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Estricto control de precios para laboratorios de remedios

Miércoles, 09 de julio de 2014 01:21

El medicamento dejó de ser de consumo popular y su uso restringido en un país que, inclusive, se automedica, pasó a convertirse en prohibitvo. Los remedios sometidos a la inflación del mercado se hicieron inaccesible.

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El medicamento dejó de ser de consumo popular y su uso restringido en un país que, inclusive, se automedica, pasó a convertirse en prohibitvo. Los remedios sometidos a la inflación del mercado se hicieron inaccesible.

Es por esta consecuencia que los eslabones más débiles de la cadena de comercialización, como la droguería y la farmacia, contabilizan pérdidas de rentabilidad. Al ser pequeñas empresas las arrastra el costo impositivo, el costo salarial y las obligaciones del comercio mismo.

Un paliativo, a entender del Gobierno, será que el fármaco en el mostrador de la farmacia no tan solo baje, sino que se monitoree el precio cuidado que se establece para controlar el alza en sus valores.

Pero aún esta oportunidad de bajar los precios a los medicamentos no es visto como posible por las farmacias y droguerías. Cuestionan a los laboratorios medicinales que aceptaron retrotraer los precios a los que regían en mayo pero, en la realidad, aún no hicieron la baja que se necesita. Para que la medida sea efectiva se los vigilará para que no suban en forma unilateral, rompiendo el esquema de los precios cuidados.

En la pirotecnia de judicializar todas sus pérdidas económicas, los laboratorios echaron a rodar un fuego artificial: amenazaron con ir a la Justicia desconociendo la medida de retrotraer los precios, pero por suerte entraron en razón y bajaron.

A los laboratorios les obsesiona lo que técnicamente discuten sus gerentes financieros ante las autoridades de la Secretaría de Comercio Interior, aquello que llaman un clima de negocios que les permita a los trabajar con una “rentabilidad razonable”.

Existen aproximadamente trescientos laboratorios privados, pero el grueso de la producción está concentrado en unas pocas decenas de empresas, que generan el 90% de la facturación y la mayoría de los remedios de mayor complejidad. También se han convertido, poco a poco, en propietarios de la mayoría de las empresas distribuidoras de los remedios a las farmacias. Es decir, hay una fuerte concentración económica en la llamada “industria de la enfermedad”.

La mitad de la producción corresponde a multinacionales y el resto a las argentinas. Los laboratorios de cualquier origen importan una parte significativa, casi la mitad, de los remedios que se consumen en nuestro país, y también exportan una parte de lo producido, variable de año en año. Los laboratorios públicos con habilitación nacional o provincial son aproximadamente cuarenta. Los precios de los medicamentos son fijados por cada productor.
 

A la hora negociar con empresas 
hay un ánimo constructivo

AUGUSTO COSTA, SECRETARIO DE COMERCIO


En el momento de la negocia­ción de precios a veces los ánimos se caldean y dan ganas de acogotar a alguien.

Siempre predomina un ánimo constructivo en las conversaciones.

La Secretaría de Comercio Inte­rior tiene un estilo para negociar. Es verdad que en algún momento 
se tiende a subir la voz o a pegar un grito, pero es parte de las cosas que uno tiene que ir llevando para 
llegar al mejor resultado.

En mayo último se habían registrado subas desproporcionadas e injustificadas en los precios de 
medicamentos. Lamentablemente los laboratorios decidieron romper el esquema que se había establecido en marzo, de seguimiento de los valores en conjunto con la Secretaría de Comercio. Es una industria muy poderosa, que tiene gran capacidad de presión.
 

La política de precios boicotea
el bolsillo de la farmacia

ISABEL MARTINEZ, COLEGIO DE FARMACEUTICOS DE SALTA

El problema de los costos de los medicamentos, para nosotros, es muy grande.Cuando la obra social tiene que validar un precio lo hace a la baja y llegamos así a perder hasta 10% en la venta del remedio.

Con esta política de que la industria de los remedios es la formadora de precios, la droguería y las farmacias, pierden muchísimo.

Nuestra actividad tiene distintas cuestiones que no están resueltas. Nuestros márgenes son limitados, recibimos pagos de los remedios con atrasos, por ejemplo, el PAMI se atrasa 20 días en ponerse al día.
Son un boicot para nuestro bolsillo los problemas en conjunto que afectan al eslabón de la farmacia en la cadena de comercialización del remedio.

Es muy poco lo que podemos acordar con algunos sectores y con las medidas que toma el Gobierno para la venta de remedios.

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