Brasil se despide ahora de la FIFA para concentrarse en la organización de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
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Brasil se despide ahora de la FIFA para concentrarse en la organización de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Rusia, el próximo anfitrión de la Copa, envió por su parte equipos de trabajo para observar el desarrollo del torneo en Brasil. Y aseguran ya los dirigentes europeos que los estadios y toda la infraestructura estará lista a tiempo. De los 12 escenarios, dos ya están dispuestos.
Los rusos proyectan invertir 20.000 millones de dólares en su Mundial, incluida la construcción o renovación de 12 estadios y proyectos de líneas férreas adicionales.
Blatter dijo que tal vez se podrían eliminar dos subsedes. “Estamos analizando cuál sería el número ideal”, manifestó.
En Rusia 2018 los hinchas tendrán que recorrer grandes distancias, como sucedió en Brasil. Entre Kaliningrado y Yekaterimburgo hay unos 2.480 kilómetros, ligeramente menos de los 3.200 que separan a Porto Alegre de Fortaleza.