Tras circular 10 minutos, a la altura de La Tablada, el último barrio de la ciudad del sector sur, el maquinista identificado como Julio Laguna, observó que algo estaba recostado sobre las durmientes que sobresalen a los costados de las vías. "No sabía qué era, pero vi que se movió cuando escuchó el tren y quiso alejarse, sin embargo sentí un golpe y pensé lo peor", expresó Laguna.
Se trataba de Raúl Sajama con residencia en Torzalito, quien se había quedado dormido peligrosamente cerca de las vías. A pesar de haber intentado incorporarse y salir rápidamente del alcance del tren no pudo sacar una pierna a tiempo y fue golpeado con el costado derecho frontal de la formación, golpe que le ocasionó la quebradura de un tobillo que se veía muy inflamado.
"Tuvo mucha suerte porque cuando yo lo vi ya era demasiado tarde, al tren lo pude detener a unos 50 metros del accidente. Esta zona es muy peligrosa porque está llena de niños, siempre nos desplazamos con cuidado, pero les pedimos reiteradamente a las familias que viven en las cercanías que estén atentas con sus hijos", manifestó el maquinista.
Laguna, después de terminadas las pericias y realizadas las declaraciones de rigor y de acuerdo al protocolo, tuvo que retroceder nuevamente hacia la estación para ser reemplazado por un compañero para cumplir con el viaje, porque se considera que una persona que participó de un accidente, debido al estrés que esto le provoca, no está en condiciones de continuar conduciendo.
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Tras circular 10 minutos, a la altura de La Tablada, el último barrio de la ciudad del sector sur, el maquinista identificado como Julio Laguna, observó que algo estaba recostado sobre las durmientes que sobresalen a los costados de las vías. "No sabía qué era, pero vi que se movió cuando escuchó el tren y quiso alejarse, sin embargo sentí un golpe y pensé lo peor", expresó Laguna.
Se trataba de Raúl Sajama con residencia en Torzalito, quien se había quedado dormido peligrosamente cerca de las vías. A pesar de haber intentado incorporarse y salir rápidamente del alcance del tren no pudo sacar una pierna a tiempo y fue golpeado con el costado derecho frontal de la formación, golpe que le ocasionó la quebradura de un tobillo que se veía muy inflamado.
"Tuvo mucha suerte porque cuando yo lo vi ya era demasiado tarde, al tren lo pude detener a unos 50 metros del accidente. Esta zona es muy peligrosa porque está llena de niños, siempre nos desplazamos con cuidado, pero les pedimos reiteradamente a las familias que viven en las cercanías que estén atentas con sus hijos", manifestó el maquinista.
Laguna, después de terminadas las pericias y realizadas las declaraciones de rigor y de acuerdo al protocolo, tuvo que retroceder nuevamente hacia la estación para ser reemplazado por un compañero para cumplir con el viaje, porque se considera que una persona que participó de un accidente, debido al estrés que esto le provoca, no está en condiciones de continuar conduciendo.