Sofía Sarkany (26) estudió Bellas Artes en el Saint Martins, de Londres. Dice que aunque vende moda, busca inspirarse en referentes que vayan más allá de la moda y las tendencias.
¿Había forma de "escapar" del mundo de la moda?
No sé, nunca lo pensé de esa manera. Es una pasión que heredé de mi familia. Soy la quinta generación de artesanos fabricantes de calzado. El abuelo de mi abuelo arrancó con el negocio allá en Hungría, hace muchísimos años. Después mi abuelo lo trabajó acá y desde chiquita siempre me interesó. Hay fotos mías jugando con hormas al lado de mi abuelo, mientras él diseñaba zapatos. Cuando yo tenía tres años hice un dibujo -un mamarracho que se supone que es un zapato- y él lo publicó como aviso de la marca. "Futuros diseñadores ya están pensando en usted. Boceto de zapato de Sofía, tres años", puso. Esto lo mamé desde chiquita.
¿De dónde abrevás la inspiración para cada temporada?
Trabajo con dos ramas. Con las tendencias actuales, las tendencias mundiales, lo que se usa. Y por otro lado, el mundo del arte y el diseño. Busco algo más abstracto, una inspiración desde ese lado, como puede ser la obra de un determinado artista, una pintura, una película, y eso fusionarlo con lo que se está usando y hacer un producto que sea comercial y popular, pero que tenga una identidad, que no sea solo el grito de la moda, porque eso es efímero. Si te basás solo en eso tu marca o producto no tienen identidad. Trabajo buscando inspiración para las estampas, la variedad de colores, el nombre de la colección y que se vea como una unidad, aunque los productos sean diferentes. Que si yo te cuento la inspiración vos decís: "Claro, lo entiendo" y si no, la ves sin saber de qué se trata y podés decir igual que esto tiene una identidad.
Con un apellido con tanto peso en el mundo de la moda, ¿cómo se hace para honrar esa tradición y, a la vez, innovar?
Yo creo que lo hago de una manera bastante inocente y siempre lo hicimos así. ¿Para qué voy a tener la carga de decir "tengo que hacer sí o sí algo que está bueno", si podemos crear? Nosotros trabajamos con muy buena onda en la oficina. Somos un grupo de diseño supergrande y estamos todo el tiempo buscando maneras de innovar, nuevos procesos. Confiamos tanto en lo que estamos haciendo, en que nos gusta tanto y en que somos tan apasionados, que lo demás surge, no lo buscamos.
¿Cuál es la propuesta de esta temporada?
La propuesta de esta temporada tiene que ver con lo que venimos usando las argentinas: este mundo de las plataformas XXXL intervenidas con bordados, parches, apliques, y las tendencias de esta temporada actual: las sandalias al piso, las flats, los zapatos en punto. Son como dos lenguajes opuestos, pero vas a ver que generan una unidad y conviven muy bien juntos.
¿A quién te imaginás calzándose unos Sarkany?
Yo me imagino a una mujer que sea fresca, original, pero no original del tipo que quiere ser una rebelde sin causa, sino original en el sentido de que honra a la mujer y lo femenino de verdad. Lo contrario a lo novedoso, esto tiene que ver con el origen, con la esencia de uno y el ser sensual, que es diferente de ser sexi, que tenga esa feminidad y se respete a sí misma y a las mujeres que tiene al lado.
¿Había forma de "escapar" del mundo de la moda?
No sé, nunca lo pensé de esa manera. Es una pasión que heredé de mi familia. Soy la quinta generación de artesanos fabricantes de calzado. El abuelo de mi abuelo arrancó con el negocio allá en Hungría, hace muchísimos años. Después mi abuelo lo trabajó acá y desde chiquita siempre me interesó. Hay fotos mías jugando con hormas al lado de mi abuelo, mientras él diseñaba zapatos. Cuando yo tenía tres años hice un dibujo -un mamarracho que se supone que es un zapato- y él lo publicó como aviso de la marca. "Futuros diseñadores ya están pensando en usted. Boceto de zapato de Sofía, tres años", puso. Esto lo mamé desde chiquita.
¿De dónde abrevás la inspiración para cada temporada?
Trabajo con dos ramas. Con las tendencias actuales, las tendencias mundiales, lo que se usa. Y por otro lado, el mundo del arte y el diseño. Busco algo más abstracto, una inspiración desde ese lado, como puede ser la obra de un determinado artista, una pintura, una película, y eso fusionarlo con lo que se está usando y hacer un producto que sea comercial y popular, pero que tenga una identidad, que no sea solo el grito de la moda, porque eso es efímero. Si te basás solo en eso tu marca o producto no tienen identidad. Trabajo buscando inspiración para las estampas, la variedad de colores, el nombre de la colección y que se vea como una unidad, aunque los productos sean diferentes. Que si yo te cuento la inspiración vos decís: "Claro, lo entiendo" y si no, la ves sin saber de qué se trata y podés decir igual que esto tiene una identidad.
Con un apellido con tanto peso en el mundo de la moda, ¿cómo se hace para honrar esa tradición y, a la vez, innovar?
Yo creo que lo hago de una manera bastante inocente y siempre lo hicimos así. ¿Para qué voy a tener la carga de decir "tengo que hacer sí o sí algo que está bueno", si podemos crear? Nosotros trabajamos con muy buena onda en la oficina. Somos un grupo de diseño supergrande y estamos todo el tiempo buscando maneras de innovar, nuevos procesos. Confiamos tanto en lo que estamos haciendo, en que nos gusta tanto y en que somos tan apasionados, que lo demás surge, no lo buscamos.
¿Cuál es la propuesta de esta temporada?
La propuesta de esta temporada tiene que ver con lo que venimos usando las argentinas: este mundo de las plataformas XXXL intervenidas con bordados, parches, apliques, y las tendencias de esta temporada actual: las sandalias al piso, las flats, los zapatos en punto. Son como dos lenguajes opuestos, pero vas a ver que generan una unidad y conviven muy bien juntos.
¿A quién te imaginás calzándose unos Sarkany?
Yo me imagino a una mujer que sea fresca, original, pero no original del tipo que quiere ser una rebelde sin causa, sino original en el sentido de que honra a la mujer y lo femenino de verdad. Lo contrario a lo novedoso, esto tiene que ver con el origen, con la esencia de uno y el ser sensual, que es diferente de ser sexi, que tenga esa feminidad y se respete a sí misma y a las mujeres que tiene al lado.
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Sofía Sarkany (26) estudió Bellas Artes en el Saint Martins, de Londres. Dice que aunque vende moda, busca inspirarse en referentes que vayan más allá de la moda y las tendencias.
¿Había forma de "escapar" del mundo de la moda?
No sé, nunca lo pensé de esa manera. Es una pasión que heredé de mi familia. Soy la quinta generación de artesanos fabricantes de calzado. El abuelo de mi abuelo arrancó con el negocio allá en Hungría, hace muchísimos años. Después mi abuelo lo trabajó acá y desde chiquita siempre me interesó. Hay fotos mías jugando con hormas al lado de mi abuelo, mientras él diseñaba zapatos. Cuando yo tenía tres años hice un dibujo -un mamarracho que se supone que es un zapato- y él lo publicó como aviso de la marca. "Futuros diseñadores ya están pensando en usted. Boceto de zapato de Sofía, tres años", puso. Esto lo mamé desde chiquita.
¿De dónde abrevás la inspiración para cada temporada?
Trabajo con dos ramas. Con las tendencias actuales, las tendencias mundiales, lo que se usa. Y por otro lado, el mundo del arte y el diseño. Busco algo más abstracto, una inspiración desde ese lado, como puede ser la obra de un determinado artista, una pintura, una película, y eso fusionarlo con lo que se está usando y hacer un producto que sea comercial y popular, pero que tenga una identidad, que no sea solo el grito de la moda, porque eso es efímero. Si te basás solo en eso tu marca o producto no tienen identidad. Trabajo buscando inspiración para las estampas, la variedad de colores, el nombre de la colección y que se vea como una unidad, aunque los productos sean diferentes. Que si yo te cuento la inspiración vos decís: "Claro, lo entiendo" y si no, la ves sin saber de qué se trata y podés decir igual que esto tiene una identidad.
Con un apellido con tanto peso en el mundo de la moda, ¿cómo se hace para honrar esa tradición y, a la vez, innovar?
Yo creo que lo hago de una manera bastante inocente y siempre lo hicimos así. ¿Para qué voy a tener la carga de decir "tengo que hacer sí o sí algo que está bueno", si podemos crear? Nosotros trabajamos con muy buena onda en la oficina. Somos un grupo de diseño supergrande y estamos todo el tiempo buscando maneras de innovar, nuevos procesos. Confiamos tanto en lo que estamos haciendo, en que nos gusta tanto y en que somos tan apasionados, que lo demás surge, no lo buscamos.
¿Cuál es la propuesta de esta temporada?
La propuesta de esta temporada tiene que ver con lo que venimos usando las argentinas: este mundo de las plataformas XXXL intervenidas con bordados, parches, apliques, y las tendencias de esta temporada actual: las sandalias al piso, las flats, los zapatos en punto. Son como dos lenguajes opuestos, pero vas a ver que generan una unidad y conviven muy bien juntos.
¿A quién te imaginás calzándose unos Sarkany?
Yo me imagino a una mujer que sea fresca, original, pero no original del tipo que quiere ser una rebelde sin causa, sino original en el sentido de que honra a la mujer y lo femenino de verdad. Lo contrario a lo novedoso, esto tiene que ver con el origen, con la esencia de uno y el ser sensual, que es diferente de ser sexi, que tenga esa feminidad y se respete a sí misma y a las mujeres que tiene al lado.
¿Había forma de "escapar" del mundo de la moda?
No sé, nunca lo pensé de esa manera. Es una pasión que heredé de mi familia. Soy la quinta generación de artesanos fabricantes de calzado. El abuelo de mi abuelo arrancó con el negocio allá en Hungría, hace muchísimos años. Después mi abuelo lo trabajó acá y desde chiquita siempre me interesó. Hay fotos mías jugando con hormas al lado de mi abuelo, mientras él diseñaba zapatos. Cuando yo tenía tres años hice un dibujo -un mamarracho que se supone que es un zapato- y él lo publicó como aviso de la marca. "Futuros diseñadores ya están pensando en usted. Boceto de zapato de Sofía, tres años", puso. Esto lo mamé desde chiquita.
¿De dónde abrevás la inspiración para cada temporada?
Trabajo con dos ramas. Con las tendencias actuales, las tendencias mundiales, lo que se usa. Y por otro lado, el mundo del arte y el diseño. Busco algo más abstracto, una inspiración desde ese lado, como puede ser la obra de un determinado artista, una pintura, una película, y eso fusionarlo con lo que se está usando y hacer un producto que sea comercial y popular, pero que tenga una identidad, que no sea solo el grito de la moda, porque eso es efímero. Si te basás solo en eso tu marca o producto no tienen identidad. Trabajo buscando inspiración para las estampas, la variedad de colores, el nombre de la colección y que se vea como una unidad, aunque los productos sean diferentes. Que si yo te cuento la inspiración vos decís: "Claro, lo entiendo" y si no, la ves sin saber de qué se trata y podés decir igual que esto tiene una identidad.
Con un apellido con tanto peso en el mundo de la moda, ¿cómo se hace para honrar esa tradición y, a la vez, innovar?
Yo creo que lo hago de una manera bastante inocente y siempre lo hicimos así. ¿Para qué voy a tener la carga de decir "tengo que hacer sí o sí algo que está bueno", si podemos crear? Nosotros trabajamos con muy buena onda en la oficina. Somos un grupo de diseño supergrande y estamos todo el tiempo buscando maneras de innovar, nuevos procesos. Confiamos tanto en lo que estamos haciendo, en que nos gusta tanto y en que somos tan apasionados, que lo demás surge, no lo buscamos.
¿Cuál es la propuesta de esta temporada?
La propuesta de esta temporada tiene que ver con lo que venimos usando las argentinas: este mundo de las plataformas XXXL intervenidas con bordados, parches, apliques, y las tendencias de esta temporada actual: las sandalias al piso, las flats, los zapatos en punto. Son como dos lenguajes opuestos, pero vas a ver que generan una unidad y conviven muy bien juntos.
¿A quién te imaginás calzándose unos Sarkany?
Yo me imagino a una mujer que sea fresca, original, pero no original del tipo que quiere ser una rebelde sin causa, sino original en el sentido de que honra a la mujer y lo femenino de verdad. Lo contrario a lo novedoso, esto tiene que ver con el origen, con la esencia de uno y el ser sensual, que es diferente de ser sexi, que tenga esa feminidad y se respete a sí misma y a las mujeres que tiene al lado.