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Se podría conocer la fotografía de los violadores de las francesas | Caso Turistas Francesas

Miércoles, 29 de julio de 2015 00:30
Jean-Charles Chatard presentó la segunda edición del libro Francesas, autopsia de un doble asesinato. Lucas Alascio
Jean-Charles Chatard está convencido de que, a cuatro años del crimen de Cassandre Bouvier y Houria Moumni, la verdad está lejos de ser conocida. “Después de una larga instrucción y de un proceso de tres meses, la Provincia no puede vanagloriarse de haber rendido justicia a las víctimas y a las familias”, manifestó el periodista francés en la conferencia de prensa el lunes último donde presentó la segunda edición de su libro “Francesas, autopsia de un doble asesinato”.
“A pesar de la difusión de mi libro en mayo pasado, ni la Ciudad Judicial ni la Gobernación de la provincia consideraron útil lanzar un debate popular (...). Tal silencio firma el futuro entierro del asunto”, sentenció Jean-Charles Chatard. “Numerosos son los testimonios y elementos materiales que prueban la organización de un simulacro de asesinato seguido de una operación judicial minuciosamente planificada”, agregó en su discurso.
“Numerosos son los testimonios y elementos materiales que prueban la organización de un simulacro de asesinato seguido de una operación judicial minuciosamente planificada”, agregó en su discurso.

Tres personas no identificadas
El Instituto Francés de Huellas Genéticas (IFEG), a pedido del juez de instrucción de Francia, realizó un estudio de las pruebas de ADN que aparecían en los hisopados que se habían hecho a Bouvier y Moumni. El IFEG, que es considerado como uno de los mejores laboratorios a nivel internacional en su materia, recibió las muestras de ADN selladas para excluir cualquier contaminación eventual.
Este estudio reveló en octubre de 2011 la presencia de dos huellas genéticas masculinas y una femenina en el pantalón y en los órganos genitales de Cassandre: tres perfiles nuevos que no pertenecen ni a Clemente Vera, Daniel Vilte o Gustavo Lasi, únicos imputados por el caso Bouvier-Moumni. Esto significa que hay tres personas -dos hombres y una mujer- directamente implicados que están en libertad.
Según Jean-Charles Chatard, los resultados llegaron a la Argentina inmediatamente; sin embargo el juez Martín Pérez no consideró “útil o necesario” incluirlos en el expediente de instrucción decidiendo deliberadamente omitir una prueba que podría ser fundamental para encontrar a los presuntos autores del doble crimen.
El periodista en la conferencia de prensa reveló estos progresos de la ciencia en materia de investigación genética que permitirían encontrar, a partir de un ADN extraído de una víctima, no solo la descripción de la tarjeta genética del violador, sino también su retrato-robot. Esta práctica inédita puede realizarse de manera legal desde hace algunos meses en numerosos países miembros del G20, entre ellos, Francia, España y Estados Unidos.
Chatard manifestó que la Argentina, a pesar de insistentes recomendaciones de Interpol, no ha tomado aún ninguna medida de orden legislativo y, hasta el momento, no se han registrado casos que sienten jurisprudencia al respecto.
El procedimiento que se utiliza actualmente en el país compara una lista de 18 segmentos de ADN con los de los sospechosos que figuran en el Registro Nacional de Huellas Genéticas revelando únicamente el sexo de la persona. Mientras tanto, esta novedosa técnica analiza en la misma muestra otros segmentos, permitiendo determinar el color de ojos, de cabellos, de piel, la distancia de las pupilas y de las orejas, la anchura de la mandíbula, el volumen de la caja craneana e, incluso, si la persona es adicta al tabaco. Así, con este método es posible determinar los orígenes etno-geográficos de un sospechoso desconocido.
El periodista francés resaltó que las familias Bouvier y Moumni, antes de que fuera demasiado tarde, deberían solicitar al Tribunal de París las investigaciones complementarias para determinar la “fotografía” con la descripción genética de los dos hombres y la mujer que dejaron su huella en el cuerpo de Cassandre.
Asimismo, Chatard instó a los diputados y senadores de la Nación argentina a aprobar la legalización e implementación de las evoluciones genéticas y tecnológicas de retratos-robot que ayudarían a resolver los miles de casos criminales que esperan respuesta.
“Deseo que la Provincia pueda ensalzar su escudo haciendo justicia rápidamente por ambas víctimas”, concluyó el periodista.
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Jean-Charles Chatard está convencido de que, a cuatro años del crimen de Cassandre Bouvier y Houria Moumni, la verdad está lejos de ser conocida. “Después de una larga instrucción y de un proceso de tres meses, la Provincia no puede vanagloriarse de haber rendido justicia a las víctimas y a las familias”, manifestó el periodista francés en la conferencia de prensa el lunes último donde presentó la segunda edición de su libro “Francesas, autopsia de un doble asesinato”.
“A pesar de la difusión de mi libro en mayo pasado, ni la Ciudad Judicial ni la Gobernación de la provincia consideraron útil lanzar un debate popular (...). Tal silencio firma el futuro entierro del asunto”, sentenció Jean-Charles Chatard. “Numerosos son los testimonios y elementos materiales que prueban la organización de un simulacro de asesinato seguido de una operación judicial minuciosamente planificada”, agregó en su discurso.
“Numerosos son los testimonios y elementos materiales que prueban la organización de un simulacro de asesinato seguido de una operación judicial minuciosamente planificada”, agregó en su discurso.

Tres personas no identificadas
El Instituto Francés de Huellas Genéticas (IFEG), a pedido del juez de instrucción de Francia, realizó un estudio de las pruebas de ADN que aparecían en los hisopados que se habían hecho a Bouvier y Moumni. El IFEG, que es considerado como uno de los mejores laboratorios a nivel internacional en su materia, recibió las muestras de ADN selladas para excluir cualquier contaminación eventual.
Este estudio reveló en octubre de 2011 la presencia de dos huellas genéticas masculinas y una femenina en el pantalón y en los órganos genitales de Cassandre: tres perfiles nuevos que no pertenecen ni a Clemente Vera, Daniel Vilte o Gustavo Lasi, únicos imputados por el caso Bouvier-Moumni. Esto significa que hay tres personas -dos hombres y una mujer- directamente implicados que están en libertad.
Según Jean-Charles Chatard, los resultados llegaron a la Argentina inmediatamente; sin embargo el juez Martín Pérez no consideró “útil o necesario” incluirlos en el expediente de instrucción decidiendo deliberadamente omitir una prueba que podría ser fundamental para encontrar a los presuntos autores del doble crimen.
El periodista en la conferencia de prensa reveló estos progresos de la ciencia en materia de investigación genética que permitirían encontrar, a partir de un ADN extraído de una víctima, no solo la descripción de la tarjeta genética del violador, sino también su retrato-robot. Esta práctica inédita puede realizarse de manera legal desde hace algunos meses en numerosos países miembros del G20, entre ellos, Francia, España y Estados Unidos.
Chatard manifestó que la Argentina, a pesar de insistentes recomendaciones de Interpol, no ha tomado aún ninguna medida de orden legislativo y, hasta el momento, no se han registrado casos que sienten jurisprudencia al respecto.
El procedimiento que se utiliza actualmente en el país compara una lista de 18 segmentos de ADN con los de los sospechosos que figuran en el Registro Nacional de Huellas Genéticas revelando únicamente el sexo de la persona. Mientras tanto, esta novedosa técnica analiza en la misma muestra otros segmentos, permitiendo determinar el color de ojos, de cabellos, de piel, la distancia de las pupilas y de las orejas, la anchura de la mandíbula, el volumen de la caja craneana e, incluso, si la persona es adicta al tabaco. Así, con este método es posible determinar los orígenes etno-geográficos de un sospechoso desconocido.
El periodista francés resaltó que las familias Bouvier y Moumni, antes de que fuera demasiado tarde, deberían solicitar al Tribunal de París las investigaciones complementarias para determinar la “fotografía” con la descripción genética de los dos hombres y la mujer que dejaron su huella en el cuerpo de Cassandre.
Asimismo, Chatard instó a los diputados y senadores de la Nación argentina a aprobar la legalización e implementación de las evoluciones genéticas y tecnológicas de retratos-robot que ayudarían a resolver los miles de casos criminales que esperan respuesta.
“Deseo que la Provincia pueda ensalzar su escudo haciendo justicia rápidamente por ambas víctimas”, concluyó el periodista.
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