Los miles de argentinos que llegaron a las inmediaciones del Itaquerao, como conocen aquí a este escenario, debieron sortear numerosos controles y cacheos en los que debieron exhibir sus entradas.
Los efectivos de seguridad no dejaron ingresar gran cantidad de banderas argentinas debido a que no cumplían con la medida permitida de 2 metros por 1, o algunas otras porque tenían inscripciones como “las Malvinas son argentinas”.
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Los miles de argentinos que llegaron a las inmediaciones del Itaquerao, como conocen aquí a este escenario, debieron sortear numerosos controles y cacheos en los que debieron exhibir sus entradas.
Los efectivos de seguridad no dejaron ingresar gran cantidad de banderas argentinas debido a que no cumplían con la medida permitida de 2 metros por 1, o algunas otras porque tenían inscripciones como “las Malvinas son argentinas”.
Burrito, presente
El ex jugador del seleccionado argentino Ariel Ortega se mezcló hoy entre los hinchas argentinos hasta llegar al ingreso de prensa y fue ovacionado por todos. “Burritooo, Burritooo ...”, le cantaban y él saludó con timidez. Ortega jugó los Mundiales de Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2002.
Una voluntaria de la FIFA, fanática de la Selección
Con un portuñol confuso, el tradicional “vamos vamos Argentina ...” se escuchaba en uno de los ingresos al estadio, amplificado por un megáfono. Era Ana, una voluntaria de FIFA que aprendió todas las canciones de aliento para el seleccionado y las entonaba para motivar a los miles de hinchas que desde muy temprano ingresaban al estadio.
Un indio canadiense que espera un triunfo de los de Sabella
Un indio que vive en Canadá y es fanático de Argentina. Peter, como se presentó, es indio y vive en Canadá pero siente una pasión que no logró explicar por el seleccionado argentino. Llegó al estadio vestido como jugador, con botines, pantalón corto y la camiseta celeste y blanca.
Llegó cantando canciones de cancha argentinas y se mezcló con los fanáticos que desde afuera del estadio alentaban al equipo dirigido por Alejandro Sabella.
Los brasileños alentarán...en contra
Para algunos brasileños, la posibilidad de ver al seleccionado argentino fuera del Mundial “no tiene precio”. Entre las miles de camisetas celestes y blancas, aparecieron algunos brasileños con el deseo explícito de que el equipo argentino quede eliminado. “Pasaje para San Pablo, 400 reales; ticket para el juego, 400 reales; cerveza en el estadio, 13 reales; ver a Argentina eliminada, no tiene precio”, decía un cartel de un hincha brasileño en una de las puertas de ingreso al estadio.
Los precios, por la nubes
Como siempre en los grandes eventos deportivos, la organización tiene sus locales donde los fanáticos pueden llevarse recuerdos del Mundial, pero para los argentinos un pequeño gorro o un muñeco puede ser muy caro.
Un pequeño muñeco de Fuleco, la mascota del Mundial, cuesta 147 reales, algo así como 700 pesos argentinos, mientras que una gorra para un niño de no más de 6 años, cotiza 50 (250 pesos), o una remera 60.