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Cada provincia atiende su propio juego | El negocio del juego

Domingo, 26 de julio de 2015 00:30
Archivo AP
La regulación estatal sobre los juegos de azar presenta claroscuros. En Argentina, el Estado nacional delega en cada provincia el control de esta actividad. En 1999 la Corte Suprema resolvió que el régimen en la materia (incluyendo loterías, casinos, bingos y tragamonedas) y sus posibles infracciones no son una cuestión federal.
A partir de este fallo, cada provincia ha generado su propio modelo de operación, que van desde la explotación de casinos por el Estado -como sucede en varios casos en provincia de Buenos Aires- hasta la privatización total de la actividad.
Las dos principales plazas recaudadoras son, como es esperable, la provincia de Buenos Aires y Capital Federal.
La presencia de tragamonedas en los bingos bonaerenses se habilitó en 1998. La Constitución provincial afirma que la Provincia se reserva la administración de todos los casinos y salas de juegos, aunque varias de las locales que funcionan hoy en día están en manos privadas. A su vez, en muchos de los casinos de esta provincia, los tragamonedas son gestionados por empresas privadas.
En tanto que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el segundo distrito con más tragamonedas, que se distribuyen sobre todo en los dos grandes templos del juego porteños, el hipódromo de Palermo y el Casino Flotante, ambas en manos privadas.
Según un informe del Instituto de Juegos de Apuestas de la Ciudad de Buenos Aires, "desde que se produjo la transferencia de la regulación de los juegos del Estado nacional a las provincias, este sector fue fuente de financiamiento para gobernadores de todos los signos políticos".
Según Indart: "El Gobierno no quiere gestionar el juego porque no tiene la infraestructura como para hacerse cargo. Pero la política participa del negocio de forma indirecta. Hay una connivencia clara que se da desde el órgano básico, el Concejo Deliberante, pasando por los congresos provinciales y después por Nación. Cuando un gobernador le da por decreto una concesión. Eso después genera beneficios. La política no necesita hacerse cargo del juego porque le significaría perder una caja que le puede servir".

Los principales jugadores
  • Prov. de Buenos Aires: Hay 62 salas y 21.870 máquinas tragamonedas. El Gobierno cobra un canon del 34% de la ganancia bruta (net win) de operadores en bingos.
  • Capital Federal: Hay 8 salas en el distrito y 6.000 tragamonedas. El canon es de 30% de net win en el hipódromo de Palermo y 20 por ciento en casinos flotantes.
  • Santa Fe: Hay 3 salas y 4.000 slots. El canon va del 20 al 25%, según la sala. Además, los operadores pagan un canon mensual por cada mesa de paño.
  • Córdoba: Hay 19 salas y 3.398. El canon es de 34% del net win (31% para el gobierno provincial y 4% para los municipios). Un impuesto del 5% financia comedores escolares.

Salta también se juega
El año pasado, el Estado provincial recaudó $119 millones, casi el doble que en 2013, cuando llegó a 58 millones. En los últimos años, la recaudación por este ítem viene incrementándose progresivamente.
El juego en Salta está en manos de 10 licenciatarios que deben abonar un canon del 24% para la explotación de tragamonedas y del 17% para la explotación de juegos lotéricos.
En mayo de 2014 se otorgó la licencia a estos operadores por el plazo de 10 años.



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La regulación estatal sobre los juegos de azar presenta claroscuros. En Argentina, el Estado nacional delega en cada provincia el control de esta actividad. En 1999 la Corte Suprema resolvió que el régimen en la materia (incluyendo loterías, casinos, bingos y tragamonedas) y sus posibles infracciones no son una cuestión federal.
A partir de este fallo, cada provincia ha generado su propio modelo de operación, que van desde la explotación de casinos por el Estado -como sucede en varios casos en provincia de Buenos Aires- hasta la privatización total de la actividad.
Las dos principales plazas recaudadoras son, como es esperable, la provincia de Buenos Aires y Capital Federal.
La presencia de tragamonedas en los bingos bonaerenses se habilitó en 1998. La Constitución provincial afirma que la Provincia se reserva la administración de todos los casinos y salas de juegos, aunque varias de las locales que funcionan hoy en día están en manos privadas. A su vez, en muchos de los casinos de esta provincia, los tragamonedas son gestionados por empresas privadas.
En tanto que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el segundo distrito con más tragamonedas, que se distribuyen sobre todo en los dos grandes templos del juego porteños, el hipódromo de Palermo y el Casino Flotante, ambas en manos privadas.
Según un informe del Instituto de Juegos de Apuestas de la Ciudad de Buenos Aires, "desde que se produjo la transferencia de la regulación de los juegos del Estado nacional a las provincias, este sector fue fuente de financiamiento para gobernadores de todos los signos políticos".
Según Indart: "El Gobierno no quiere gestionar el juego porque no tiene la infraestructura como para hacerse cargo. Pero la política participa del negocio de forma indirecta. Hay una connivencia clara que se da desde el órgano básico, el Concejo Deliberante, pasando por los congresos provinciales y después por Nación. Cuando un gobernador le da por decreto una concesión. Eso después genera beneficios. La política no necesita hacerse cargo del juego porque le significaría perder una caja que le puede servir".

Los principales jugadores
  • Prov. de Buenos Aires: Hay 62 salas y 21.870 máquinas tragamonedas. El Gobierno cobra un canon del 34% de la ganancia bruta (net win) de operadores en bingos.
  • Capital Federal: Hay 8 salas en el distrito y 6.000 tragamonedas. El canon es de 30% de net win en el hipódromo de Palermo y 20 por ciento en casinos flotantes.
  • Santa Fe: Hay 3 salas y 4.000 slots. El canon va del 20 al 25%, según la sala. Además, los operadores pagan un canon mensual por cada mesa de paño.
  • Córdoba: Hay 19 salas y 3.398. El canon es de 34% del net win (31% para el gobierno provincial y 4% para los municipios). Un impuesto del 5% financia comedores escolares.

Salta también se juega
El año pasado, el Estado provincial recaudó $119 millones, casi el doble que en 2013, cuando llegó a 58 millones. En los últimos años, la recaudación por este ítem viene incrementándose progresivamente.
El juego en Salta está en manos de 10 licenciatarios que deben abonar un canon del 24% para la explotación de tragamonedas y del 17% para la explotación de juegos lotéricos.
En mayo de 2014 se otorgó la licencia a estos operadores por el plazo de 10 años.



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