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Sabado, 31 de diciembre de 2016 01:30
El único ingreso a cinco barrios. Gentileza Miguel Quiroga
Entre el verdor de los cerros de la zona Este viven de manera precaria unas 300 familias. Son alrededor de 1.500 personas entre niños, adultos y ancianos, se trata del barrio Las Colinas.
La mayoría de las casas, ubicadas en 10 manzanas, están a medio construir a pesar de que es un barrio con más de 20 años de antigedad.
El único ingreso es por una calle de tierra sin enripiar que desemboca en la ruta vieja que quedó como colectora de la nueva autopista Acceso Norte, cerca del barrio Autódromo. No es el único barrio de la zona, también están Canillita, San Mateo y San Lucas, y esa pequeña calle es el único acceso. Las Colinas es una barriada que nació con conflictos, ya que los propietarios fueron estafados por una particular que vendió como propios terrenos fiscales. Aún hoy, los vecinos continúan trabajando con Tierra y Hábitat para lograr la normalización de las escrituras.
Como en muchos barrios periféricos al centro salteño, tienen numerosas necesidades, entre ellas las irregularidades del terreno como calles con pendientes pronunciadas y suelo arcilloso que se transforma en intransitables cuando llueve, dificultando seriamente el traslado de los vecinos.

Agua, transporte y cloacas

Mujeres con niños en brazos, adultos, ancianos y enfermos caminan ocho cuadras para tomar el ómnibus bajo el rayo del sol o bajo la intensa lluvia atravesando calles empantanadas a las que nunca las han enripiado.
El 90% del barrio tiene agua de red y luz, aunque faltan algunas manzanas. En conversación con El Tribuno, Miguel Quiroga, un técnico en minas de 64 años, que se desempeña en Vialidad de la Provincia y presidente del Centro Vecinal del barrio Las Colinas, contó los trámites permanentes que hacen para poder conseguir los servicios básicos. "La mayor parte del barrio tiene agua, los propietarios que no tienen tiran una manguera de la casa del vecino más cercano o les lleva el camión cisterna", pero pronto ya contarán con esta cobertura básica porque se están haciendo las obras.
"A nosotros nos preocupa mucho no tener cloacas porque los pozos ciegos se inundan con mucha facilidad con estas lluvias. Y lo más preocupante es que pueden producirse filtraciones en las napas", dijo Quiroga, conocedor del tema por profesión. El pozo de Aguas del Norte desde donde bombean el líquido vital para estos barrios está ubicado por abajo del nivel de Las Colinas, de allí el temor de los vecinos, a pesar de que la empresa de Aguas realiza los análisis correspondientes. "No hace tantos años, Aguas del Norte hizo un estudio de prefactibilidad para la instalación de las cloacas, pero no entró en el presupuesto del 2016 y tampoco para el 2017. Por un lado se habla del dengue y de todo este tipo de enfermedades y por otro lado no tenemos cloacas. Ni siquiera tenemos el servicio del camión atmosférico para desagotar los pozos negros que se inundan con las lluvias", agregó Quiroga.

Sin centro de salud

Si se tiene en cuenta a los cinco barrios antes mencionados suman unas 1.500 familias, es decir alrededor de 7.000 personas en total. Sin embargo, el centro de salud más cercano está en el barrio Autódromo, a unos dos kilómetros aproximadamente. "En todos estos años hemos tenido muchísimas emergencias y no pueden entrar las ambulancias, policía ni bomberos por el estado de la única entrada a los barrios", dijo Quiroga.
En estos momentos, el Centro Vecinal de Las Colinas está gestionando la donación de un terreno a una empresa colindante al barrio para poder instalar allí un centro de salud.
En el año 2013 iniciaron un expediente en el Primer Nivel de Salud, de donde salió con dictamen favorable y se aconsejaba la creación del centro de salud en el barrio, ya que lo ameritaba la cantidad de vecinos que viven en la zona y la distancia que hay con la salita más cercana. "Hablamos con el exministro Oscar Villa Nougués y él dio el ok, pero por el tema del espacio físico el expediente fue a parar a Tierra y Hábitat y allí quedó cajoneado desde 2014".
Tampoco cuentan con escuelas. Los niños se trasladan al Autódromo donde hay un colegio secundario y en el barrio El Mirador hay una escuela primaria, allí concurren la mayoría. Los establecimientos quedan bastante retirados y no hay un transporte público que los traslade.

La situación del barrio

Si bien este barrio nació hace más de 20 años como loteo y no como asentamiento, tiene problemas en las dimensiones de calles y de las manzanas. Hay cuadras en que el ancho de la calzada torna bastante dificultosa la instalación de cañerías. De alguna manera los vecinos fueron delimitando sus propios terrenos, con las consecuencias que significa la ausencia de una planificación urbanística. Los vecinos vienen golpeados con el problema de las escrituras debido a que fueron víctimas de estafas. "Cuando nos encontramos con tantos problemas decidimos conformar el Centro Vecinal con personería jurídica a fin de poder realizar los trámites pertinentes", agregó Quiroga.
"Estamos tratando de normalizar el Centro porque estamos con un mandato casi vencido. El problema es que los balances implican gastos y muchas veces no tenemos el dinero. El único ingreso es el aporte de los vecinos.
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Entre el verdor de los cerros de la zona Este viven de manera precaria unas 300 familias. Son alrededor de 1.500 personas entre niños, adultos y ancianos, se trata del barrio Las Colinas.
La mayoría de las casas, ubicadas en 10 manzanas, están a medio construir a pesar de que es un barrio con más de 20 años de antigedad.
El único ingreso es por una calle de tierra sin enripiar que desemboca en la ruta vieja que quedó como colectora de la nueva autopista Acceso Norte, cerca del barrio Autódromo. No es el único barrio de la zona, también están Canillita, San Mateo y San Lucas, y esa pequeña calle es el único acceso. Las Colinas es una barriada que nació con conflictos, ya que los propietarios fueron estafados por una particular que vendió como propios terrenos fiscales. Aún hoy, los vecinos continúan trabajando con Tierra y Hábitat para lograr la normalización de las escrituras.
Como en muchos barrios periféricos al centro salteño, tienen numerosas necesidades, entre ellas las irregularidades del terreno como calles con pendientes pronunciadas y suelo arcilloso que se transforma en intransitables cuando llueve, dificultando seriamente el traslado de los vecinos.

Agua, transporte y cloacas

Mujeres con niños en brazos, adultos, ancianos y enfermos caminan ocho cuadras para tomar el ómnibus bajo el rayo del sol o bajo la intensa lluvia atravesando calles empantanadas a las que nunca las han enripiado.
El 90% del barrio tiene agua de red y luz, aunque faltan algunas manzanas. En conversación con El Tribuno, Miguel Quiroga, un técnico en minas de 64 años, que se desempeña en Vialidad de la Provincia y presidente del Centro Vecinal del barrio Las Colinas, contó los trámites permanentes que hacen para poder conseguir los servicios básicos. "La mayor parte del barrio tiene agua, los propietarios que no tienen tiran una manguera de la casa del vecino más cercano o les lleva el camión cisterna", pero pronto ya contarán con esta cobertura básica porque se están haciendo las obras.
"A nosotros nos preocupa mucho no tener cloacas porque los pozos ciegos se inundan con mucha facilidad con estas lluvias. Y lo más preocupante es que pueden producirse filtraciones en las napas", dijo Quiroga, conocedor del tema por profesión. El pozo de Aguas del Norte desde donde bombean el líquido vital para estos barrios está ubicado por abajo del nivel de Las Colinas, de allí el temor de los vecinos, a pesar de que la empresa de Aguas realiza los análisis correspondientes. "No hace tantos años, Aguas del Norte hizo un estudio de prefactibilidad para la instalación de las cloacas, pero no entró en el presupuesto del 2016 y tampoco para el 2017. Por un lado se habla del dengue y de todo este tipo de enfermedades y por otro lado no tenemos cloacas. Ni siquiera tenemos el servicio del camión atmosférico para desagotar los pozos negros que se inundan con las lluvias", agregó Quiroga.

Sin centro de salud

Si se tiene en cuenta a los cinco barrios antes mencionados suman unas 1.500 familias, es decir alrededor de 7.000 personas en total. Sin embargo, el centro de salud más cercano está en el barrio Autódromo, a unos dos kilómetros aproximadamente. "En todos estos años hemos tenido muchísimas emergencias y no pueden entrar las ambulancias, policía ni bomberos por el estado de la única entrada a los barrios", dijo Quiroga.
En estos momentos, el Centro Vecinal de Las Colinas está gestionando la donación de un terreno a una empresa colindante al barrio para poder instalar allí un centro de salud.
En el año 2013 iniciaron un expediente en el Primer Nivel de Salud, de donde salió con dictamen favorable y se aconsejaba la creación del centro de salud en el barrio, ya que lo ameritaba la cantidad de vecinos que viven en la zona y la distancia que hay con la salita más cercana. "Hablamos con el exministro Oscar Villa Nougués y él dio el ok, pero por el tema del espacio físico el expediente fue a parar a Tierra y Hábitat y allí quedó cajoneado desde 2014".
Tampoco cuentan con escuelas. Los niños se trasladan al Autódromo donde hay un colegio secundario y en el barrio El Mirador hay una escuela primaria, allí concurren la mayoría. Los establecimientos quedan bastante retirados y no hay un transporte público que los traslade.

La situación del barrio

Si bien este barrio nació hace más de 20 años como loteo y no como asentamiento, tiene problemas en las dimensiones de calles y de las manzanas. Hay cuadras en que el ancho de la calzada torna bastante dificultosa la instalación de cañerías. De alguna manera los vecinos fueron delimitando sus propios terrenos, con las consecuencias que significa la ausencia de una planificación urbanística. Los vecinos vienen golpeados con el problema de las escrituras debido a que fueron víctimas de estafas. "Cuando nos encontramos con tantos problemas decidimos conformar el Centro Vecinal con personería jurídica a fin de poder realizar los trámites pertinentes", agregó Quiroga.
"Estamos tratando de normalizar el Centro porque estamos con un mandato casi vencido. El problema es que los balances implican gastos y muchas veces no tenemos el dinero. El único ingreso es el aporte de los vecinos.
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