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Familiares con la esperanza de encontrar a desaparecidos

Miércoles, 23 de septiembre de 2015 00:00
Finalmente comenzó la segunda etapa de las excavaciones por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el predio del cementerio de la Santa Cruz, de la ciudad capital de Salta.
Los trabajos se realizan desde ayer en un descampado de unos 10 metros por 17 con el objetivo de encontrar restos de personas que fueron secuestradas antes y durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Las acciones se enmarcan en la investigación de los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante el terrorismo de Estado.
"Nosotros no buscamos restos de una fosa común", dijo la secretaría de Derechos Humanos de los Tribunales Federales, Carolina Lee.
La funcionaria llegó a las 9 acompañada por un equipo de 8 personas encabezada por la licenciada Silvana Turner.
Esta última ya había estado en Salta, en los primeros días de agosto pasado, realizando un muestreo en dicho campo.
Fue entonces que el Juzgado Federal Nº1, a cargo del Dr. Leonardo Bavio, autorizó a abrir las fosas comunes a requerimiento también del fiscal federal Juan Sivila.
Quienes también estuvieron en el lugar fueron los familiares de víctimas de desaparecidos que tienen la esperanza de encontrar los restos de sus seres querido en el lugar.
Tanto Lucía Madozzo como Mariana Gamboa tienen firmes sospechas de que los restos de la mamá de la última, la antropóloga de la UNSa Gemma Fernández Arcieri de Gamboa, estén en ese lugar, junto a su marido Héctor Gamboa, quienes fueron secuestrados en la madrugada del 24 de septiembre de 1976.
Un maxilar encontrado en ese lugar dio el indicio más fuerte ya que fue el odontólogo Manuel José Costello, quien en 1977 certificó que los restos pertenecían a Gemma porque él mismo la había tratado.
La otra pista fuerte la dio el testigo Nicanor Guaymás, que en 1976 era operario en el Cementerio de la Santa Cruz, y que aseguró que por aquella época el Ejército habilitó una fosa común donde por las noches enterraba cuerpos traídos en un camión Unimog. Testimonial dado en el denominado juicio por la "Megacausa Salta", del año 2013.
Las esperanzas no son solo por los restos de Gemma Fernández y Héctor Gamboa. También están Silvia Aramayo, el militante Daniel Loto Zurita y los estudiantes Carlos Figueroa Rojas y Martín Miguel Cobos, quienes fueron víctimas de la acción represiva entre esos trágicos 24 y 25 de septiembre de 1976.
Ayer también estuvieron Gloria y Teresa, las hermanas de Sergio Wensenlao Copa, un joven que también desapareció durante esas fechas negras.
Si bien a su hermano lo capturaron en Rivadavia Banda Sur, por la coincidencia de las fechas, los modus operandi de los grupos de tareas hacen mantener en esas mujeres la esperanza de darle una despedida en paz a los restos de su hermano, del cual no saben nada desde hace 39 años.
Los pedidos
A pesar de que hay esperanza de encontrar los restos de los seres queridos, fueron muchos los reclamos para que el EAAF y la Justicia Federal coloquen en el lugar una custodia para resguardar el lugar.
Visible fue el malestar de Lucía Madozzo, quien le exigía a Lee y Turner la preservación de la excavación teniendo en cuenta los antecedentes de las "pérdidas" de pistas como por ejemplo el maxilar de Gemma Fernández.

La historia de Sergio tiene la expectativa de encontrar algún final
Desapareció en Rivadavia Banda Sur. Tenía 21 años y militaba en la JP. Sergio Wensenlao Copa tenía 21 años y militaba en la Juventud Peronista como una gran cantidad de jóvenes que se lanzaron a la calle tras la "primavera camporista" de los años 70.
Sergio militaba y hacía trabajo social en Orán, donde vivía su mamá Filomena León. Su papá Justo Copa vivía, y vive hasta ahora, en Salta junto a sus dos media hermanas: Gloria y Teresa.
Ellas dos estuvieron ayer en el cementerio esperando llorando que los miembros del EAAF comiencen el trabajo. Un cartel con la foto de Sergio y su nombre más los brazos del resto de los familiares que las apuntalaron en la jornada fueron parte de la escenografía que se veía.
Gloria es la que más recuerda. "Vinieron durante una madrugada preguntando por Sergio. Entraron a las patadas y gritos. Nos pegaron a todos y mi papá les dijo que no estaba. No dijo nada. Pero al otro día regresaron con más violencia y ahí fue cuando se enteraron de que mi hermano estaba en Rivadavia Banda Sur", recordó Gloria.
"Yo tenía 6 años, pero recuerdo todo de esas noches. Aún tengo el recuerdo de mi hermano y nadie me lo podrá sacar", dijo llorando, de pie, sosteniendo su cartel Teresa.
Si bien aún sigue discutiendo las fechas, quedó registrado en la denuncia que fue en septiembre del 76 cuando los grupos de tareas ingresaron por la fuerza a la casita de villa Constitución, que por esos tiempos se llamaba Portezuelo Chico.
Por entonces esa zona era un monte con al menos 7 casas en donde nadie sabía ni preguntaba nada. Teresa llegó ayer muy temprano y dialogó con El Tribuno. "Fueron muchas emociones juntas. Ver que comenzaron las excavaciones significa volver a tener una esperanza de saber algo más de nuestro hermano, de reconstruir su historia porque desde hace 39 años que no sabemos nada", sostuvo. Sobre el apoyo de los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado dijeron que fue "incondicional". Ambas hermanas aseguraron que fue Lucrecia Barquet la primera que llegó a su casa y la primera que comenzó a buscar a Sergio.
Sospechoso antecedente
En enero de 1984 se extrajeron de dicha fosa 13 cuerpos NN con tiros en la cabeza. Los expedientes fueron llevados a Tucumán. En esa oportunidad no prosperó la investigación y luego el expediente sospechosamente se perdió, dejándola en punto muerto hasta el último agosto cuando el EAAF comenzó a estudiar el terreno.
25 septiembre
El próximo viernes 25 de septiembre, a las 10, se descubrirá una baldosa recordatoria de otra víctima de los crímenes de lesa humanidad. El nuevo ícono será para recordar a Martín Cobos y estará ubicado en calle General Güemes 1979, donde fue secuestrado por el terrorismo de Estado.

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Finalmente comenzó la segunda etapa de las excavaciones por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el predio del cementerio de la Santa Cruz, de la ciudad capital de Salta.
Los trabajos se realizan desde ayer en un descampado de unos 10 metros por 17 con el objetivo de encontrar restos de personas que fueron secuestradas antes y durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Las acciones se enmarcan en la investigación de los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante el terrorismo de Estado.
"Nosotros no buscamos restos de una fosa común", dijo la secretaría de Derechos Humanos de los Tribunales Federales, Carolina Lee.
La funcionaria llegó a las 9 acompañada por un equipo de 8 personas encabezada por la licenciada Silvana Turner.
Esta última ya había estado en Salta, en los primeros días de agosto pasado, realizando un muestreo en dicho campo.
Fue entonces que el Juzgado Federal Nº1, a cargo del Dr. Leonardo Bavio, autorizó a abrir las fosas comunes a requerimiento también del fiscal federal Juan Sivila.
Quienes también estuvieron en el lugar fueron los familiares de víctimas de desaparecidos que tienen la esperanza de encontrar los restos de sus seres querido en el lugar.
Tanto Lucía Madozzo como Mariana Gamboa tienen firmes sospechas de que los restos de la mamá de la última, la antropóloga de la UNSa Gemma Fernández Arcieri de Gamboa, estén en ese lugar, junto a su marido Héctor Gamboa, quienes fueron secuestrados en la madrugada del 24 de septiembre de 1976.
Un maxilar encontrado en ese lugar dio el indicio más fuerte ya que fue el odontólogo Manuel José Costello, quien en 1977 certificó que los restos pertenecían a Gemma porque él mismo la había tratado.
La otra pista fuerte la dio el testigo Nicanor Guaymás, que en 1976 era operario en el Cementerio de la Santa Cruz, y que aseguró que por aquella época el Ejército habilitó una fosa común donde por las noches enterraba cuerpos traídos en un camión Unimog. Testimonial dado en el denominado juicio por la "Megacausa Salta", del año 2013.
Las esperanzas no son solo por los restos de Gemma Fernández y Héctor Gamboa. También están Silvia Aramayo, el militante Daniel Loto Zurita y los estudiantes Carlos Figueroa Rojas y Martín Miguel Cobos, quienes fueron víctimas de la acción represiva entre esos trágicos 24 y 25 de septiembre de 1976.
Ayer también estuvieron Gloria y Teresa, las hermanas de Sergio Wensenlao Copa, un joven que también desapareció durante esas fechas negras.
Si bien a su hermano lo capturaron en Rivadavia Banda Sur, por la coincidencia de las fechas, los modus operandi de los grupos de tareas hacen mantener en esas mujeres la esperanza de darle una despedida en paz a los restos de su hermano, del cual no saben nada desde hace 39 años.
Los pedidos
A pesar de que hay esperanza de encontrar los restos de los seres queridos, fueron muchos los reclamos para que el EAAF y la Justicia Federal coloquen en el lugar una custodia para resguardar el lugar.
Visible fue el malestar de Lucía Madozzo, quien le exigía a Lee y Turner la preservación de la excavación teniendo en cuenta los antecedentes de las "pérdidas" de pistas como por ejemplo el maxilar de Gemma Fernández.

La historia de Sergio tiene la expectativa de encontrar algún final
Desapareció en Rivadavia Banda Sur. Tenía 21 años y militaba en la JP. Sergio Wensenlao Copa tenía 21 años y militaba en la Juventud Peronista como una gran cantidad de jóvenes que se lanzaron a la calle tras la "primavera camporista" de los años 70.
Sergio militaba y hacía trabajo social en Orán, donde vivía su mamá Filomena León. Su papá Justo Copa vivía, y vive hasta ahora, en Salta junto a sus dos media hermanas: Gloria y Teresa.
Ellas dos estuvieron ayer en el cementerio esperando llorando que los miembros del EAAF comiencen el trabajo. Un cartel con la foto de Sergio y su nombre más los brazos del resto de los familiares que las apuntalaron en la jornada fueron parte de la escenografía que se veía.
Gloria es la que más recuerda. "Vinieron durante una madrugada preguntando por Sergio. Entraron a las patadas y gritos. Nos pegaron a todos y mi papá les dijo que no estaba. No dijo nada. Pero al otro día regresaron con más violencia y ahí fue cuando se enteraron de que mi hermano estaba en Rivadavia Banda Sur", recordó Gloria.
"Yo tenía 6 años, pero recuerdo todo de esas noches. Aún tengo el recuerdo de mi hermano y nadie me lo podrá sacar", dijo llorando, de pie, sosteniendo su cartel Teresa.
Si bien aún sigue discutiendo las fechas, quedó registrado en la denuncia que fue en septiembre del 76 cuando los grupos de tareas ingresaron por la fuerza a la casita de villa Constitución, que por esos tiempos se llamaba Portezuelo Chico.
Por entonces esa zona era un monte con al menos 7 casas en donde nadie sabía ni preguntaba nada. Teresa llegó ayer muy temprano y dialogó con El Tribuno. "Fueron muchas emociones juntas. Ver que comenzaron las excavaciones significa volver a tener una esperanza de saber algo más de nuestro hermano, de reconstruir su historia porque desde hace 39 años que no sabemos nada", sostuvo. Sobre el apoyo de los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado dijeron que fue "incondicional". Ambas hermanas aseguraron que fue Lucrecia Barquet la primera que llegó a su casa y la primera que comenzó a buscar a Sergio.
Sospechoso antecedente
En enero de 1984 se extrajeron de dicha fosa 13 cuerpos NN con tiros en la cabeza. Los expedientes fueron llevados a Tucumán. En esa oportunidad no prosperó la investigación y luego el expediente sospechosamente se perdió, dejándola en punto muerto hasta el último agosto cuando el EAAF comenzó a estudiar el terreno.
25 septiembre
El próximo viernes 25 de septiembre, a las 10, se descubrirá una baldosa recordatoria de otra víctima de los crímenes de lesa humanidad. El nuevo ícono será para recordar a Martín Cobos y estará ubicado en calle General Güemes 1979, donde fue secuestrado por el terrorismo de Estado.

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