"La construcción tiene un riesgo que es mucho más importante, el peligro de la muerte. Si el trabajador no está registrado y fallece es un problema bastante serio", advirtió Rubén Aguilar, secretario general en Salta de la Uocra.
Hasta en un accidente leve, la informalidad laboral excluye de coberturas médicas laborales a un obrero.
El sindicalista dijo a El Tribuno que será complicado revertir los altos niveles de empleo no registrado ya que pesa la falta de trabajo genuino en la provincia.
"En los momentos críticos es difícil combatir la informalidad. El trabajador, lógicamente, va a tomar lo que le ofrezcan", agregó.
Planteo histórico
Desde hace años, los sindicalistas reclaman por políticas para lograr que más asalariados cuenten con los beneficios que les corresponden: aportes, jubilaciones, obras sociales y vacaciones.
No obstante, desde el empresariado y desde el arco gremial, admiten que siguen altos los costos para incorporar trabajadores.
Aguilar fue más crítico. Consideró que los empresarios que no realizan aportes caen en un delito ya que les quitan a los trabajadores sus derechos. "Hablo de beneficios como el pago de presentismo, aguinaldo, entre otros conceptos", manifestó.
El titular de la Uocra aseguró que la informalidad en la construcción no se presenta en la obra pública ni en los grandes frentes privados. "Hay más trabajo en negro en las obras chicas, en los countries, donde es más difícil verificar y registrar a los trabajadores", señaló.
Desde el Sindicato de Empleados de Comercio, el secretario general César Guerrero puso en dudas los nuevos indicadores del Indec.
"Sinceramente uno no sabe si creer porque nos acostumbraron a las mentiras y a no tener parámetros ciertos", apuntó.
El nuevo Indec
Durante el gobierno kirchnerista, el Indec fue cuestionado por economistas, la oposición y consultoras tras ser intervenido y quedar bajo el ala del exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno.
El nuevo gobierno aseguró que por las condiciones en que recibieron el organismo se tuvo que reconstruir la metodología y el sistema estadístico, incluso evitan realizar comparaciones con el año pasado.
"Yo puedo hablar solo de mi sector. Hay mucha informalidad, lo dijimos siempre. Tenemos varios trabajadores que están registrados pero los hacen trabajar más. El porcentaje de informalidad ronda el 35 por ciento o más", acotó Guerrero a este medio.
"Muchos empresarios cumplen con los aportes y otros hacen de la evasión tributaria una gimnasia diaria. Les importa muy poco darles las condiciones de trabajo digno a sus empleados", manifestó.
Aunque el sindicalista dijo que es necesario que se baje el nivel de cargas sociales que se debe afrontar para tomar a un trabajador.
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"La construcción tiene un riesgo que es mucho más importante, el peligro de la muerte. Si el trabajador no está registrado y fallece es un problema bastante serio", advirtió Rubén Aguilar, secretario general en Salta de la Uocra.
Hasta en un accidente leve, la informalidad laboral excluye de coberturas médicas laborales a un obrero.
El sindicalista dijo a El Tribuno que será complicado revertir los altos niveles de empleo no registrado ya que pesa la falta de trabajo genuino en la provincia.
"En los momentos críticos es difícil combatir la informalidad. El trabajador, lógicamente, va a tomar lo que le ofrezcan", agregó.
Planteo histórico
Desde hace años, los sindicalistas reclaman por políticas para lograr que más asalariados cuenten con los beneficios que les corresponden: aportes, jubilaciones, obras sociales y vacaciones.
No obstante, desde el empresariado y desde el arco gremial, admiten que siguen altos los costos para incorporar trabajadores.
Aguilar fue más crítico. Consideró que los empresarios que no realizan aportes caen en un delito ya que les quitan a los trabajadores sus derechos. "Hablo de beneficios como el pago de presentismo, aguinaldo, entre otros conceptos", manifestó.
El titular de la Uocra aseguró que la informalidad en la construcción no se presenta en la obra pública ni en los grandes frentes privados. "Hay más trabajo en negro en las obras chicas, en los countries, donde es más difícil verificar y registrar a los trabajadores", señaló.
Desde el Sindicato de Empleados de Comercio, el secretario general César Guerrero puso en dudas los nuevos indicadores del Indec.
"Sinceramente uno no sabe si creer porque nos acostumbraron a las mentiras y a no tener parámetros ciertos", apuntó.
El nuevo Indec
Durante el gobierno kirchnerista, el Indec fue cuestionado por economistas, la oposición y consultoras tras ser intervenido y quedar bajo el ala del exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno.
El nuevo gobierno aseguró que por las condiciones en que recibieron el organismo se tuvo que reconstruir la metodología y el sistema estadístico, incluso evitan realizar comparaciones con el año pasado.
"Yo puedo hablar solo de mi sector. Hay mucha informalidad, lo dijimos siempre. Tenemos varios trabajadores que están registrados pero los hacen trabajar más. El porcentaje de informalidad ronda el 35 por ciento o más", acotó Guerrero a este medio.
"Muchos empresarios cumplen con los aportes y otros hacen de la evasión tributaria una gimnasia diaria. Les importa muy poco darles las condiciones de trabajo digno a sus empleados", manifestó.
Aunque el sindicalista dijo que es necesario que se baje el nivel de cargas sociales que se debe afrontar para tomar a un trabajador.