Los trabajos se realizan desde ayer en un descampado de unos 10 metros por 17 con el objetivo de encontrar restos de personas que fueron secuestradas antes y durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Las acciones se enmarcan en la investigación de los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante el terrorismo de Estado.
"Nosotros no buscamos restos de una fosa común", dijo la secretaría de Derechos Humanos de los Tribunales Federales, Carolina Lee.
La funcionaria llegó a las 9 acompañada por un equipo de 8 personas encabezada por la licenciada Silvana Turner.
Esta última ya había estado en Salta, en los primeros días de agosto pasado, realizando un muestreo en dicho campo.
Fue entonces que el Juzgado Federal Nº1, a cargo del Dr. Leonardo Bavio, autorizó a abrir las fosas comunes a requerimiento también del fiscal federal Juan Sivila.
Quienes también estuvieron en el lugar fueron los familiares de víctimas de desaparecidos que tienen la esperanza de encontrar los restos de sus seres querido en el lugar.
Tanto Lucía Madozzo como Mariana Gamboa tienen firmes sospechas de que los restos de la mamá de la última, la antropóloga de la UNSa Gemma Fernández Arcieri de Gamboa, estén en ese lugar, junto a su marido Héctor Gamboa, quienes fueron secuestrados en la madrugada del 24 de septiembre de 1976.
Un maxilar encontrado en ese lugar dio el indicio más fuerte ya que fue el odontólogo Manuel José Costello, quien en 1977 certificó que los restos pertenecían a Gemma porque él mismo la había tratado.
La otra pista fuerte la dio el testigo Nicanor Guaymás, que en 1976 era operario en el Cementerio de la Santa Cruz, y que aseguró que por aquella época el Ejército habilitó una fosa común donde por las noches enterraba cuerpos traídos en un camión Unimog. Testimonial dado en el denominado juicio por la "Megacausa Salta", del año 2013.
Las esperanzas no son solo por los restos de Gemma Fernández y Héctor Gamboa. También están Silvia Aramayo, el militante Daniel Loto Zurita y los estudiantes Carlos Figueroa Rojas y Martín Miguel Cobos, quienes fueron víctimas de la acción represiva entre esos trágicos 24 y 25 de septiembre de 1976.
Ayer también estuvieron Gloria y Teresa, las hermanas de Sergio Wensenlao Copa, un joven que también desapareció durante esas fechas negras.
Si bien a su hermano lo capturaron en Rivadavia Banda Sur, por la coincidencia de las fechas, los modus operandi de los grupos de tareas hacen mantener en esas mujeres la esperanza de darle una despedida en paz a los restos de su hermano, del cual no saben nada desde hace 39 años.
Los pedidos
A pesar de que hay esperanza de encontrar los restos de los seres queridos, fueron muchos los reclamos para que el EAAF y la Justicia Federal coloquen en el lugar una custodia para resguardar el lugar.
Visible fue el malestar de Lucía Madozzo, quien le exigía a Lee y Turner la preservación de la excavación teniendo en cuenta los antecedentes de las "pérdidas" de pistas como por ejemplo el maxilar de Gemma Fernández.
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Los trabajos se realizan desde ayer en un descampado de unos 10 metros por 17 con el objetivo de encontrar restos de personas que fueron secuestradas antes y durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Las acciones se enmarcan en la investigación de los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante el terrorismo de Estado.
"Nosotros no buscamos restos de una fosa común", dijo la secretaría de Derechos Humanos de los Tribunales Federales, Carolina Lee.
La funcionaria llegó a las 9 acompañada por un equipo de 8 personas encabezada por la licenciada Silvana Turner.
Esta última ya había estado en Salta, en los primeros días de agosto pasado, realizando un muestreo en dicho campo.
Fue entonces que el Juzgado Federal Nº1, a cargo del Dr. Leonardo Bavio, autorizó a abrir las fosas comunes a requerimiento también del fiscal federal Juan Sivila.
Quienes también estuvieron en el lugar fueron los familiares de víctimas de desaparecidos que tienen la esperanza de encontrar los restos de sus seres querido en el lugar.
Tanto Lucía Madozzo como Mariana Gamboa tienen firmes sospechas de que los restos de la mamá de la última, la antropóloga de la UNSa Gemma Fernández Arcieri de Gamboa, estén en ese lugar, junto a su marido Héctor Gamboa, quienes fueron secuestrados en la madrugada del 24 de septiembre de 1976.
Un maxilar encontrado en ese lugar dio el indicio más fuerte ya que fue el odontólogo Manuel José Costello, quien en 1977 certificó que los restos pertenecían a Gemma porque él mismo la había tratado.
La otra pista fuerte la dio el testigo Nicanor Guaymás, que en 1976 era operario en el Cementerio de la Santa Cruz, y que aseguró que por aquella época el Ejército habilitó una fosa común donde por las noches enterraba cuerpos traídos en un camión Unimog. Testimonial dado en el denominado juicio por la "Megacausa Salta", del año 2013.
Las esperanzas no son solo por los restos de Gemma Fernández y Héctor Gamboa. También están Silvia Aramayo, el militante Daniel Loto Zurita y los estudiantes Carlos Figueroa Rojas y Martín Miguel Cobos, quienes fueron víctimas de la acción represiva entre esos trágicos 24 y 25 de septiembre de 1976.
Ayer también estuvieron Gloria y Teresa, las hermanas de Sergio Wensenlao Copa, un joven que también desapareció durante esas fechas negras.
Si bien a su hermano lo capturaron en Rivadavia Banda Sur, por la coincidencia de las fechas, los modus operandi de los grupos de tareas hacen mantener en esas mujeres la esperanza de darle una despedida en paz a los restos de su hermano, del cual no saben nada desde hace 39 años.
Los pedidos
A pesar de que hay esperanza de encontrar los restos de los seres queridos, fueron muchos los reclamos para que el EAAF y la Justicia Federal coloquen en el lugar una custodia para resguardar el lugar.
Visible fue el malestar de Lucía Madozzo, quien le exigía a Lee y Turner la preservación de la excavación teniendo en cuenta los antecedentes de las "pérdidas" de pistas como por ejemplo el maxilar de Gemma Fernández.