Lucas Rodríguez no solo es el arquero de
Central Norte, aquel que se perfilaba como segunda opción al comienzo de la temporada, pero que tuvo que agarrar la posta de los tres palos desde el comienzo de esta aventura por la lesión de Mariano Maino. Es algo más que eso. El Gato es hincha del cuervo hasta la médula y tuvo en esta temporada el premio a la constancia y al esfuerzo, a la perseverancia de mirar tantos años desde el banco cómo otros guardavallas se quedaban con su lugar durante una larga década. Hasta que le llegó su chance este 2016.
Sin embargo, el capricho del destino quiso que sea Lucas el que termine en el ojo de la tormenta de la eliminación por su garrafal error, el que le valió a Huracán Las Heras poner el 2-0 parcial a través de Lucero. Y es que ni siquiera su revancha personal, al "vengarse" de Lucero y atajarle el primer penal lo reivindicó porque, en definitiva, el cuervo quedó otra vez sin nada desde doce pasos.
"Yo pongo la cara, hago un mea culpa, me siento culpable de lo sucedido porque tuve mis errores y le pido disculpas a la gente. Sé que algunos no me lo van a perdonar y pasaré a ser yo el peor, el malo de la película, pero lo acepto. Aunque me alaben, me traten mal o me puteen, siempre voy a opinar que esta gente es la más grande, la gente de Central que hace a este club el más grande de Salta", manifestó el Gato, para luego agregar: "Para los inteligentes, los persistentes, aunque duela, hay que pensar que este es el primer escalón hacia el éxito. Fallar, puede fallar cualquiera. Esta vez me tocó a mí, pido disculpas, voy a ser reiterativo con esto. Dios nos dará fuerzas para seguir adelante, le dará fuerzas a la gente para que nos pueda seguir apoyando. Es difícil, pero no imposible. Y lo vamos a seguir intentando".
Lucas Rodríguez no solo es el arquero de
Central Norte, aquel que se perfilaba como segunda opción al comienzo de la temporada, pero que tuvo que agarrar la posta de los tres palos desde el comienzo de esta aventura por la lesión de Mariano Maino. Es algo más que eso. El Gato es hincha del cuervo hasta la médula y tuvo en esta temporada el premio a la constancia y al esfuerzo, a la perseverancia de mirar tantos años desde el banco cómo otros guardavallas se quedaban con su lugar durante una larga década. Hasta que le llegó su chance este 2016.
Sin embargo, el capricho del destino quiso que sea Lucas el que termine en el ojo de la tormenta de la eliminación por su garrafal error, el que le valió a Huracán Las Heras poner el 2-0 parcial a través de Lucero. Y es que ni siquiera su revancha personal, al "vengarse" de Lucero y atajarle el primer penal lo reivindicó porque, en definitiva, el cuervo quedó otra vez sin nada desde doce pasos.
"Yo pongo la cara, hago un mea culpa, me siento culpable de lo sucedido porque tuve mis errores y le pido disculpas a la gente. Sé que algunos no me lo van a perdonar y pasaré a ser yo el peor, el malo de la película, pero lo acepto. Aunque me alaben, me traten mal o me puteen, siempre voy a opinar que esta gente es la más grande, la gente de Central que hace a este club el más grande de Salta", manifestó el Gato, para luego agregar: "Para los inteligentes, los persistentes, aunque duela, hay que pensar que este es el primer escalón hacia el éxito. Fallar, puede fallar cualquiera. Esta vez me tocó a mí, pido disculpas, voy a ser reiterativo con esto. Dios nos dará fuerzas para seguir adelante, le dará fuerzas a la gente para que nos pueda seguir apoyando. Es difícil, pero no imposible. Y lo vamos a seguir intentando".