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El gran atentado de la “Mano Negra”

Domingo, 06 de julio de 2014 12:42

Hace cien años, un atentado perpetrado en la ciudad de Sarajevo desencadenó en Europa, la Primera Guerra Mundial. 

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Hace cien años, un atentado perpetrado en la ciudad de Sarajevo desencadenó en Europa, la Primera Guerra Mundial. 

El conflicto duró cuatro años y concluyó en noviembre de 1918, con la batalla del Monte Grappa, Italia. Hasta los años ‘40 del siglo pasado, al conflicto se lo conocía como la “Guerra Mundial” o la “Gran Guerra”, pero a partir de 1945, la historia lo registra como la Primera Guerra Mundial.

La conflagración involucró a casi todo Europa, ya que la mayoría de los países de ese continente estaban alineados en uno u otro bloque: la Triple Entente integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia, y la Triple Alianza, con Alemania, el Imperio Austro Húngaro e Italia. 

Cuando estalló la guerra -un mes después del atentado de Sarajevo (28-3-1914), Italia no quiso involucrarse, pero treinta días más tarde terminó firmando (25/04/1815) el Tratado de Londres con la Triple Entente. Por ese pacto, Gran Bretaña y Francia contrajeron el compromiso de anexar a Italia -luego de la guerra- la ciudad de Trieste, el Tirol, Trentino, Istria y la mitad de Dalmacia. Por eso, Italia renunció poco después a su anterior alianza con Alemania y el Imperio Austro Húngaro, al cual estaba unido desde 1882.

Repercusión 

La mayoría de los italianos se oponía a que su país entrara en guerra. El Partido Socialista italiano tampoco quería que su patria participara de la guerra, al igual que la mayoría de los católicos, que eran alentados por el entonces papa Benedicto XV.

Según informes oficiales brindados por los organismos regionales de Italia, estos mostraron que ese pueblo consideraba que la guerra arruinaría aún más su economía. Y algo similar sintieron los italianos del exterior, como fue el caso de los que vivían en nuestro país. La gran mayoría no estuvo de acuerdo con la guerra, pero la promesa anglo-francesa referida al Friuli Oriental, conmovió a los numerosos contingentes de friulanos que residían en EEUU, Canadá, la Argentina y Brasil. 

Así fue que a poco que Italia entrara en guerra contra sus antiguos socios (Alemania y el Imperio Austro Húngaro), los aquí residentes comenzaron a ser convocados al servicio militar, y obviamente, los ítalosalteños no fueron la excepción.

No a la guerra

A decir verdad, la inmensa mayoría de los ítalo-salteños decidieron no ir a la guerra. Es que aquí habían conformado sus familias, sus hogares y además, la mayoría había arribado a estas tierras -al igual que otros pueblos- huyendo justamente de las guerras y de las hambrunas que cada tanto asolaban a Europa. 

En la localidad de Cerrillos, por ejemplo, un pequeñísimo pueblo a principio del siglo XX, donde residía no más de una docena de familias de italianos, al ser convocados se reunieron en la casa de un genovés y resolvieron ignorar la citación bélica. Ninguno quiso abandonar su familia y su pueblo adoptivo para ir a dejar su pellejo en una lejana trinchera o en un cementerio militar como el de Monte Grappa (Italia), donde están sepultados miles de soldados absolutamente anónimos.

La excepción

Sin embargo, aquí en Salta hubo un friulano que acató el llamado militar y marchó nomás a la guerra. Fue el caso de don Antonio Cucciaro, reconocido comerciante que supo ser dueño de “Casa La Moderna”, en Caseros y Alberdi. 

No bien recibió la cédula citatoria, sin dudar, se embarcó rumbo a Italia con su diez hijos a cuesta. Allá se alistó y se fue al frente de lucha. 
Por suerte don Antonio pudo regresar y contar el cuento como se dice, ya que muchos otros nunca más pudieron volver a su patria adoptiva.

El Friuli

La situación fronteriza del Friuli hizo que por siglos fuera una región permanentemente asolada por casi un continuo estado de guerra. Esto, y una importante tasa de natalidad, posibilitó que gran parte de los friulanos jóvenes -mayoritariamente campesinos- emigraran hacia los principales centros industriales del norte de Italia (Milán, Turín), o a países considerados más tranquilos. Hubo entonces enormes contingentes de friulianos -incluyendo también a eslovenos- que emigraron hacia Canadá, Estados Unidos, la Argentina y Brasil.

El atentado

El 28 de junio de 1914 fue asesinado el príncipe Francisco Fernando, heredero del Imperio Austro Húngaro cuando visitaba Sarajevo. El crimen fue cometido por un grupo serbio llamado “Mano Negra”, enemigo del expansionismo austríaco en los Balcanes. Su verdugo fue Gavrilo Princip, un joven nacionalista yugoslavo.

Este atentado desató una crisis diplomática cuando el imperio Austro Húngaro dio un ultimátum al Reino de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales concretadas a lo largo de décadas. Un mes después, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió por todo el mundo.Días atrás, Gavrilo Princip, fue recordado y homenajeado por autoridades serbias como el autor de la liberación de los pueblos eslavos en los Balcanes. 

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