Hinchas argentinos y brasileños protagonizaron incidentes en las playas de Copacabana, tras la derrota de la Selección Argentina en la final del Mundial ante Alemania.
Los muchos miles de argentinos que no tenían entradas y siguieron el partido en el Fan Fest ubicado en el puesto 4 de la concurrida playa carioca, fueron reprimidos por efectivos de la Policía Federal brasileña tras los encontronazos con hinchas de ese país.
Luego del gol alemán y al finalizar el encuentro, lo que eran cargadas como parte del folclore se convirtieron en peleas y enfrentamientos entre hinchas, con algunos heridos como saldo. Además, ciertos argentinos quemaron banderas brasileñas y allí la policía intervino y los dispersó arrojando gas pimienta.
inicia sesión o regístrate.
Hinchas argentinos y brasileños protagonizaron incidentes en las playas de Copacabana, tras la derrota de la Selección Argentina en la final del Mundial ante Alemania.
Los muchos miles de argentinos que no tenían entradas y siguieron el partido en el Fan Fest ubicado en el puesto 4 de la concurrida playa carioca, fueron reprimidos por efectivos de la Policía Federal brasileña tras los encontronazos con hinchas de ese país.
Luego del gol alemán y al finalizar el encuentro, lo que eran cargadas como parte del folclore se convirtieron en peleas y enfrentamientos entre hinchas, con algunos heridos como saldo. Además, ciertos argentinos quemaron banderas brasileñas y allí la policía intervino y los dispersó arrojando gas pimienta.
La Fan Fest fue escenario de una ruidosa y vibrante fiesta argentina hasta que terminó el tiempo reglamentario, cuando comenzaron a verse caras de preocupación entre los albicelestes, y se pasó a vivir un ambiente de tristeza, marcado por el silencio, cuando Mario Götze anotó en el suplementario el gol con que Alemania conquistó su cuarto título mundial.
Esta vez fue el turno de los brasileños, que se sintieron mayoría en la Fan Fest y festejaron la victoria alemana como propia al ritmo del Monobloco, la banda de carnaval que animó la fiesta en la playa más famosa de Brasil al final del Mundial.
La fiesta brasileño-alemana y las provocaciones irritaron a grupos de argentinos a los que, a empujones y debajo de una lluvia de objetos, la policía no les permitió invadir el Fan Fest.
Algunos incidentes se registraron una vez concluido el partido y cuando los brasileños comenzaron a gritar el nombre de Pelé y a pedirle a los argentinos que se vuelvan a su país.
Los problemas se extendieron al paseo marítimo de Copacabana y a las calles próximas a la Fan Fest, colmadas por argentinos que respondían a las provocaciones brasileñas, lo que exigió la intervención de la policía numerosas veces.