Este sábado por la madrugada, inspectores de tránsito controlaron 106 vehículos en total. De todos esos, 48 fueron detenidos y 37 conductores presentaron niveles de alcohol en sangre iguales o superiores a 1 gramo por litro; 18 iban en motocicleta los otros 19, en vehículos particulares.
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Este sábado por la madrugada, inspectores de tránsito controlaron 106 vehículos en total. De todos esos, 48 fueron detenidos y 37 conductores presentaron niveles de alcohol en sangre iguales o superiores a 1 gramo por litro; 18 iban en motocicleta los otros 19, en vehículos particulares.
"Este fin de semana, 37 personas hicieron caso omiso a la normativa municipal vigente de Tolerancia Cero al Alcohol", señaló el secretario de Tránsito y Seguridad Vial, Carlos Caruso, quien además explicó que los controles se realizaron aplicando la Ordenanza Municipal 14.395.
Es que este fin de semana, la Municipalidad desplegó una campaña intensiva de concientización y control de alcoholemia para verificar el efectivo cumplimiento de la norma que establece la tolerancia cero de alcohol en sangre para conductores de cualquier tipo de vehículos y con cualquier finalidad.
La nueva prohibición, ya en plena vigencia, tiene como objetivo primordial reducir la tasa de mortalidad y siniestralidad vial por ingesta de bebidas alcohólicas entre los conductores.
Anteriormente se permitía una tolerancia de hasta 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre para los conductores de vehículos de cuatro ruedas particulares y de hasta 0,2 gramos por litro para conductores de motovehículos. A partir de la vigencia de la nueva norma municipal, esto se redujo a "Tolerancia Cero" de alcohol en sangre para conductores de cualquier tipo de vehículos y con cualquier finalidad, esto incluye bicicletas, motos y vehículos de cuatro ruedas, de uso privado o transporte.
El incumplimiento de la normativa vigente implica para el conductor que haya consumido alcohol, una serie de sanciones punitivas, educativas y de trabajo solidario. Esto se debe a que el espíritu de la norma es garantizar la seguridad vial, reducir la tasa de siniestralidad y mortalidad vial a raíz del consumo de alcohol y proteger la integridad física de todos los ciudadanos salteños, tanto del que conduce como del peatón.