El 80 por ciento de los chicos no se siente representado por lo que publican los medios. ¿Con qué se puede relacionar esta realidad?
Nosotros nos hicimos esa pregunta y una serie de preguntas conexas. Por ejemplo, si los chicos sentían que tenían espacio en los medios; si sentían que las cuestiones representadas en los medios se identificaban con sus temas o sentían que había situaciones de discriminación. Todas esas preguntas tuvieron, en general, alto porcentaje de respuestas negativas.
Probablemente todo esto explique por qué no se sienten representados. Cuando se hicieron preguntas un poco más abiertas, dijeron que los medios están pensados desde la lógica de los adultos y que no hay tiempo para priorizar los temas que les interesan a los chicos y las chicas.
¿Cuáles son los temas que tendrían que poner los medios en agenda para hacer una mejor representación de la infancia y adolescencia?
Me cuesta decir qué es lo que deberían cubrir. Pero si analizamos lo que les pasa a los chicos a lo largo de su vida, tenemos múltiples situaciones como los primeros años de la vida, lo social, la escolarización, el deporte, el egreso, los desafíos para terminar la escuela o encontrar el primer trabajo.
Todo ese mundo no está tan presente. En general están más presentes las cuestiones relacionadas con la vulneración de un derecho, la violencia o la Justicia. Entonces, se reducen bastante todas las cuestiones que vive un chico a unos pocos aspectos.
¿Esto se da por falta de conocimiento, por una cuestión cultural o por otros factores?
Son múltiples los factores que inciden y tenemos distintas aproximaciones de por qué pasa lo que pasa.
Creo que hay una visión adultocéntrica, en general, que se traslada a diferentes aspectos y al periodismo, que está visto desde el mundo adulto. Hay que hacer un esfuerzo para ponerse en el lugar del otro, en el lugar de los chicos.
En un año electoral, en que la política está muy presente en los medios, ¿los candidatos plantean propuestas relacionadas con la infancia?
Creo que una cosa son las plataformas electorales de los candidatos, que quizás no son tan conocidas. Probablemente, uno ahí puede encontrar temas como salud y educación, que son pilares importantes.
En las cuestiones de dominio público, si uno analiza la nube de palabras sobre los temas que discutieron los candidatos, probablemente, están menos presentes.
Ahí hay una combinación de los medios, los candidatos y la opinión pública. En esa triangulación se juega lo que se destaca o no se destaca dentro de la agenda del debate electoral.
Está bueno llevar esa agenda a lo que tiene que ver con la niñez, desde varias perspectivas. Un ejemplo es el tema de los que votan por primera vez, que tienen una agenda clara de las cosas que les interesan. Está bueno que los candidatos hablen de eso. Es un desafío.
Nosotros nos hicimos esa pregunta y una serie de preguntas conexas. Por ejemplo, si los chicos sentían que tenían espacio en los medios; si sentían que las cuestiones representadas en los medios se identificaban con sus temas o sentían que había situaciones de discriminación. Todas esas preguntas tuvieron, en general, alto porcentaje de respuestas negativas.
Probablemente todo esto explique por qué no se sienten representados. Cuando se hicieron preguntas un poco más abiertas, dijeron que los medios están pensados desde la lógica de los adultos y que no hay tiempo para priorizar los temas que les interesan a los chicos y las chicas.
¿Cuáles son los temas que tendrían que poner los medios en agenda para hacer una mejor representación de la infancia y adolescencia?
Me cuesta decir qué es lo que deberían cubrir. Pero si analizamos lo que les pasa a los chicos a lo largo de su vida, tenemos múltiples situaciones como los primeros años de la vida, lo social, la escolarización, el deporte, el egreso, los desafíos para terminar la escuela o encontrar el primer trabajo.
Todo ese mundo no está tan presente. En general están más presentes las cuestiones relacionadas con la vulneración de un derecho, la violencia o la Justicia. Entonces, se reducen bastante todas las cuestiones que vive un chico a unos pocos aspectos.
¿Esto se da por falta de conocimiento, por una cuestión cultural o por otros factores?
Son múltiples los factores que inciden y tenemos distintas aproximaciones de por qué pasa lo que pasa.
Creo que hay una visión adultocéntrica, en general, que se traslada a diferentes aspectos y al periodismo, que está visto desde el mundo adulto. Hay que hacer un esfuerzo para ponerse en el lugar del otro, en el lugar de los chicos.
En un año electoral, en que la política está muy presente en los medios, ¿los candidatos plantean propuestas relacionadas con la infancia?
Creo que una cosa son las plataformas electorales de los candidatos, que quizás no son tan conocidas. Probablemente, uno ahí puede encontrar temas como salud y educación, que son pilares importantes.
En las cuestiones de dominio público, si uno analiza la nube de palabras sobre los temas que discutieron los candidatos, probablemente, están menos presentes.
Ahí hay una combinación de los medios, los candidatos y la opinión pública. En esa triangulación se juega lo que se destaca o no se destaca dentro de la agenda del debate electoral.
Está bueno llevar esa agenda a lo que tiene que ver con la niñez, desde varias perspectivas. Un ejemplo es el tema de los que votan por primera vez, que tienen una agenda clara de las cosas que les interesan. Está bueno que los candidatos hablen de eso. Es un desafío.
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El 80 por ciento de los chicos no se siente representado por lo que publican los medios. ¿Con qué se puede relacionar esta realidad?
Nosotros nos hicimos esa pregunta y una serie de preguntas conexas. Por ejemplo, si los chicos sentían que tenían espacio en los medios; si sentían que las cuestiones representadas en los medios se identificaban con sus temas o sentían que había situaciones de discriminación. Todas esas preguntas tuvieron, en general, alto porcentaje de respuestas negativas.
Probablemente todo esto explique por qué no se sienten representados. Cuando se hicieron preguntas un poco más abiertas, dijeron que los medios están pensados desde la lógica de los adultos y que no hay tiempo para priorizar los temas que les interesan a los chicos y las chicas.
¿Cuáles son los temas que tendrían que poner los medios en agenda para hacer una mejor representación de la infancia y adolescencia?
Me cuesta decir qué es lo que deberían cubrir. Pero si analizamos lo que les pasa a los chicos a lo largo de su vida, tenemos múltiples situaciones como los primeros años de la vida, lo social, la escolarización, el deporte, el egreso, los desafíos para terminar la escuela o encontrar el primer trabajo.
Todo ese mundo no está tan presente. En general están más presentes las cuestiones relacionadas con la vulneración de un derecho, la violencia o la Justicia. Entonces, se reducen bastante todas las cuestiones que vive un chico a unos pocos aspectos.
¿Esto se da por falta de conocimiento, por una cuestión cultural o por otros factores?
Son múltiples los factores que inciden y tenemos distintas aproximaciones de por qué pasa lo que pasa.
Creo que hay una visión adultocéntrica, en general, que se traslada a diferentes aspectos y al periodismo, que está visto desde el mundo adulto. Hay que hacer un esfuerzo para ponerse en el lugar del otro, en el lugar de los chicos.
En un año electoral, en que la política está muy presente en los medios, ¿los candidatos plantean propuestas relacionadas con la infancia?
Creo que una cosa son las plataformas electorales de los candidatos, que quizás no son tan conocidas. Probablemente, uno ahí puede encontrar temas como salud y educación, que son pilares importantes.
En las cuestiones de dominio público, si uno analiza la nube de palabras sobre los temas que discutieron los candidatos, probablemente, están menos presentes.
Ahí hay una combinación de los medios, los candidatos y la opinión pública. En esa triangulación se juega lo que se destaca o no se destaca dentro de la agenda del debate electoral.
Está bueno llevar esa agenda a lo que tiene que ver con la niñez, desde varias perspectivas. Un ejemplo es el tema de los que votan por primera vez, que tienen una agenda clara de las cosas que les interesan. Está bueno que los candidatos hablen de eso. Es un desafío.
Nosotros nos hicimos esa pregunta y una serie de preguntas conexas. Por ejemplo, si los chicos sentían que tenían espacio en los medios; si sentían que las cuestiones representadas en los medios se identificaban con sus temas o sentían que había situaciones de discriminación. Todas esas preguntas tuvieron, en general, alto porcentaje de respuestas negativas.
Probablemente todo esto explique por qué no se sienten representados. Cuando se hicieron preguntas un poco más abiertas, dijeron que los medios están pensados desde la lógica de los adultos y que no hay tiempo para priorizar los temas que les interesan a los chicos y las chicas.
¿Cuáles son los temas que tendrían que poner los medios en agenda para hacer una mejor representación de la infancia y adolescencia?
Me cuesta decir qué es lo que deberían cubrir. Pero si analizamos lo que les pasa a los chicos a lo largo de su vida, tenemos múltiples situaciones como los primeros años de la vida, lo social, la escolarización, el deporte, el egreso, los desafíos para terminar la escuela o encontrar el primer trabajo.
Todo ese mundo no está tan presente. En general están más presentes las cuestiones relacionadas con la vulneración de un derecho, la violencia o la Justicia. Entonces, se reducen bastante todas las cuestiones que vive un chico a unos pocos aspectos.
¿Esto se da por falta de conocimiento, por una cuestión cultural o por otros factores?
Son múltiples los factores que inciden y tenemos distintas aproximaciones de por qué pasa lo que pasa.
Creo que hay una visión adultocéntrica, en general, que se traslada a diferentes aspectos y al periodismo, que está visto desde el mundo adulto. Hay que hacer un esfuerzo para ponerse en el lugar del otro, en el lugar de los chicos.
En un año electoral, en que la política está muy presente en los medios, ¿los candidatos plantean propuestas relacionadas con la infancia?
Creo que una cosa son las plataformas electorales de los candidatos, que quizás no son tan conocidas. Probablemente, uno ahí puede encontrar temas como salud y educación, que son pilares importantes.
En las cuestiones de dominio público, si uno analiza la nube de palabras sobre los temas que discutieron los candidatos, probablemente, están menos presentes.
Ahí hay una combinación de los medios, los candidatos y la opinión pública. En esa triangulación se juega lo que se destaca o no se destaca dentro de la agenda del debate electoral.
Está bueno llevar esa agenda a lo que tiene que ver con la niñez, desde varias perspectivas. Un ejemplo es el tema de los que votan por primera vez, que tienen una agenda clara de las cosas que les interesan. Está bueno que los candidatos hablen de eso. Es un desafío.