Los tiempos se van acortando y sigue la pulseada entre el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy y los intendentes de la provincia, en la discusión por la nueva ley de municipalidades que se plantea, según los jefes comunales, lejos de las autonomías y con la incertidumbre sobre los fondos económicos para su cumplimiento.
La nueva ley que discuten los legisladores sin la participación de los intendentes, no menciona los recursos necesarios en un esquema de descentralización donde los municipios deben afrontan en gran medida servicios como salud y seguridad, entre otros.
Mientras tanto el Gobierno provincial apura el cierre del año con los gremios por el pago del bono de fin de año que, en la práctica, resulta el último acuerdo salarial antes de ingresar nuevamente a las discusiones de paritarias para el año que viene.
Uno de los temas a negociar en la semana será la nueva fecha de apertura de las discusiones para el próximo año. Con esa herramienta, el gobierno pretende seducir a los gremios para cerrar los acuerdos este año, con la posibilidad de abrir las negociaciones en las primeras semanas de 2017.
Con la negativa inicial de los docentes que rechazaron el ofrecimiento de $2500 a pagarse en dos cuotas con los sueldos de noviembre y enero, el gobierno encara una semana difícil desde el punto de vista económico, de acuerdo al panorama de reclamos que se avecinan.
Está en los cálculos de los funcionarios llegar al martes 8 de noviembre -cuando el gobernador Urtubey retome sus funciones luego de su luna de miel- con el pacto salarial cerrado, pero la posición de los gremios que piden un bono de $5000 hace imposible cualquier acuerdo por esa vía. Se estima que entre una cifra y otra, podría haber un nuevo ofrecimiento, aunque lejano a las aspiraciones de los sindicatos.
Pero este no es el único tema monetario que tendrá ocupados a los funcionarios en las próximas horas, ya que allí aparecen nuevamente los intendentes con sus reclamos, que encontraron el momento y la forma precisa para ser escuchados.
Efectivamente, la pulseada que encararon los jefes comunales por la ley de municipios les muestra su lado más bondadoso, ya que la convocatoria elevada por Santiago Godoy para obtener el visto bueno de los concejales, quedó como un patético intento de una fractura política en las comunas, que no tuvo el apoyo esperado por parte de los ediles.
La reunión se llevó a cabo el miércoles pasado y estuvieron presentes unos 50 concejales, de un total de 321 en toda la provincia. El número muestra a las claras que no hubo una respuesta positiva a la convocatoria efectuada por Godoy, el mismo día en que los intendentes se juntaron en el Foro para avanzar con una postura corporativa en defensa de lo que consideran necesario para sus municipios.
Ante el inocultable fracaso de la reunión, Godoy lanzó una promesa para los concejales presentes: les dijo que si es necesario, "se aplicará la mayoría que otorga la voluntad soberana" para aprobar un nuevo régimen de municipalidades.
Lo que Godoy no tienen en cuenta es que los jefes comunales ya están operando con los legisladores departamentales para hacer fracasar el tratamiento de la nueva ley en las actuales condiciones. En el tablero de la estrategia políticas están jugando con al menos dos movimiento de anticipación y esto molesta tremendamente al cacique de la Cámara baja.
Ahora los intendentes están esperando y observando cómo evoluciona el tratamiento del bono de fin de año y saben que hay apuro por parte de la Provincia, por lo cual ya tienen prevista una nueva reunión para el jueves o viernes que viene con el jefe de Gabinete, Carlos Parodi y los ministros de Trabajo y de Gobierno. El debate, obviamente, se dará en la cuestión económica y financiera, pero los jefes comunales no se apartan del momento electoral que se aproxima y utilizarán esa posición política para que sus reclamos sean tenidos en cuenta. No se descarta entonces que la moneda de negociación sea la ley de municipalidades.
Desde estos dos escenarios se dibuja el último desafío político y económico del Gobierno para este año. Al parecer los intendentes lograron la posición de ventaja que buscaban.
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Los tiempos se van acortando y sigue la pulseada entre el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy y los intendentes de la provincia, en la discusión por la nueva ley de municipalidades que se plantea, según los jefes comunales, lejos de las autonomías y con la incertidumbre sobre los fondos económicos para su cumplimiento.
La nueva ley que discuten los legisladores sin la participación de los intendentes, no menciona los recursos necesarios en un esquema de descentralización donde los municipios deben afrontan en gran medida servicios como salud y seguridad, entre otros.
Mientras tanto el Gobierno provincial apura el cierre del año con los gremios por el pago del bono de fin de año que, en la práctica, resulta el último acuerdo salarial antes de ingresar nuevamente a las discusiones de paritarias para el año que viene.
Uno de los temas a negociar en la semana será la nueva fecha de apertura de las discusiones para el próximo año. Con esa herramienta, el gobierno pretende seducir a los gremios para cerrar los acuerdos este año, con la posibilidad de abrir las negociaciones en las primeras semanas de 2017.
Con la negativa inicial de los docentes que rechazaron el ofrecimiento de $2500 a pagarse en dos cuotas con los sueldos de noviembre y enero, el gobierno encara una semana difícil desde el punto de vista económico, de acuerdo al panorama de reclamos que se avecinan.
Está en los cálculos de los funcionarios llegar al martes 8 de noviembre -cuando el gobernador Urtubey retome sus funciones luego de su luna de miel- con el pacto salarial cerrado, pero la posición de los gremios que piden un bono de $5000 hace imposible cualquier acuerdo por esa vía. Se estima que entre una cifra y otra, podría haber un nuevo ofrecimiento, aunque lejano a las aspiraciones de los sindicatos.
Pero este no es el único tema monetario que tendrá ocupados a los funcionarios en las próximas horas, ya que allí aparecen nuevamente los intendentes con sus reclamos, que encontraron el momento y la forma precisa para ser escuchados.
Efectivamente, la pulseada que encararon los jefes comunales por la ley de municipios les muestra su lado más bondadoso, ya que la convocatoria elevada por Santiago Godoy para obtener el visto bueno de los concejales, quedó como un patético intento de una fractura política en las comunas, que no tuvo el apoyo esperado por parte de los ediles.
La reunión se llevó a cabo el miércoles pasado y estuvieron presentes unos 50 concejales, de un total de 321 en toda la provincia. El número muestra a las claras que no hubo una respuesta positiva a la convocatoria efectuada por Godoy, el mismo día en que los intendentes se juntaron en el Foro para avanzar con una postura corporativa en defensa de lo que consideran necesario para sus municipios.
Ante el inocultable fracaso de la reunión, Godoy lanzó una promesa para los concejales presentes: les dijo que si es necesario, "se aplicará la mayoría que otorga la voluntad soberana" para aprobar un nuevo régimen de municipalidades.
Lo que Godoy no tienen en cuenta es que los jefes comunales ya están operando con los legisladores departamentales para hacer fracasar el tratamiento de la nueva ley en las actuales condiciones. En el tablero de la estrategia políticas están jugando con al menos dos movimiento de anticipación y esto molesta tremendamente al cacique de la Cámara baja.
Ahora los intendentes están esperando y observando cómo evoluciona el tratamiento del bono de fin de año y saben que hay apuro por parte de la Provincia, por lo cual ya tienen prevista una nueva reunión para el jueves o viernes que viene con el jefe de Gabinete, Carlos Parodi y los ministros de Trabajo y de Gobierno. El debate, obviamente, se dará en la cuestión económica y financiera, pero los jefes comunales no se apartan del momento electoral que se aproxima y utilizarán esa posición política para que sus reclamos sean tenidos en cuenta. No se descarta entonces que la moneda de negociación sea la ley de municipalidades.
Desde estos dos escenarios se dibuja el último desafío político y económico del Gobierno para este año. Al parecer los intendentes lograron la posición de ventaja que buscaban.