Unir fuerzas en una cruzada para combatir el hambre es el factor común que convoca a los integrantes de No +Hambre. Se trata de una asociación civil fundada en 2006 por Jimena Gallardo y su esposo Santiago Burastero.
Ambos dedicados al ámbito de la medicina y la nutrición, apostaron a un proyecto solidario que los lleva por todo el país a través de eventos multitudinarios para recolectar alimentos.
Amante del atletismo, Jimena encontró en el correr la manera de expresar sus ganas de que no haya más hambre en el mundo. Con afectos y sentimientos especiales hacia Salta, ella llegó a la ciudad para participar de la maratón que sirvió como lanzamiento de la entidad en la provincia. Convencida de que lo peor es el ocultamiento de la realidad y que es más importante ocuparse que preocuparse, Jimena dialogó con El Tribuno.
¿Qué significa sumar a Salta en el mapa de No+Hambre?
Significa sumar a los salteños a que colaboren para ser parte de este movimiento solidario. Es simple y muy útil, lo pueden hacer con lo poquito que tienen o con alguna donación siempre con la idea de compartir lo que se tiene.
¿Cuál es el trabajo principal que se desarrollará en la Provincia?
La idea es crear un banco de alimentos que pueda abastecer a esas zonas más alejadas de la capital e implementar aquellas acciones que lleva a cabo No +Hambre a nivel nacional, por ejemplo, los operativos odontológicos y las mediciones antropométricas para saber en qué condiciones se encuentran los niños y los adultos porque el hambre es un tema que también es de grandes, de adultos, de gente de la tercera edad.
¿En que consiste el trabajo de la entidad?
No+Hambre se encarga de detectar casos que están bastante escondidos por una cuestión sistemática de los gobiernos a quienes difícilmente les gusta hablar sobre el hambre.
¿Cree que el gobierno oculta este tema?
Se oculta y más que ocultar, se niega y la negación es lo peor que le puede pasar al ser humano. Se puede ocultar pero cuando el chico asoma la cabeza por la puerta y lo viste, te das cuenta lo que está pasando. La negación es que digas que ese chiquito está bien cuando la verdad es que no.
¿Cómo definirías la situación actual del hambre en Argentina?
Los médicos que rodean a No +Hambre saben lo que está pasando. Mi marido hace 35 años trabaja con la desnutrición y mal nutrición y lo que está pasando hoy en la Argentina desde hace unos años largos era imposible de imaginar. No creíamos que esto sucedería acá teniendo un país maravillosamente potable para poder alimentar a toda esta gente.
¿Qué opina de la realidad salteña en materia de desnutrición?
La realidad de Salta es una de las más comprometidas para nosotros. El gobierno no se suma a denunciar, se suma a querer sanear algo a través de un convenio pero me gustaría que reconocieran lo que hay, se firmara ese convenio y se trabajara sobre ello.
¿Crees que no se reconoce la realidad ?
No se reconoce lo que hay, por ejemplo no veo que se le haya dado mucha difusión a la muerte de dos niños wichis y las muertes de dos personas por un tema de mala alimentación, mal nutrición, desnutrición o como ellos quieran ponerle al obito cuando lo encuentran.
¿Ve un crecimiento en el abordaje de este tema?
Trabajamos con la Iglesia, con los párrocos, padres, anónimos, hacemos censos rurales, pasamos por estas provincias sin que sepas que estamos, visitamos a las familias que hace ocho años visitamos y lamentablemente no hay un crecimiento, no hay una mejoría. Existe una mayor cantidad de hijos y también de hijos que ya no están.
¿Qué la pone triste?
La desigualdad. Estoy triste también por el tema de que yo lo quiero seguir considerando a (Abel) Albino como una de las personas más comprometidas en la investigación y vocero de lo que es desnutrición infantil, de cómo se previene, pero no creo que con un software vayamos a solucionar que los chicos no comen.
¿Cómo piensa que se combate eficazmente esta problemática?
Tengo 40 años y desde los 15 trabajo en temas sociales. Soy investigadora en el área de la química de los alimentos y creo que la mejor manera de tratar esto es ocupandose y no preocupandose, eso es todo. Hay que ocuparse. Uno se preocupa de que se vaya a morir pero no se ocupa en evitar los males.
¿Que le gustaría para Salta?
Salta es una provincia maravillosa, una de las provincias que más amo porque tengo historias muy puntuales y privadas con una Virgen, con familias que he visto crecer y muchas salir adelante con la ayuda privada. Creo que Salta está quedada, ha bajado los brazos, la gente de Salta no se da cuenta el potencial que tiene y que es digna de tener un pueblo en crecimiento. Ese crecimiento se dará al lado de la unión, sin violencia, sin la combativa esa de "vos no sabes lo que decís o vos no sabes lo que haces" hay que unirse e ir sumando de a poquito.
¿Qué rol ocupa el gobierno?
Los gobiernos son muy importantes, manejan números siderales. Yo vengo de una familia vinculada a la publicidad y la mejor publicidad que se puede hacer en la política es poner un plato de comida y un ejercicio de vida para que la dignidad del padre vuelva a su casa. Los planes son temporales, se necesita ver a los padres trabajar porque la dignidad del hombre se da a través del trabajo.
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Unir fuerzas en una cruzada para combatir el hambre es el factor común que convoca a los integrantes de No +Hambre. Se trata de una asociación civil fundada en 2006 por Jimena Gallardo y su esposo Santiago Burastero.
Ambos dedicados al ámbito de la medicina y la nutrición, apostaron a un proyecto solidario que los lleva por todo el país a través de eventos multitudinarios para recolectar alimentos.
Amante del atletismo, Jimena encontró en el correr la manera de expresar sus ganas de que no haya más hambre en el mundo. Con afectos y sentimientos especiales hacia Salta, ella llegó a la ciudad para participar de la maratón que sirvió como lanzamiento de la entidad en la provincia. Convencida de que lo peor es el ocultamiento de la realidad y que es más importante ocuparse que preocuparse, Jimena dialogó con El Tribuno.
¿Qué significa sumar a Salta en el mapa de No+Hambre?
Significa sumar a los salteños a que colaboren para ser parte de este movimiento solidario. Es simple y muy útil, lo pueden hacer con lo poquito que tienen o con alguna donación siempre con la idea de compartir lo que se tiene.
¿Cuál es el trabajo principal que se desarrollará en la Provincia?
La idea es crear un banco de alimentos que pueda abastecer a esas zonas más alejadas de la capital e implementar aquellas acciones que lleva a cabo No +Hambre a nivel nacional, por ejemplo, los operativos odontológicos y las mediciones antropométricas para saber en qué condiciones se encuentran los niños y los adultos porque el hambre es un tema que también es de grandes, de adultos, de gente de la tercera edad.
¿En que consiste el trabajo de la entidad?
No+Hambre se encarga de detectar casos que están bastante escondidos por una cuestión sistemática de los gobiernos a quienes difícilmente les gusta hablar sobre el hambre.
¿Cree que el gobierno oculta este tema?
Se oculta y más que ocultar, se niega y la negación es lo peor que le puede pasar al ser humano. Se puede ocultar pero cuando el chico asoma la cabeza por la puerta y lo viste, te das cuenta lo que está pasando. La negación es que digas que ese chiquito está bien cuando la verdad es que no.
¿Cómo definirías la situación actual del hambre en Argentina?
Los médicos que rodean a No +Hambre saben lo que está pasando. Mi marido hace 35 años trabaja con la desnutrición y mal nutrición y lo que está pasando hoy en la Argentina desde hace unos años largos era imposible de imaginar. No creíamos que esto sucedería acá teniendo un país maravillosamente potable para poder alimentar a toda esta gente.
¿Qué opina de la realidad salteña en materia de desnutrición?
La realidad de Salta es una de las más comprometidas para nosotros. El gobierno no se suma a denunciar, se suma a querer sanear algo a través de un convenio pero me gustaría que reconocieran lo que hay, se firmara ese convenio y se trabajara sobre ello.
¿Crees que no se reconoce la realidad ?
No se reconoce lo que hay, por ejemplo no veo que se le haya dado mucha difusión a la muerte de dos niños wichis y las muertes de dos personas por un tema de mala alimentación, mal nutrición, desnutrición o como ellos quieran ponerle al obito cuando lo encuentran.
¿Ve un crecimiento en el abordaje de este tema?
Trabajamos con la Iglesia, con los párrocos, padres, anónimos, hacemos censos rurales, pasamos por estas provincias sin que sepas que estamos, visitamos a las familias que hace ocho años visitamos y lamentablemente no hay un crecimiento, no hay una mejoría. Existe una mayor cantidad de hijos y también de hijos que ya no están.
¿Qué la pone triste?
La desigualdad. Estoy triste también por el tema de que yo lo quiero seguir considerando a (Abel) Albino como una de las personas más comprometidas en la investigación y vocero de lo que es desnutrición infantil, de cómo se previene, pero no creo que con un software vayamos a solucionar que los chicos no comen.
¿Cómo piensa que se combate eficazmente esta problemática?
Tengo 40 años y desde los 15 trabajo en temas sociales. Soy investigadora en el área de la química de los alimentos y creo que la mejor manera de tratar esto es ocupandose y no preocupandose, eso es todo. Hay que ocuparse. Uno se preocupa de que se vaya a morir pero no se ocupa en evitar los males.
¿Que le gustaría para Salta?
Salta es una provincia maravillosa, una de las provincias que más amo porque tengo historias muy puntuales y privadas con una Virgen, con familias que he visto crecer y muchas salir adelante con la ayuda privada. Creo que Salta está quedada, ha bajado los brazos, la gente de Salta no se da cuenta el potencial que tiene y que es digna de tener un pueblo en crecimiento. Ese crecimiento se dará al lado de la unión, sin violencia, sin la combativa esa de "vos no sabes lo que decís o vos no sabes lo que haces" hay que unirse e ir sumando de a poquito.
¿Qué rol ocupa el gobierno?
Los gobiernos son muy importantes, manejan números siderales. Yo vengo de una familia vinculada a la publicidad y la mejor publicidad que se puede hacer en la política es poner un plato de comida y un ejercicio de vida para que la dignidad del padre vuelva a su casa. Los planes son temporales, se necesita ver a los padres trabajar porque la dignidad del hombre se da a través del trabajo.