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Believe, un filme que tiene a Orán en una historia de esperanza y amor | Cine

Lunes, 20 de julio de 2015 00:30
Una de las fotografías de Luis Casasola como Pablo en la cinta.
Todo es posible, más allá de las adversidades y las circunstancias.
Ese es el mensaje y eje sobre el que gira el elaborado guión de Believe (Creer), cortometraje con buena parte de filmación en Orán, del director francés Paul Mignot.
La ciudad norteña tendrá esta noche el privilegio de disfrutar la avant première, a las 21, en la Casa de la Cultura.
La película, que hilvana tres conmovedoras historias, se realizó en 2012 y espera recorrer festivales en Europa. El estreno de esta noche será con el propio realizador y productor de comerciales, por lo que será la ocasión de los cinéfilos para compartir y debatir sobre este filme.
La vinculación de Mignot con Orán nació cuando conoció y formó pareja con Valerie, una joven oranense adoptada por un matrimonio francés. Mientras el cineasta estuvo unido a ella, decidió conocer su lugar de nacimiento y los detalles de su vida y a partir de esa experiencia escribió y dirigió Believe con la que intenta dejar un mensaje esperanzador y de amor.
El joven comunicador francés recuerda que al llegar a la ciudad norteña se enamoró de su gente, lugares y colores y al regresar, tres años después, no ocultó su emoción cuando se encontró con los amigos y los lugares que tenía grabados en su retina.
Mignot relata que un duro golpe lo llevó a tener una mirada distinta de la vida. "La pérdida de un ser querido me hizo sentir que algo en mí también había muerto. Luego, cuando conocí África y Orán y descubrí su gente, sus culturas, sus paisajes, entendí que eso que creía muerto solo estaba dormido en mi corazón. Así lo veo en cada una de esas personas con las que me cruzo a diario; aquí mi tiempo no tiene tiempo, aquí todo se detiene, es hora de creer que detrás de aquello que nos parece trágico existe algo bueno", le dice a El Tribuno en una charla intimista.
Esos sentimientos son los que lo llevaron a buscar los medios y recursos para que Orán fuera parte del escenario de su corto.
Tres historias, una historia
El devenir de tres sucesos simultáneos en tres regiones del mundo, con personas muy distintas en cuanto a edades, condiciones sociales y culturales, se entrelazan en un común denominador: la encrucijada en la que los pone la vida frente a una situación emocionalmente muy fuerte. Ocurren al mismo tiempo en la ciudad argentina de Orán, en la estadounidense Austin (Texas) y en la india Bombay.
En la primera, Mignot filmó con actores locales la historia de Pablo ( interpretado por Luis Casasola, quien reside en el barrio Taranto) un niño de unos 12 años, que participa de una carrera de caballos en el barrio Islas Malvinas. Tras ganar la competencia y en medio de la euforia, recibe la terrible noticia de que la casa donde vive con su padre quedó reducida a cenizas por un incendio.
En las otras dos ciudades también ocurren hechos fuertes, que el cineasta logra combinar y entretejer con una imagen clave: los tres personajes cierran al mismo tiempo sus ojos y buscan dentro de sí recuerdos buenos que les den fuerzas para superar las dificultades. Los recuerdos del niño oranense se centran cuando recibió de un gaucho su caballo y en compañía de su padre aprende a montar en los cerros (en San Andrés) y cuando construyen su vivienda de madera con la ayuda desinteresada de los vecinos.
En la trama, los protagonistas de las tres historias abren al mismo tiempo sus ojos y, fortalecidos por sus recuerdos, retoman sus vidas con la fuerza y la esperanza para salir adelante.

Amplia trayectoria y mucha sensibilidad
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El director Paul Mignot en su charla con El Tribuno. Enrique Donat

"Simplemente estoy feliz. La ciudad de Orán tiene una parte de mí. Aquí mi tiempo no tiene tiempo, acá todo se detiene. Es hora de Creer que detrás de algo trágico existe algo bueno".
Paul Mignot tiene 35 años y mucha experiencia en campañas publicitarias, como las de automóviles Audi, Lexus, Jeep, Peugeot y también para marcas como Dior, Emporio Armani, Nasa. Direccionado a trabajar cada vez más fuera de Francia, se inclina hacia el cine impresionista y humanista, desarrollando la producción, dirección de cortos y largometrajes ambiciosos. Acaba de finalizar su primera película como coproductor, Nigth Fare, que presentará en el Festival de Corea.
En su página de Facebook, Mignot relata que en la recorrida de locaciones llegaron al norte de la Argentina, a la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán. Después de tres semanas de castings sin haber encontrado al personaje ideal, Luis Casasola, (el principal actor) apareció en una esquina del barrio. "Sensible e increíblemente caballero, Luis Casasola es Pablo en su primer filme, uno de los tres personajes principales", escribió. Y no olvidó mencionar a Pablo Núñez, a quien califica como hombre de inmensa sensibilidad que interpreta al padre del protagonista en la ficción.

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Todo es posible, más allá de las adversidades y las circunstancias.
Ese es el mensaje y eje sobre el que gira el elaborado guión de Believe (Creer), cortometraje con buena parte de filmación en Orán, del director francés Paul Mignot.
La ciudad norteña tendrá esta noche el privilegio de disfrutar la avant première, a las 21, en la Casa de la Cultura.
La película, que hilvana tres conmovedoras historias, se realizó en 2012 y espera recorrer festivales en Europa. El estreno de esta noche será con el propio realizador y productor de comerciales, por lo que será la ocasión de los cinéfilos para compartir y debatir sobre este filme.
La vinculación de Mignot con Orán nació cuando conoció y formó pareja con Valerie, una joven oranense adoptada por un matrimonio francés. Mientras el cineasta estuvo unido a ella, decidió conocer su lugar de nacimiento y los detalles de su vida y a partir de esa experiencia escribió y dirigió Believe con la que intenta dejar un mensaje esperanzador y de amor.
El joven comunicador francés recuerda que al llegar a la ciudad norteña se enamoró de su gente, lugares y colores y al regresar, tres años después, no ocultó su emoción cuando se encontró con los amigos y los lugares que tenía grabados en su retina.
Mignot relata que un duro golpe lo llevó a tener una mirada distinta de la vida. "La pérdida de un ser querido me hizo sentir que algo en mí también había muerto. Luego, cuando conocí África y Orán y descubrí su gente, sus culturas, sus paisajes, entendí que eso que creía muerto solo estaba dormido en mi corazón. Así lo veo en cada una de esas personas con las que me cruzo a diario; aquí mi tiempo no tiene tiempo, aquí todo se detiene, es hora de creer que detrás de aquello que nos parece trágico existe algo bueno", le dice a El Tribuno en una charla intimista.
Esos sentimientos son los que lo llevaron a buscar los medios y recursos para que Orán fuera parte del escenario de su corto.
Tres historias, una historia
El devenir de tres sucesos simultáneos en tres regiones del mundo, con personas muy distintas en cuanto a edades, condiciones sociales y culturales, se entrelazan en un común denominador: la encrucijada en la que los pone la vida frente a una situación emocionalmente muy fuerte. Ocurren al mismo tiempo en la ciudad argentina de Orán, en la estadounidense Austin (Texas) y en la india Bombay.
En la primera, Mignot filmó con actores locales la historia de Pablo ( interpretado por Luis Casasola, quien reside en el barrio Taranto) un niño de unos 12 años, que participa de una carrera de caballos en el barrio Islas Malvinas. Tras ganar la competencia y en medio de la euforia, recibe la terrible noticia de que la casa donde vive con su padre quedó reducida a cenizas por un incendio.
En las otras dos ciudades también ocurren hechos fuertes, que el cineasta logra combinar y entretejer con una imagen clave: los tres personajes cierran al mismo tiempo sus ojos y buscan dentro de sí recuerdos buenos que les den fuerzas para superar las dificultades. Los recuerdos del niño oranense se centran cuando recibió de un gaucho su caballo y en compañía de su padre aprende a montar en los cerros (en San Andrés) y cuando construyen su vivienda de madera con la ayuda desinteresada de los vecinos.
En la trama, los protagonistas de las tres historias abren al mismo tiempo sus ojos y, fortalecidos por sus recuerdos, retoman sus vidas con la fuerza y la esperanza para salir adelante.

Amplia trayectoria y mucha sensibilidad
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El director Paul Mignot en su charla con El Tribuno. Enrique Donat

"Simplemente estoy feliz. La ciudad de Orán tiene una parte de mí. Aquí mi tiempo no tiene tiempo, acá todo se detiene. Es hora de Creer que detrás de algo trágico existe algo bueno".
Paul Mignot tiene 35 años y mucha experiencia en campañas publicitarias, como las de automóviles Audi, Lexus, Jeep, Peugeot y también para marcas como Dior, Emporio Armani, Nasa. Direccionado a trabajar cada vez más fuera de Francia, se inclina hacia el cine impresionista y humanista, desarrollando la producción, dirección de cortos y largometrajes ambiciosos. Acaba de finalizar su primera película como coproductor, Nigth Fare, que presentará en el Festival de Corea.
En su página de Facebook, Mignot relata que en la recorrida de locaciones llegaron al norte de la Argentina, a la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán. Después de tres semanas de castings sin haber encontrado al personaje ideal, Luis Casasola, (el principal actor) apareció en una esquina del barrio. "Sensible e increíblemente caballero, Luis Casasola es Pablo en su primer filme, uno de los tres personajes principales", escribió. Y no olvidó mencionar a Pablo Núñez, a quien califica como hombre de inmensa sensibilidad que interpreta al padre del protagonista en la ficción.

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