En medio de la seguidilla de despidos y suspensiones que se suceden en distintos rubros y ámbitos empresariales, el MST-Nueva Izquierda realizará una llamativa protesta: le entregará un telegrama de despido gigante el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, "por inepto".
No es la primera vez que el legislador del MST-Nueva Izquierda utiliza métodos heterodoxos para la protesta: en 2013 había protestado en calzones frente a la AFIP contra el Impuesto a las Ganancias y en octubre de ese año había recorrido el centro porteño con tijeras gigantes para fomentar el corte de boleta.
"Se tendría que ir ya mismo del cargo por inepto. Según él los despidos son apenas una idea", casi una sensación. Junto a sus socios de la burocracia sindical y el empresariado, Tomada pretende que la crisis la paguen los trabajadores", esgrimió Bodart, que pasó este mediodía por las oficinas del Ministro en Alem al 600.
Por otra parte, y en línea con la propuesta legislativa del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Bodart aseguró: "Si toda empresa que cierre o despida fuera nacionalizada con control obrero no se animarían a dejar a un solo trabajador en la calle".
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En medio de la seguidilla de despidos y suspensiones que se suceden en distintos rubros y ámbitos empresariales, el MST-Nueva Izquierda realizará una llamativa protesta: le entregará un telegrama de despido gigante el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, "por inepto".
No es la primera vez que el legislador del MST-Nueva Izquierda utiliza métodos heterodoxos para la protesta: en 2013 había protestado en calzones frente a la AFIP contra el Impuesto a las Ganancias y en octubre de ese año había recorrido el centro porteño con tijeras gigantes para fomentar el corte de boleta.
"Se tendría que ir ya mismo del cargo por inepto. Según él los despidos son apenas una idea", casi una sensación. Junto a sus socios de la burocracia sindical y el empresariado, Tomada pretende que la crisis la paguen los trabajadores", esgrimió Bodart, que pasó este mediodía por las oficinas del Ministro en Alem al 600.
Por otra parte, y en línea con la propuesta legislativa del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Bodart aseguró: "Si toda empresa que cierre o despida fuera nacionalizada con control obrero no se animarían a dejar a un solo trabajador en la calle".