiento electoral responde a un pedido de Cristina Fernández de Kirchner, razón por la cual hay razones mucho más poderosas que los deseos de Urtubey para, al menos por ahora, sostenerlo.
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El fragor de la campaña está a pleno, aunque parezca que fue ayer la sorprendente elección de 2013, en la que el Partido Justicialista tuvo la peor performance en décadas en toda la provincia. El cuarto puesto en Salta capital se hace en las desventuras del oficialismo en el Concejo.
Los funcionarios comprometidos en la campaña, actúan como si no hubiera pasado nada. Ayer resultó sorprendente que el secretario de Planificación de Salta, Guillermo López Mirau (h), saliera a ratificar la dificultad técnica para que se unifiquen las elecciones nacionales y provinciales en Salta. Sorprendió porque, si bien hay un proyecto unificador cajoneado desde febrero, ninguno de sus autores lo reactivó en estos días. López Mirau insiste en que el voto electrónico es incompatible con el de papel y que los salteños, nuevamente, votarán cuatro veces en el año.
La división electoral respondió a los deseos presidenciales del gobernador Juan Manuel Urtubey. Si es reelecto gobernador, tratará de pelear por acelerar lo que considera su ascenso político: un espacio en la CABA. En su círculo íntimo pesan tres opiniones: funcionarios como Carlos Parodi y Pablo Kosiner ponen más entusiasmo en la candidatura a gobernador, porque la ven más accesible. Temen, también, que estirar el mandato por cuatro años más podría significar la muerte política del jefe. Los asesores que lo acompañaron desde 2006 no dudan en la conveniencia de la proyección nacional. Saben que Urtubey no quiere otro mandato; además, creen que, si se cae Daniel Scioli, cualquiera puede ganar las Paso del Frente para la Victoria y, entre esos cualquiera, cuentan a Juan Manuel Urtubey. En tanto, Miguel Isa no escatima elogios para el Juan Manuel presidenciable. Ayer le atribuyó una “profunda reforma política de descentralización” y dijo que “en la Federación Argentina de Municipios, esto es lo que admiran de este gobernador y piden de vaya al conurbano bonaerense y a las provincias”. Claro, Isa sueña con ser gobernador, a despecho de cualquier adversidad.
Pero el núcleo con poder de decisión alrededor del gobernador tiene otra mirada: el desdoblamiento electoral responde a un pedido de Cristina Fernández de Kirchner, razón por la cual hay razones mucho más poderosas que los deseos de Urtubey para, al menos por ahora, sostenerlo.