A pesar de logros muy importantes alcanzados en la lucha de la comunidad trans, Karla Franqui atraviesa una situación a la que ella misma calificó como una gran injusticia. Oriunda de Orán y enfermera hace más de 30 años en la ciudad de Salta, denunció ante El Tribuno acoso sexual, persecución laboral y discriminación por parte del jefe del centro de salud de barrio El Manjón, donde trabaja hace 10 años.
"En 2010, el jefe del centro de salud que está ahora pero que también estuvo en una gestión anterior, me hizo una propuesta de tipo sexual y no acepté. A partir de ahí empezó una persecución que continúa hasta hoy", explicó Karla.
Un sumario administrativo iniciado por el Ministerio de Salud Pública determinó el 16 de marzo pasado que sería trasladada a otro centro de salud, en barrio Santa Lucía.
Sin posibilidad de acceder al expediente ni a una defensa previa, ella espera la audiencia prevista para el 30 de abril para contar su versión. "Hacer público mi caso es la única manera que encontré para defenderme. Esto es una prueba más de la persecución que sufro. Ahora me atacan en mi desempeño laboral. Me acusan de no proceder adecuadamente con una paciente en noviembre del año pasado y es una incongruencia porque esa paciente denunció al jefe del centro de salud por maltrato", explicó la mujer.
Transformada desde hace cinco años y con nuevo DNI desde hace dos, Karla pudo figurar con su nuevo nombre en el sistema de ingreso digital a su trabajo recién hace un mes.
"Mi jefe siempre me llamó por mi nombre masculino. Hace dos años que tengo documento de identidad nuevo y a pesar de que presenté muchas notas para que figurara como Karla Franqui, recién hace un mes lo logré. Una vez, él me dijo que no me quería en ese centro de salud porque era una mala imagen. Además de que no le gustaba mi forma de vestir, que parecía prostituta, el pelo, los zapatos, y cuando me dijo así me hizo saber que me ponía en disponibilidad", explicó la profesional.
Denuncia en el Inadi
Karla Franqui denunció en 2014 al jefe del centro de salud de barrio El Manjón ante el Inadi por discriminación. Casi un año después, la entidad sigue sin emitir un dictamen al respecto. "Si las personas como yo se dedican a la prostitución las critican, pero cuando tenés una profesión y trabajás de eso, como es mi caso, también sufrís discriminación. Es un tema que siempre está presente. Desde lo que te puede pedir un jefe como me pasó a mi hasta la mirada de las supervisoras y otros jefes que te miran como bicho raro, algunas no pueden disimular y la forma despectiva en el trato es muy evidente. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que te discriminan todo el tiempo", aseguró.
Con la esperanza de no ser trasladada, Karla espera que dentro de pocos días su historia cambie y pueda conservar el espacio de trabajo por el que luchó tanto.
"En 2010, el jefe del centro de salud que está ahora pero que también estuvo en una gestión anterior, me hizo una propuesta de tipo sexual y no acepté. A partir de ahí empezó una persecución que continúa hasta hoy", explicó Karla.
Un sumario administrativo iniciado por el Ministerio de Salud Pública determinó el 16 de marzo pasado que sería trasladada a otro centro de salud, en barrio Santa Lucía.
Sin posibilidad de acceder al expediente ni a una defensa previa, ella espera la audiencia prevista para el 30 de abril para contar su versión. "Hacer público mi caso es la única manera que encontré para defenderme. Esto es una prueba más de la persecución que sufro. Ahora me atacan en mi desempeño laboral. Me acusan de no proceder adecuadamente con una paciente en noviembre del año pasado y es una incongruencia porque esa paciente denunció al jefe del centro de salud por maltrato", explicó la mujer.
Transformada desde hace cinco años y con nuevo DNI desde hace dos, Karla pudo figurar con su nuevo nombre en el sistema de ingreso digital a su trabajo recién hace un mes.
"Mi jefe siempre me llamó por mi nombre masculino. Hace dos años que tengo documento de identidad nuevo y a pesar de que presenté muchas notas para que figurara como Karla Franqui, recién hace un mes lo logré. Una vez, él me dijo que no me quería en ese centro de salud porque era una mala imagen. Además de que no le gustaba mi forma de vestir, que parecía prostituta, el pelo, los zapatos, y cuando me dijo así me hizo saber que me ponía en disponibilidad", explicó la profesional.
Denuncia en el Inadi
Karla Franqui denunció en 2014 al jefe del centro de salud de barrio El Manjón ante el Inadi por discriminación. Casi un año después, la entidad sigue sin emitir un dictamen al respecto. "Si las personas como yo se dedican a la prostitución las critican, pero cuando tenés una profesión y trabajás de eso, como es mi caso, también sufrís discriminación. Es un tema que siempre está presente. Desde lo que te puede pedir un jefe como me pasó a mi hasta la mirada de las supervisoras y otros jefes que te miran como bicho raro, algunas no pueden disimular y la forma despectiva en el trato es muy evidente. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que te discriminan todo el tiempo", aseguró.
Con la esperanza de no ser trasladada, Karla espera que dentro de pocos días su historia cambie y pueda conservar el espacio de trabajo por el que luchó tanto.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
A pesar de logros muy importantes alcanzados en la lucha de la comunidad trans, Karla Franqui atraviesa una situación a la que ella misma calificó como una gran injusticia. Oriunda de Orán y enfermera hace más de 30 años en la ciudad de Salta, denunció ante El Tribuno acoso sexual, persecución laboral y discriminación por parte del jefe del centro de salud de barrio El Manjón, donde trabaja hace 10 años.
"En 2010, el jefe del centro de salud que está ahora pero que también estuvo en una gestión anterior, me hizo una propuesta de tipo sexual y no acepté. A partir de ahí empezó una persecución que continúa hasta hoy", explicó Karla.
Un sumario administrativo iniciado por el Ministerio de Salud Pública determinó el 16 de marzo pasado que sería trasladada a otro centro de salud, en barrio Santa Lucía.
Sin posibilidad de acceder al expediente ni a una defensa previa, ella espera la audiencia prevista para el 30 de abril para contar su versión. "Hacer público mi caso es la única manera que encontré para defenderme. Esto es una prueba más de la persecución que sufro. Ahora me atacan en mi desempeño laboral. Me acusan de no proceder adecuadamente con una paciente en noviembre del año pasado y es una incongruencia porque esa paciente denunció al jefe del centro de salud por maltrato", explicó la mujer.
Transformada desde hace cinco años y con nuevo DNI desde hace dos, Karla pudo figurar con su nuevo nombre en el sistema de ingreso digital a su trabajo recién hace un mes.
"Mi jefe siempre me llamó por mi nombre masculino. Hace dos años que tengo documento de identidad nuevo y a pesar de que presenté muchas notas para que figurara como Karla Franqui, recién hace un mes lo logré. Una vez, él me dijo que no me quería en ese centro de salud porque era una mala imagen. Además de que no le gustaba mi forma de vestir, que parecía prostituta, el pelo, los zapatos, y cuando me dijo así me hizo saber que me ponía en disponibilidad", explicó la profesional.
Denuncia en el Inadi
Karla Franqui denunció en 2014 al jefe del centro de salud de barrio El Manjón ante el Inadi por discriminación. Casi un año después, la entidad sigue sin emitir un dictamen al respecto. "Si las personas como yo se dedican a la prostitución las critican, pero cuando tenés una profesión y trabajás de eso, como es mi caso, también sufrís discriminación. Es un tema que siempre está presente. Desde lo que te puede pedir un jefe como me pasó a mi hasta la mirada de las supervisoras y otros jefes que te miran como bicho raro, algunas no pueden disimular y la forma despectiva en el trato es muy evidente. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que te discriminan todo el tiempo", aseguró.
Con la esperanza de no ser trasladada, Karla espera que dentro de pocos días su historia cambie y pueda conservar el espacio de trabajo por el que luchó tanto.
"En 2010, el jefe del centro de salud que está ahora pero que también estuvo en una gestión anterior, me hizo una propuesta de tipo sexual y no acepté. A partir de ahí empezó una persecución que continúa hasta hoy", explicó Karla.
Un sumario administrativo iniciado por el Ministerio de Salud Pública determinó el 16 de marzo pasado que sería trasladada a otro centro de salud, en barrio Santa Lucía.
Sin posibilidad de acceder al expediente ni a una defensa previa, ella espera la audiencia prevista para el 30 de abril para contar su versión. "Hacer público mi caso es la única manera que encontré para defenderme. Esto es una prueba más de la persecución que sufro. Ahora me atacan en mi desempeño laboral. Me acusan de no proceder adecuadamente con una paciente en noviembre del año pasado y es una incongruencia porque esa paciente denunció al jefe del centro de salud por maltrato", explicó la mujer.
Transformada desde hace cinco años y con nuevo DNI desde hace dos, Karla pudo figurar con su nuevo nombre en el sistema de ingreso digital a su trabajo recién hace un mes.
"Mi jefe siempre me llamó por mi nombre masculino. Hace dos años que tengo documento de identidad nuevo y a pesar de que presenté muchas notas para que figurara como Karla Franqui, recién hace un mes lo logré. Una vez, él me dijo que no me quería en ese centro de salud porque era una mala imagen. Además de que no le gustaba mi forma de vestir, que parecía prostituta, el pelo, los zapatos, y cuando me dijo así me hizo saber que me ponía en disponibilidad", explicó la profesional.
Denuncia en el Inadi
Karla Franqui denunció en 2014 al jefe del centro de salud de barrio El Manjón ante el Inadi por discriminación. Casi un año después, la entidad sigue sin emitir un dictamen al respecto. "Si las personas como yo se dedican a la prostitución las critican, pero cuando tenés una profesión y trabajás de eso, como es mi caso, también sufrís discriminación. Es un tema que siempre está presente. Desde lo que te puede pedir un jefe como me pasó a mi hasta la mirada de las supervisoras y otros jefes que te miran como bicho raro, algunas no pueden disimular y la forma despectiva en el trato es muy evidente. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que te discriminan todo el tiempo", aseguró.
Con la esperanza de no ser trasladada, Karla espera que dentro de pocos días su historia cambie y pueda conservar el espacio de trabajo por el que luchó tanto.