Motochorros atacaron a un joven que intentaba subir a un colectivo de la línea Transversal, arrebatándole el celular, en la avenida Reyes Católicos, ayer pasadas las 11.
La inseguridad y la mecánica de los ladrones dejó perplejos a los pasajeros de la unidad, que fueron testigos de lo sucedido y que a los gritos pedían que alguien atrape a los ladrones.
Pasadas las once, alrededor de cinco personas hicieron parar la unidad que se desplazaba de norte a sur, sobre la avenida Reyes Católicos, esquina Los Mistoles.
La gente comenzó a subir y el último en la fila era un joven con una mochila azul, quien en sus manos llevaba un celular de alta gama. A un costado, un hombre robusto, de tez oscura, se puso en la fila. Cuando la víctima estaba por subir, el ladrón, que simuló ser un pasajero, le quitó el teléfono y salió corriendo por la calle Los Mistoles.
La inseguridad y la mecánica de los ladrones dejó perplejos a los pasajeros de la unidad, que fueron testigos de lo sucedido y que a los gritos pedían que alguien atrape a los ladrones.
Pasadas las once, alrededor de cinco personas hicieron parar la unidad que se desplazaba de norte a sur, sobre la avenida Reyes Católicos, esquina Los Mistoles.
La gente comenzó a subir y el último en la fila era un joven con una mochila azul, quien en sus manos llevaba un celular de alta gama. A un costado, un hombre robusto, de tez oscura, se puso en la fila. Cuando la víctima estaba por subir, el ladrón, que simuló ser un pasajero, le quitó el teléfono y salió corriendo por la calle Los Mistoles.
El chico reaccionó al instante y comenzó a perseguirlo, no había avanzado ni diez metros cuando una motocicleta 110 cilindradas, conducida por un hombre que llevaba puesto un casco azul, paró frente al colectivo. En ese momento el chofer gritó son motochorros! y todos los pasajeros se acoplaron en las ventanas para mirar.
El ladrón logró esquivar al dueño del teléfono y correr hacia la moto que poco a poco comenzó a avanzar. La víctima no iba a rendirse fácilmente, juntó fuerzas y los persiguió a hasta donde pudo.
Ya sobre la Reyes Católicos el ladrón intentó subir a la moto en movimiento, pero cayó al suelo, ni aún así el dueño del celular logró alcanzarlo, porque este se paró rápidamente, se trepó a la moto y escaparon en dirección a Tres Cerritos.
El joven, desilusionado, regresó a su casa para posteriormente denunciar el robo. Mientras tanto, en el colectivo todos hablaban de lo sucedido. "Es una vergenza, ya no se puede salir a la calle. Miren la hora, a plena luz del día te roban con total impunidad", dijo una mujer indignada.
El ladrón logró esquivar al dueño del teléfono y correr hacia la moto que poco a poco comenzó a avanzar. La víctima no iba a rendirse fácilmente, juntó fuerzas y los persiguió a hasta donde pudo.
Ya sobre la Reyes Católicos el ladrón intentó subir a la moto en movimiento, pero cayó al suelo, ni aún así el dueño del celular logró alcanzarlo, porque este se paró rápidamente, se trepó a la moto y escaparon en dirección a Tres Cerritos.
El joven, desilusionado, regresó a su casa para posteriormente denunciar el robo. Mientras tanto, en el colectivo todos hablaban de lo sucedido. "Es una vergenza, ya no se puede salir a la calle. Miren la hora, a plena luz del día te roban con total impunidad", dijo una mujer indignada.
Hay que ser más cuidadosos
Al vivir inmersos en una ola de inseguridad en la que los patrullajes del 911 no son suficientes para combatir la delincuencia, expertos aseguran que la seguridad también pasa por uno mismo.
Ser cuidadoso con las carteras, evitar caminar con celulares en la mano, no caminar con grandes masas de gente y estar atentos, son algunas recomendaciones que realizan policías para evitar ser víctimas de ladrones y oportunistas.
"Si bien el estado tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos, todos podemos poner de nuestra parate para evitar ser víctimas de ladrones, con algunos cuidados mínimos y sabiendo que ante cualquier situación de robo o inseguridad debemos llamar al 911", explicaron policías.
Si bien la ciudad está dividida en zonas que son controladas con patrullajes preventivos, estos no son suficientes para combatir la inseguridad y los salteños reclaman mayor medidas para evitar robos.
Trágicos antecedentes en Salta
Los arrebatos por parte de motochorros dejaron trágicos antecedentes en la provincia.
Sara Enríquez tenía 58 años y perdió la vida al ser atacada por motochorros en noviembre de 2012, sobre la avenida Suecia en el barrio Morosini.
En esa oportunidad, los ladrones le arrebataron la cartera y por la violencia del ataque cayó al suelo sufriendo lesiones en la cabeza que le provocaron la muerte tras días de agonía, en el hospital San Bernardo.
Sus agresores fueron identificados como Alejandro Ubaldo Marín y Hernán José Vilca, quienes fueron procesados por robo seguido de muerte, ambos tenían antecedentes bajo la modalidad de motochorros.
En Orán, Jissel Salva fue otra víctima de los motochorros, la atacaron mientras gestaba un embarazo de ocho meses, el 25 de diciembre del año pasado. Los ladrones pretendían arrebatarle la cartera, la tiraron al suelo y le provocaron un daño neurológico irreversible.
Posteriormente, la joven fue sometida a una cesárea de urgencia para salvar a su hijo y estuvo en coma por varias semanas. Los ladrones siguen libres.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Motochorros atacaron a un joven que intentaba subir a un colectivo de la línea Transversal, arrebatándole el celular, en la avenida Reyes Católicos, ayer pasadas las 11.
La inseguridad y la mecánica de los ladrones dejó perplejos a los pasajeros de la unidad, que fueron testigos de lo sucedido y que a los gritos pedían que alguien atrape a los ladrones.
Pasadas las once, alrededor de cinco personas hicieron parar la unidad que se desplazaba de norte a sur, sobre la avenida Reyes Católicos, esquina Los Mistoles.
La gente comenzó a subir y el último en la fila era un joven con una mochila azul, quien en sus manos llevaba un celular de alta gama. A un costado, un hombre robusto, de tez oscura, se puso en la fila. Cuando la víctima estaba por subir, el ladrón, que simuló ser un pasajero, le quitó el teléfono y salió corriendo por la calle Los Mistoles.
La inseguridad y la mecánica de los ladrones dejó perplejos a los pasajeros de la unidad, que fueron testigos de lo sucedido y que a los gritos pedían que alguien atrape a los ladrones.
Pasadas las once, alrededor de cinco personas hicieron parar la unidad que se desplazaba de norte a sur, sobre la avenida Reyes Católicos, esquina Los Mistoles.
La gente comenzó a subir y el último en la fila era un joven con una mochila azul, quien en sus manos llevaba un celular de alta gama. A un costado, un hombre robusto, de tez oscura, se puso en la fila. Cuando la víctima estaba por subir, el ladrón, que simuló ser un pasajero, le quitó el teléfono y salió corriendo por la calle Los Mistoles.
El chico reaccionó al instante y comenzó a perseguirlo, no había avanzado ni diez metros cuando una motocicleta 110 cilindradas, conducida por un hombre que llevaba puesto un casco azul, paró frente al colectivo. En ese momento el chofer gritó son motochorros! y todos los pasajeros se acoplaron en las ventanas para mirar.
El ladrón logró esquivar al dueño del teléfono y correr hacia la moto que poco a poco comenzó a avanzar. La víctima no iba a rendirse fácilmente, juntó fuerzas y los persiguió a hasta donde pudo.
Ya sobre la Reyes Católicos el ladrón intentó subir a la moto en movimiento, pero cayó al suelo, ni aún así el dueño del celular logró alcanzarlo, porque este se paró rápidamente, se trepó a la moto y escaparon en dirección a Tres Cerritos.
El joven, desilusionado, regresó a su casa para posteriormente denunciar el robo. Mientras tanto, en el colectivo todos hablaban de lo sucedido. "Es una vergenza, ya no se puede salir a la calle. Miren la hora, a plena luz del día te roban con total impunidad", dijo una mujer indignada.
El ladrón logró esquivar al dueño del teléfono y correr hacia la moto que poco a poco comenzó a avanzar. La víctima no iba a rendirse fácilmente, juntó fuerzas y los persiguió a hasta donde pudo.
Ya sobre la Reyes Católicos el ladrón intentó subir a la moto en movimiento, pero cayó al suelo, ni aún así el dueño del celular logró alcanzarlo, porque este se paró rápidamente, se trepó a la moto y escaparon en dirección a Tres Cerritos.
El joven, desilusionado, regresó a su casa para posteriormente denunciar el robo. Mientras tanto, en el colectivo todos hablaban de lo sucedido. "Es una vergenza, ya no se puede salir a la calle. Miren la hora, a plena luz del día te roban con total impunidad", dijo una mujer indignada.
Hay que ser más cuidadosos
Al vivir inmersos en una ola de inseguridad en la que los patrullajes del 911 no son suficientes para combatir la delincuencia, expertos aseguran que la seguridad también pasa por uno mismo.
Ser cuidadoso con las carteras, evitar caminar con celulares en la mano, no caminar con grandes masas de gente y estar atentos, son algunas recomendaciones que realizan policías para evitar ser víctimas de ladrones y oportunistas.
"Si bien el estado tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos, todos podemos poner de nuestra parate para evitar ser víctimas de ladrones, con algunos cuidados mínimos y sabiendo que ante cualquier situación de robo o inseguridad debemos llamar al 911", explicaron policías.
Si bien la ciudad está dividida en zonas que son controladas con patrullajes preventivos, estos no son suficientes para combatir la inseguridad y los salteños reclaman mayor medidas para evitar robos.
Trágicos antecedentes en Salta
Los arrebatos por parte de motochorros dejaron trágicos antecedentes en la provincia.
Sara Enríquez tenía 58 años y perdió la vida al ser atacada por motochorros en noviembre de 2012, sobre la avenida Suecia en el barrio Morosini.
En esa oportunidad, los ladrones le arrebataron la cartera y por la violencia del ataque cayó al suelo sufriendo lesiones en la cabeza que le provocaron la muerte tras días de agonía, en el hospital San Bernardo.
Sus agresores fueron identificados como Alejandro Ubaldo Marín y Hernán José Vilca, quienes fueron procesados por robo seguido de muerte, ambos tenían antecedentes bajo la modalidad de motochorros.
En Orán, Jissel Salva fue otra víctima de los motochorros, la atacaron mientras gestaba un embarazo de ocho meses, el 25 de diciembre del año pasado. Los ladrones pretendían arrebatarle la cartera, la tiraron al suelo y le provocaron un daño neurológico irreversible.
Posteriormente, la joven fue sometida a una cesárea de urgencia para salvar a su hijo y estuvo en coma por varias semanas. Los ladrones siguen libres.