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Molestia del gremialismo oficialista por Ganancias

Jueves, 24 de julio de 2014 01:30
Jorge Capitanich recibió a Hugo Yasky acompañado de dirigentes de la CTA oficialista.
"Los reclamos por el impuesto a las ganancias son de carácter político", dijo inexplicablemente el jefe de Gabinete Jorge Capitanich horas antes de recibir al secretario general de la CTA oficialista Hugo Yasky. Las palabras cayeron mal en el gremialismo afín a la Casa Rosada al punto de tensar una reunión que en los papeles era un trámite. "Es una pavada", disparó el docente contra Capitanich.
Presionado por las bases sindicales, las centrales obreras oficialistas decidieron hacerle frente a la Casa Rosada en el tema ganancias. Con matices, el reclamo se basa en subir el mínimo no imponible. El lunes, la CGT de Antonio Caló visitó al jefe de Gabinete y pidió modificaciones. Ayer fue el turno de Yasky. ¿El resultado? Desde el Gobierno prometieron evaluar cambios y pidieron tiempo para elaborar una propuesta.
Actualmente el tributo lo pagan quienes tienen un ingreso mayor a los 15 mil pesos. Las centrales opositoras piden que el mínimo suba a 25 mil pesos mientras que las oficialistas hablan de 20 mil. Por debajo estaría la propuesta del Gobierno que rondaría los 18.
Correcciones
El dirigente docente fue cuidadoso con los términos expuestos al término de la reunión. "Vamos por la readecuación del impuesto a las ganancias ya que es un impuesto que necesita correcciones".
Más adelante señaló que, "se debe garantizar que sea más progresivo, y no genere las irritaciones que genera cuando un trabajador a partir de un módico aumento o cambio de categoría o traslado, tiene un pequeño cambio salarial y viene un gran descuento por ganancias", para sostener que "es absolutamente factible de resolver" el tema. Por último, pidió que "haya algún paliativo" para los jubilados que sufrieron el considerable aumento de los medicamentos.

Y además...
"Son comunistas con la plata de otro"

El líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, cargó ayer con dureza contra el Gobierno por el impuesto a las ganancias, al expresar que el kirchnerismo, "que se dice progresista, se cree comunista con la plata de otro", y vaticinó "un segundo semestre complicado" para el país porque el Ejecutivo nacional "no da respuestas" a las demandas sindicales.
"La gente me viene a ver llorando porque se rompe el lomo para hacer horas extras y ganar un peso más y después se lleva la plata el Gobierno", reveló sobre el reclamo conjunto de las centrales gremiales oficialistas y opositoras para que se suba el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.

La cancha embarrada y con tapones altos

La paciencia parece que comenzó a llegar a su límite. El de la CGT que conduce Antonio Caló vencerá la semana que viene. Ese fue el plazo que el lunes pidió el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para dar una respuesta los reclamos de la central.
"Les dimos los diez días y vamos a ver después qué nos contestan. Las circunstancias están así. La cancha está embarrada y hay que jugar con los tapones altos", indicó ayer el líder metalúrgico al referirse al tema en declaraciones radiales.
El gremialista adelantó que luego de que el Ejecutivo nacional "conteste por afirmativo o por negativo", la CGT realizará "una reunión del Consejo Directivo" y actuarán "en consecuencia".

Amenazan con un paro pero en soledad

El sindicalista Pablo Micheli aseguró que prepara un paro de 36 horas para la segunda semana de agosto, en reclamo de modificaciones al Impuesto a las ganancias, que sólo afecta al 10% de los trabajadores.
"Cada vez hay más gente que paga el tributo y se produce una injusticia. El año pasado el Gobierno resolvió exceptuar a la gente que entre marzo y noviembre de 2013 cobraba menos de 15 mil pesos y luego mantuvo esa decisión, pero ahora no hay ni noticias de eso; de subir el piso ni hablemos", afirmó.
Por otro lado, explicó que Hugo Moyano podría acompañar la medida, aunque no se mostró muy seguro.

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"Los reclamos por el impuesto a las ganancias son de carácter político", dijo inexplicablemente el jefe de Gabinete Jorge Capitanich horas antes de recibir al secretario general de la CTA oficialista Hugo Yasky. Las palabras cayeron mal en el gremialismo afín a la Casa Rosada al punto de tensar una reunión que en los papeles era un trámite. "Es una pavada", disparó el docente contra Capitanich.
Presionado por las bases sindicales, las centrales obreras oficialistas decidieron hacerle frente a la Casa Rosada en el tema ganancias. Con matices, el reclamo se basa en subir el mínimo no imponible. El lunes, la CGT de Antonio Caló visitó al jefe de Gabinete y pidió modificaciones. Ayer fue el turno de Yasky. ¿El resultado? Desde el Gobierno prometieron evaluar cambios y pidieron tiempo para elaborar una propuesta.
Actualmente el tributo lo pagan quienes tienen un ingreso mayor a los 15 mil pesos. Las centrales opositoras piden que el mínimo suba a 25 mil pesos mientras que las oficialistas hablan de 20 mil. Por debajo estaría la propuesta del Gobierno que rondaría los 18.
Correcciones
El dirigente docente fue cuidadoso con los términos expuestos al término de la reunión. "Vamos por la readecuación del impuesto a las ganancias ya que es un impuesto que necesita correcciones".
Más adelante señaló que, "se debe garantizar que sea más progresivo, y no genere las irritaciones que genera cuando un trabajador a partir de un módico aumento o cambio de categoría o traslado, tiene un pequeño cambio salarial y viene un gran descuento por ganancias", para sostener que "es absolutamente factible de resolver" el tema. Por último, pidió que "haya algún paliativo" para los jubilados que sufrieron el considerable aumento de los medicamentos.

Y además...
"Son comunistas con la plata de otro"

El líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, cargó ayer con dureza contra el Gobierno por el impuesto a las ganancias, al expresar que el kirchnerismo, "que se dice progresista, se cree comunista con la plata de otro", y vaticinó "un segundo semestre complicado" para el país porque el Ejecutivo nacional "no da respuestas" a las demandas sindicales.
"La gente me viene a ver llorando porque se rompe el lomo para hacer horas extras y ganar un peso más y después se lleva la plata el Gobierno", reveló sobre el reclamo conjunto de las centrales gremiales oficialistas y opositoras para que se suba el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.

La cancha embarrada y con tapones altos

La paciencia parece que comenzó a llegar a su límite. El de la CGT que conduce Antonio Caló vencerá la semana que viene. Ese fue el plazo que el lunes pidió el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para dar una respuesta los reclamos de la central.
"Les dimos los diez días y vamos a ver después qué nos contestan. Las circunstancias están así. La cancha está embarrada y hay que jugar con los tapones altos", indicó ayer el líder metalúrgico al referirse al tema en declaraciones radiales.
El gremialista adelantó que luego de que el Ejecutivo nacional "conteste por afirmativo o por negativo", la CGT realizará "una reunión del Consejo Directivo" y actuarán "en consecuencia".

Amenazan con un paro pero en soledad

El sindicalista Pablo Micheli aseguró que prepara un paro de 36 horas para la segunda semana de agosto, en reclamo de modificaciones al Impuesto a las ganancias, que sólo afecta al 10% de los trabajadores.
"Cada vez hay más gente que paga el tributo y se produce una injusticia. El año pasado el Gobierno resolvió exceptuar a la gente que entre marzo y noviembre de 2013 cobraba menos de 15 mil pesos y luego mantuvo esa decisión, pero ahora no hay ni noticias de eso; de subir el piso ni hablemos", afirmó.
Por otro lado, explicó que Hugo Moyano podría acompañar la medida, aunque no se mostró muy seguro.

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